2016-06-30



Cada vez es más difícil diferenciarse, y en el mercado del móvil también. Además de dibujarse cierto techo tecnológico bajo el que cada vez es más complejo innovar sobre todo en los móviles tope de gama, están por otro lado la batalla del término medio y, justo en el otro extremo, la del bajo coste. Y ahí es donde Meizu y la mayoría de sus terminales, ahora con traje de metal, sacan pecho, y entre ellos se encuentra el Meizu m3 Note.

Con los años hemos visto que la gama m, la que está por debajo de la MX, va aumentando en número de miembros en cada generación. El m3 Note es el hermano mayor del m3 y del recién presentado m3s, manteniendo en común el diseño, las bandas (en caso del Meizu m3s) y, como decíamos, la trasera de metal. ¿Cómo es la experiencia con este terminal? Te lo contamos tras haberlo probado a fondo.

Discreción de 5,5 pulgadas

Como decíamos, ésta es la gama más asequible y más básica en cuanto a componentes del fabricante chino, y el m3 Note proporciona una opción de mayor tamaño para aquellos que no se conformen con las 5 pulgadas de sus hermanos mayores ni con las 5,2 del PRO 6. Estamos por tanto con una configuración de hardware de gama menor, montando un procesador Mediatek P10, en este caso con 2 GB de RAM (aunque hay una versión con 3 GB).

M3 Note

Pantalla

5,5 pulgadas con resolución 1920 x 1080 (unos 403 píxeles por pulgada)

Procesador

Mediatek Helio P10

Núcleos

4x1.8 GHz. C-A53 +4x1 GHz. C-A53

RAM

2 GB (disponible versión con 3 GB)

Memoria

16 + microSD (también versión con 32 GB)

OS

Android 5.1 + Flyme 5.1.3

Conectividad

4G (150 Mbps, bandas 1(2100), 3(1800), 7(2600), 38(2600), 39(1900), 40(2300), 41(2500)), Bluetooth 4.0

Batería

4.100 mAh

Cámara trasera

13 megapíxeles, flash dual LED, f/2.21080p@30fps

Cámara frontal

5 megapíxeles, f/2.0

Dimensiones y peso

153,6 x 75,5 x 8,2 mm, 163 gramos

Precio aprox.

Desde 180 euros en MyMeizu y Amazon

Pantalla: estos píxeles se lucen poco

Como su antecesor, el m2 Note, el m3 Note coge el testigo de las 5,5 pulgadas y del panel IPS con una resolución de 1.080 x 1.920 píxeles IPS, dejando de momento el súper AMOLED sólo para el 6 PRO. Tenemos una pantalla con buen grado de detalle y casi el mismo porcentaje de aprovechamiento del frontal que su antecesor (72,1% en este caso frente al 72,8% en el caso del m2 Note), nada mal teniendo en cuenta que Meizu opta por el botón físico en la base del mismo.

En muy pocas ocasiones hay una reacción algo más tardía del ajuste del brillo, el cual aunque queda algo justo a plena luz del día es aceptable

El ajuste de brillo automático funciona bastante bien en general, reaccionando a tiempo ante los cambios en el ambiente de intensidad lumínica y la temperatura de la pantalla es de una calidez aceptable, si bien Flyme (la capa de software del fabricante) permite ajustarla a gusto del usuario en este sentido. En muy pocas ocasiones hemos encontrado una reacción algo más tardía del ajuste del brillo y, aunque éste queda algo justo a plena luz del día, aquí la experiencia es aceptable.

Para los detallistas: el brillo máximo alcanza los 450 nits, el mismo valor que el m2 Note y 50 nits menos que el iPhone 6s o el LG G4, por citar algunos ejemplos. No está nada mal, pero como decíamos no vendría nada mal un pelín más en situaciones de abundante luz.


Ajustando la temperatura de la pantalla

Así, la experiencia es buena en casi todo tipo de situaciones tanto en la lectura como en la visualización de contenido multimedia. Con respecto a los ángulos de visión, en el análisis de nuestros compañeros de Xataka Android del m2 Note se apreciaban perdidas de brillo con poco que se girase la pantalla. En este caso hemos de exagerar bastante el giro para buscar esta pérdida, aunque la calibración del panel sigue siendo bastante mejorable (los blancos siguen tendiendo a ser rojizos).

