2013-07-19



Estas semanas estamos publicando la serie de artículos “Paranoicos de la privacidad“ —el calificativo era más literario que literal, sabemos que algunos lo habéis criticado— y tras la primera parte de alternativas a servicios web propietarios, ahora llega esta segunda parte.

Como sucedía con las opciones de las que hablábamos hace unos días, la idea es la de tratar de aprovechar las prestaciones de muchos servicios Open Source que, sobre todo, nos ofrecen el control de nuestros datos.

La posibilidad de acceder al código de estos servicios para auditarlo o modificarlo es otra gran ventaja, aunque no para el usuario final que, eso sí, podrá estar mucho más tranquilo respecto a posibles procesos de monitorización o espionaje como los del programa PRISM. Como indicamos en la primera parte de este artículo, hemos aprovechado la información disponible en el proyecto PRISM Break que precisamente está orientado a informar sobre este tipo de alternativas.

Ofimática colaborativa

Las soluciones para crear y editar documentos ofimáticos en Internet vencen y convencen: Google Docs —englobado desde hace tiempo en Google Drive— es una de las soluciones propietarias destacadas, y a ellas se le suman Microsoft Office Web Apps o suites como Zoho Office, que llegó incluso antes que Google Docs y sigue mostrando sus virtudes.



Pero claro, todas son propietarias. Si queremos acceder a alternativas Open Source tenemos dos claras destacadas: Etherpad —para la producción colaborativa de documentos de texto— y Ethercalc, que ofrece prestaciones similares pero en el terreno de las hojas de cálculo.

Las suites ofimáticas Open Source más populares, LibreOffice y OpenOffice.org, también tienen versiones online en desarrollo. Especialmente interesante es el caso de LibreOffice, que ya es posible ejecutar a través de un navegador aunque esta opción sea un mero prototipo por el momento. Hay algunos desarrollos independientes como fernapp que tratan de ofrecer la ejecución de aplicaciones Linux en el navegador, y que aún están también en plena evolución.

Publicación de contenidos online

En este campo las soluciones Open Source son especialmente interesantes, aunque hay servicios dedicados (y propietarios) con los que a día de hoy es imposible competir. YouTube o Flickr son buenos ejemplos, pero muchos usuarios no necesitan tantas prestaciones y hay soluciones Open Source que proporcionan buena parte de esas prestaciones.


En el mundo de los blogs podemos olvidarnos de alternativa como Blogger o Tumblr y aprovechar la potencia de plataformas como WordPress (no la versión hospedada en WordPress.com, sino el CMS Open Source que descargamos desde WordPress.org instalamos en nuestro hosting). Hay otras plataformas Open Source como Joomla, Drupal o ExpressionEngine (versión Core) que compiten en ese mercado, por lo que las alternativas, como decíamos, son muy interesantes.

Estas plataformas permiten publicar todo tipo de contenidos, pero hay algunas opciones específicas para ciertos terrenos. Así, en el campo de la fotografía GNU MediaGoblin o Piwigo son dos soluciones que están muy orientadas a crearnos nuestro propio Flickr, y en este apartado también es especialmente interesante el proyecto OpenPhoto (en su vertiente hospedada y comercial se llama Trovebox), que de hecho hace tiempo que plantea una opción válida al famoso Instagram. Así, disponemos de clientes de Trovebox para Android e iOS que ofrecen filtros y que luego son capaces de subir nuestras fotos a servicios como Dropbox, Box o Amazon S3, además de a un espacio personal en nuestro hosting si así lo deseamos.

Correo electrónico: más allá de Gmail y Hotmail

Hay que admitir que servicios como Gmail o Hotmail (ahora, Outlook.com) han sido siempre un ejemplo de las concesiones que los usuarios hacemos para disfrutar de la comodidad de estas alternativas comerciales. Las propuestas de Google, Microsoft, Yahoo! y otras empresas son fantásticas por prestaciones y por su coste nulo, pero las suspicacias son muchas tras la aparición de las filtraciones sobre PRISM y otros programas de la NSA.

Por esa razón es conveniente hacer especial hincapié en otras alternativas que nos proporcionan acceso a servicios de correo electrónico pero con mucho mayor control y privacidad.

Aunque hay servicios web hospedados basados en proyectos Open Source que nos prometen esas garantías de privacidad y control de datos —Bitmessage, MyKolab o Riseup son algunas opciones— lo ideal para tener control realmente total es, como siempre, montarnos nuestra propia plataforma en forma de servidor de correo electrónico.

En este sentido existen muchas ofertas, y precisamente Kolab —desarrollo en el que se basa la solución hospedada de MyKolab— es una suite groupware que no solo ofrece servidor de correo, sino también calendarios, agendas y sincronización con dispositivos móviles. Hay varios tutoriales en Internet para poner en marcha un servidor de correo “fortificado”, y este que ha aparecido recientemente es especialmente destacable. Por supuesto, para este tipo de procesos se suele necesitar cierta experiencia con Linux y administración de sistemas, y lamentablemente no son alternativas pensadas para el “usuario de a pie”. El proyecto FreedomBox, aún en pleno desarrollo, podría facilitar el acceso a este tipo de prestaciones para el público general.