Distintas temperaturas de pantalla (de izquierda a derecha, Xperia Z, Meizu m3 Note y iPhone 6).

Probablemente la experiencia mejorase notablemente si el ajuste del brillo (o su nivel máximo) y la calibración se perfeccionasen algo más

A nivel de sensibilidad táctil nada que objetar, teniendo un buen nivel de la misma y un tiempo de reacción inapreciable. De este modo, las sensaciones no son malas con la pantalla del Meizu m3 Note, pero probablemente la experiencia mejorase notablemente si el ajuste del brillo (o su nivel máximo) y la calibración se perfeccionasen algo más.

Diseño y construcción: la robustez vestida de antideslizante

Esta pantalla queda bajo un cristal con curvatura 2,5D, volviendo a apostar por la combinación del mismo con aluminio serie 6000 para una unibody de parte trasera y bordes. La trasera tiene dos acabados distintos, pulido en bordes superior e inferior y texturizado para la superficie plana, probablemente buscando que ésta no resbale (y lo consiguen). Más allá de las sensaciones con el tacto (aquí ya es tocar terreno de gustos personales), le damos buena nota para la calidad de los materiales, que proporcionan una sensación de robustez notoria y son bastante resistentes (hasta lo que hemos podido comprobar).

En cuanto a la comodidad, aquí hablamos de un terminal grande, de hecho algo más que su antecesor. El agarre más conveniente pues es a dos manos y los bordes curvados ayudan a que resulte cómodo, tratándose de un móvil que no es tan compacto como otros de pantalla de igual diagonal. Para valorar esto hemos de intentar eliminar el sesgo debido al hecho de poder estar acostumbrados a diagonales menores, pero aún así los 163 gramos no pasan desapercibidos y, aunque no llega a molestar, es algo pesado.

Algo que notaremos más según de qué móviles vengamos, como decíamos. Aunque a este respecto hemos de hacer un apunte: el m3 Note aloja una batería de 4.100 miliamperios, 1.000 más que el n2 Note (probablemente de ahí la diferencia de dimensiones y peso) y la autonomía, al contrario que el saber, sí ocupa lugar (y peso).

Exprimiendo megapíxeles con un guiño a lo pro

La cámara es uno de los reclamos principales de los terminales sea la gama que sea dado el auge de las apps que funcionan con fotografías o tomas. Esto afecta también a la cámara subjetiva, la cual los fabricantes van vitaminando, y por supuesto no todo son megapíxeles y hardware. El m3 Note monta una cámara trasera de 13 megapíxeles y apertura f/2.2 y una cámara frontal con 5 megapíxeles y f/2.0. Veamos en qué se traducen estos números.

Cuando tenemos una capa de personalización de software, abrir la app de fotografía puede ser un reto o un placer, y en este caso es más bien lo segundo. La interfaz es sencilla y bastante intuitiva, pero sobre todo pone muy fácil la navegación, ya sea en las opciones del borde superior (varían según cámara, pero son relativas al disparo, como el temporizador) y del inferior, que aparecen en el modo manual en ambas cámaras (gran punto a favor éste para los exigentes).

interfaz-de-la-app-de-camara-del-meizu-m3-note

La app arranca a una velocidad aceptable tanto desde el icono como desde el acceso desde la pantalla de bloqueo y sólo en muy pocas ocasiones nos hemos encontrado que algunos elementos que teníamos activados no se han iniciado, como el nivel o la cuadrícula. A colación de esto, es una app muy completa, con añadidos como los mencionados que hacen que la experiencia sea bastante agradable a la hora de tomar las fotos. Además de poder ajustar manualmente algunos parámetros, tenemos modos como el de realizar GIFs, los cuales podemos exportar y compartir fácilmente (la reproducción ya dependerá de dónde lo abramos, eso sí).

La cosa cambia con el ajuste manual, y gracias al mismo se le puede sacar bastante mejor partido a las cámaras

Vayamos pues a la calidad de las fotografías. Hablando del modo automático, las cámaras dan un resultado bastante mediocre, acusado lógicamente en condiciones de poca luz. El ruido no se hace mucho de rogar en cuanto escasean los rayos de sol (un día poco nublado, por ejemplo), sobre todo si hacemos zoom, y hay cierta tendencia a la sobreexposición, bien por ésta misma o por una ISO que puede ser más baja en condiciones nocturnas o de baja luz.

La cosa cambia con el ajuste manual, y gracias al mismo se le puede sacar bastante mejor partido a las cámaras, sobre todo en lo referente a la iluminación. Como decíamos, la interfaz permite que se pueda navegar entre estas opciones sin complicarnos mucho y sin tener que acceder a otro menú, viendo los cambios directamente sobre la foto antes de disparar.

Quizás lo más acusado sea la pérdida de nitidez en interiores con luz media, y de hecho hemos obtenido mejores tomas de noche (con buena luz). Pero hay aspectos positivos a destacar como la suavidad del flash dual, el poder jugar con la velocidad de obturación (aunque aquí es imprescindible un apoyo) o el buen comportamiento del enfoque. Mención especial al modo Microspur (macro) y al enfoque manual, con el que logramos un buen bokeh incluso en condiciones de baja luz.

En la grabación de vídeo nos encontramos los problemas que hemos mencionado para la fotografía trasladados, poca sorpresa aquí. Buena captación de audio y se agradece el poder enfocar durante la toma, así como el hacer zoom, pero se echa en falta un mejor ajuste de la exposición y algo de nitidez (y menos ruido) de noche (aquí el zoom se pone rebelde). Las acuarelas salen con una facilidad pasmosa al grabar con baja luz.

Aunque lo que hemos apuntado se refería a ambas cámaras, hay que decir que la frontal da capturas bastante decentes en la mayoría de situaciones, incluso cuando es inevitable la aparición de ruido. Meizu aquí ha confiado en dar una mayor apertura y no colocar flash, y aunque una cosa no sustituya a otra ni mucho menos lo cierto es que han logrado salir airosos con la cámara subjetiva en multitud de situaciones.

Algo que se agradece bastante aquí es el tener también los controles manuales de disparo. Como ocurre con la cámara trasera, aquí podemos jugar con los ajustes para lograr un resultado mejor, pero tampoco podemos buscar un milagro en baja luz y de noche, cuando obviamente surgen el ruido y la pérdida de detalle y éstos sí son irremediables.

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Así es Android según Meizu: software y rendimiento

El m3 Note viene con la versión 5.1.3 de Flyme, la capa de software propia de la casa, sobre Android 5.1 Lollipop. A modo de recordatorio (o información para quien no la conozca), esta capa se caracteriza por optar por un escritorio sin cajón de apps (es decir, como en iOS) y, dado que sólo tenemos un botón físico y nada de botones táctiles para la navegación, tenemos el toque (sin hacer click) sobre dicho botón para ir atrás y el swipe de abajo a arriba para la multitarea.

enemigos del bloatware, Flyme es vuestra amiga

¿Cómo mueve todo esto el Helio P10 y los 2 Gb de RAM? En general bastante bien. Ninguna queja en cuanto a la fluidez, que tiene el grado adecuado tanto en el paso de páginas de menú como en las apps en general. La multitarea emerge sin problemas (es la animación/efecto da sensación de lag) y se trata de una capa que destaca por la sencillez en cuanto a elementos de la interfaz y apps preinstaladas: enemigos del bloatware, Flyme es vuestra amiga en este sentido.

De hecho, dentro de los añadidos justos tenemos algunas apps propias como el Kit de herramientas (con brújula, lupa, nivel, etc.) o Seguridad. Ésta última es bastante interesante dado que, aunque el nombre dé la impresión de que sólo se refiera a ello, va mucho más allá de los permisos o los bloqueos.

Es una app que incluye herramientas para mejorar el rendimiento ofreciendo cierta optimización y la limpieza de cachés y otros archivos residuales, sin que el usuario tenga necesidad de saber en detalle sobre estos aspectos de mantenimiento. Si bien es cierto que se echa en falta el poder borrar estas apps preinstaladas, al menos son pocas y algunas como ésta o la de Actualizaciones bastante útiles, sobre todo pensando en un perfil de usuario con menos conocimientos de mantenimiento del software.