En cuanto a clientes de correo electrónico, existen también unos cuantos especialmente destacados. Mozilla Thunderbird es el más conocido, pero también tenemos soluciones como Claws Mail, Evolution, Icedove o Kontact que también pueden ser útiles. Eso sí, algunos solo están disponibles en Linux. Para móviles tenemos k9mail para Android, mientras que en iOS la cosa es más complicada y por ejemplo el cliente reMail fue eliminado de la App Store hace tiempo, aunque el código fuente sigue disponible.

Por supuesto, el uso de aplicaciones Open Source para gestionar el correo en nuestro PC no es suficiente: tendremos que cifrar (y no encriptar, palabra no aceptada de momento en la RAE) esos mensajes con algún programa o complemento adicional. Hay un buen artículo aquí para combinar Thunderbird con GPG y Enigmail, por ejemplo, aunque hay más opciones y combinaciones posibles. Las ofrecen soluciones como la citada Enigmail, pero también otras como TorBirdy, la también citada GNU Privacy Guard (GPG), GPGMail (para OS X), Mailvelope, o WebPG (para la web). Y por supuesto, otra de las alternativas más conocidas, Pretty Good Privacy (PGP), ahora integrada en productos de Symantec, y que está basado, como OpenGPG, en el estándar OpenPGP.

Analítica web

Otro tipo de datos que puede ser muy adecuado controlar son nuestras estadísticas web y todos los informes que podemos sacar de dichas estadísticas. A soluciones como Google Analytics les han salido algunas opciones Open Source reseñables.

La más popular es probablemente Piwik, una solución que como en otros muchos casos de los que hemos hablado en este artículo debe instalarse en nuestro servidor de hosting. Piwik lleva ya tiempo en escena, y a pesar de no ofrecer algunas opciones avanzadas de la solución de Google, se trata de una plataforma realmente completa y útil para gestionar este tipo de datos. De hecho, es posible hacer que deje en el anonimato las IPs de los visitantes —los propios responsables de la web de PRISM break siguen esa política—, lo que respetará precisamente la privacidad de aquellos que accedan a nuestras webs.

También tenemos como opciones desarrollos como AWStats y Open Web Analytics (este último parece que no se actualiza desde mayo de 2012), con funciones igualmente interesantes para este propósito.

Sistemas operativos de escritorio y móviles

Por supuesto, era imposible no mencionar el hecho de que los sistemas operativos actuales son los principales responsables de que estemos “al alcance” de algunos programas de monitorización y espionaje tanto en nuestros PCs y portátiles como en nuestros tablets y smartphones.

Los sistemas propietarios de Apple y Microsoft en PCs y portátiles son el primer ejemplo, y en ambos casos hay una alternativa clara: Linux. Las distribuciones Linux —hay, literalmente, cientos de ellas disponibles— ofrecen a los usuarios ese control total que buscan algunos. En muchos casos, todo hay que decirlo, se aprovechan algunos componentes propietarios como sucede en los controladores binarios de NVIDIA o AMD para sacar el máximo rendimiento de las tarjetas gráficas dedicadas.

Ubuntu es la más popular, aunque últimamente no goza de tanta reputación tras incluir resultados de Amazon en las búsquedas del Dash de Unity que han reavivado la polémica sobre qué tipo de información se recoge en esas búsquedas. Hay otras alternativas más recomendables si buscamos ese respeto total al usuario tales como Debian, Arch Linux, Fedora o una Linux Mint que sigue ganando terreno por su simplicidad y su atención a la interfaz de usuario. Los sistemas BSD (FreeBSD, OpenBSD, etc) también son alternativas válidas, aunque tradicionalmente han estado asociados a sistemas servidores y no a entornos de usuario final.

En el terreno de la movilidad Android sigue levantando sospechas —después de todo, Google está detrás— a pesar de su base Open Source. Existen no obstante ROMs de Android muy orientadas a ofrecer una base totalmente Open Source. CyanogenMod es la ROM más conocida al respecto,
pero incluye las aplicaciones de Google para Android, aunque
y hace poco también se integró la posibilidad de funcionar en “Incognito Mode“. Replicant es una ROM específicamente pensada para el usuarios que quieren no contar con componentes propietarios, y la tienda F-Droid de aplicaciones está igualmente orientada a servir como alternativa de Google Play.

Ni iOS, ni Windows Phone ni BlackBerry ofrecen demasiadas soluciones al respecto (el jailbreak de los dispositivos iOS libera ciertas opciones), por lo que dar el salto a un dispositivo Android con alguna de las ROMs mencionadas es la opción más interesante.

Imagen | DeviantArt
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