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En este aspecto cabe mencionar que sí veremos algunos comportamientos erráticos en las apps más exigentes (o peor acabadas, en el caso de Snapchat). Hemos probado algunos juegos y el desempeño es correcto, aunque en el Asphalt 8 sí aparecen algunos parones (hablamos de un juego muy exigente a nivel de gráficos). Las apps de vídeo se reproducen sin mucho problema aunque en el caso de Netflix fallan los controles de reproducción durante la misma.

Para quienes os guiáis por los benchmarks, hemos hecho pasar al m3 Note por el tribunal de puntuación de AnTuTu, Geekbenck y 3DMark. En cuanto a la primera vemos que queda bastante por encima que su predecesor (según veíamos en su análisis) y de otros smartphones como el Huawei P8 Lite (35.186) o el Desire 728 (34.200), aunque bastante por debajo del Oppo R9 (con el mismo procesador).

Meizu m3 Pro

Huawei P8 Lite

HTC Desire 728

Oppo R9

Hardware

Mediatek MT6755 Helio P10 quad-core a1.8 GHz Cortex-A53 + quad-core a 1.0 GHz Cortex-A53
2/3 GB RAM

HiSilicon Kirin 620 octa-core a 1.2 GHz Cortex-A53
2 GB RAM

Mediatek MT6753 octa-core a 1.3 GHz Cortex-A53
1,5/2 GB RAM

Mediatek MT6755 Helio P10 octa-core a 2.0 GHz Cortex-A53
4 GB RAM

Antutu

43.746

35.186

36.024

73.000

Geekbench

805 (single)/ 3.024(multi)

870 (single)/ 3.491 (multi)

627 (single)/ 2.627 (multi)

807 (single)/ 3.303 (multi)

3DMark (Extreme)

5.478

5.629

6.838

6.298

benchmarks

La seguridad: estar por encima permaneciendo por abajo

El Meizu m3 Note viene con lector de huellas, algo que representa un atractivo sobre todo cuando nos salimos de los tope de gama (donde ya se entiende como una característica obligatoria). En este caso lo tenemos incrustado en el botón Home, de modo que al hacer click y despertar el teléfono se activa y nos lee la huella, pudiendo guardar hasta cuatro.

La lectura es algo más exigente que en otros terminales

No obstante, pese a que el proceso de registro de cada huella ocurre con normalidad y bajo el pertinente código de seguridad, la lectura es algo más exigente que en otros terminales como el Samsung Galaxy A5 2016 o un iPhone 5s (o posterior). Es bastante habitual que nos indique que la huella no se ha reconocido por el hecho de que no hemos colocado la suficiente superficie de la yema sobre el dedo.

Esto pasa sobre todo si lo hacemos con una inclinación mayor, por ejemplo si tenemos el móvil sobre la mesa e intentamos desbloquear sin agarrarlo (posando el dedo desde arriba). Si por el contrario la colocamos mínimamente bien para que la identifique (una manera de acertar casi seguro es que la huella ocupe todo el largo del sensor, cosa que no es necesaria), el desbloqueo es bastante rápido.

Aquí además cabe apuntar un pequeño bug. Si bien el software nos impide acceder al teléfono tras haber usado la cámara (si la hemos abierto desde la pantalla de bloqueo), en ocasiones no nos ha pedido la huella o un método de desbloqueo si accedemos desde la pantalla de reproducción de música. En el resto de situaciones (cámara, acceder a ajustes desde la cortinilla de notificaciones, etc.) no hemos podido acceder sin al menos pasar uno de los sistemas de seguridad.

Mucho ruido y pocas nueces: hablemos del audio

La ubicación del altavoz es ese asunto de eterna discusión que se decide por un balance de pros y contras entre el diseño y la experiencia final (por las ocasiones en las que acaban siendo tapados bien por una superficie o por nuestras manos). En caso del m3 Note se ha optado por la base, al estilo de otros Meizu y de terminales como los Galaxy S desde el pasado año o los iPhones de manera tradicional. La pega aquí: si acostumbramos a agarrar el móvil “a lo gamer”, dado que lo tapamos con la zona carpiana de la mano, y este terminal no escapa a eso.

Salvando este aspecto derivado del diseño, el audio es bastante pobre en general. Algo mejor si usamos auriculares, cuya clavija se sitúa en la parte superior, y si no subimos hasta el volumen máximo (unos 100 decibelios tomado con DecibelUltra, mejor calidad si nos quedamos en los 90 dBs). De este modo la experiencia multimedia queda empobrecida debido a este aspecto echándose en falta algo más de calidad, sobre todo en la reproducción de música.

Autonomía: batería externa, ¿eso qué es?

Como comentábamos, una de las mejoras más destacables con respecto a su antecesor es el hecho de haber aumentado el miliamperaje en 1.000, pasando de una batería de 3.100 mAh a 4.100. Aunque no todo son las unidades físicas, está claro que la capacidad influye y en este caso hacen que el terminal se lleve aquí una buena nota.

La vida media de la batería nos ha dado un valor medio de 23 horas a 1 día y 1 hora, con un uso variado entre moderado y alto variando en horas la conexión wifi y de datos (días de mayoría en wifi, al contrario y términos medios). Esto con una actividad media de entre 7 y 9 horas y con una media de 4:28 -5:11 horas de pantalla. La traducción en la práctica: podemos salir de casa sin preocuparnos demasiado de la carga e incluso de llevar una batería externa por si a caso.

Esto teniendo en cuenta que el ajuste de brillo automático en ocasiones no ayuda y sin aportar demasiada dedicación a las tareas que mencionábamos antes de mejora del rendimiento (cerrando apps o parando procesos). Por tanto, buenos resultados en cuanto a la autonomía gracias a una batería grande (y no extraíble) y un software que aparentemente se porta bien en este sentido.

Meizu m3 Note, la opinión de Xataka Móvil

Destacar en la gama media no es una meta nada fácil ni siquiera partiendo con reclamos como el metal, el lector de huella y/o el bajo coste

Quizás muchos nos guardemos las palomitas para ver los combates en el tatami de la gama alta, pero lo cierto es que destacar en la media no es una meta nada fácil ni siquiera partiendo con reclamos como el metal, el lector de huella y/o el bajo coste. Aquí cada vez hay más enemigos y las 5,5 pulgadas se acercan cada vez más al término medio en cuanto a tamaño de pantalla, por lo que aún hay que sacar más pecho.

La apuesta de Meizu no es "del montón" y aporta alicientes como el lector de huellas que suelen ser un plus, o el toque de simplicidad que da el software de la casa, si bien esto en ocasiones es más bien un contra (por el desconocimiento). La falta de carga rápida se compensa más o menos con el hecho de que la autonomía es una de las mejores características del terminal, que como aún la mayoría en esta gama tiene USB 2.0 (y no tipo-C, como es el caso del nuevo Honor 5C).

Hecho para quienes buscan un gama media y priorizan tener un buen panel, con una resolución más que suficiente y bastante satisfactorio en la mayoría de condiciones de luz, y den menos importancia a la calidad del audio o a aspectos de diseño como la delgadez o que de nuevo se haya recurrido al metal (que suele hacerse buscando un toque de distinción, aunque a veces actúa como contra al exponerse más a arañazos). La cámara nos da una de cal y una de arena, aunque tenemos que por un lado puede ser suficiente para los poco exigentes y, dado que mejora con el modo manual, también para el que no le importe buscar un mejor resultado invirtiendo unos segundos más de su tiempo a la hora de disparar.

7.3

Diseño7

Pantalla7

Rendimiento7

Cámara6,5

Software8

Autonomía8,5

A favor

Autonomía

Software con añadidos justos y útiles que funciona con fluidez

Construcción robusta y resistente

En contra

La cámara da resultados muy dispares, perdiendo bastante en ajuste automático

La pantalla podría estar mejor calibrada

El sonido es bastante pobre

El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Meizu. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

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La noticia

Meizu m3 Note, análisis: un gran término medio vestido en metal con una batería suprema

fue publicada originalmente en

Xataka Móvil

por
Anna Martí

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