2013-05-06



“Trabajábamos un montón pero nos divertíamos mucho”. Así recuerda Rodrigo del Prado, actual Director General Adjunto de Mundo Reader, los años que él y sus cinco compañeros de facultad pasaron en la Universidad Politécnica de Madrid, concretamente en la fundación Item Consulting.

Fue en el año 2005 cuando Alberto Méndez, Rodrigo del Prado, David Béjar, Ravín Dhalani, Adán Muñoz e Iván Sánchez, seis compañeros de dos promociones diferentes, se pusieron manos a la obra y decidieron crear StarTic para dar salida al espíritu emprendedor que todos tenían ya por entonces, cuando ninguno de ellos pasaba de los 24 años de edad.

StarTic evolucionó rápidamente y se convirtió en un holding de empresas (Vectoriza, Softime, Virtualiza, etc) relacionadas con el mundo de la electrónica y que tuvo en Memorias USB una de sus principales referencias. Esta iniciativa empresarial todavía sigue hoy en día en activo, se dedica a la comercialización de memorias usb para fines promocionales y es una de las empresas más grandes en Europa en dicho mercado.

La experiencia de poner todo en marcha desde cero fue para los seis socios “fundamental”, en palabras de Rodrigo. Ellos mismos se encargaron, con sus propios medios, de buscar y encontrar un modelo de negocio autofinanciable, de reinvertir el 100% de los resultados en la empresa y de ser “super eficientes” en costes. Valores todos ellos que siguen presentes hoy en día en el ADN de bq y Mundo Reader.

Los años pasaron y en 2009 StarTic ya tenía amplia experiencia en la fabricación y comercialización de dispositivos. Para ser más ágiles en estos aspectos y no depender exclusivamente de otros desembarcaron en Hong Kong y después en China, fabricando las primeras memorias usb a través de terceros para poco más tarde conseguir su propia planta de ensamblaje en el país oriental.

Conexión Luarna

Y fue entonces, en una reunión que se celebró el 12 de octubre de 2009 cuando, quizás sin todavía saberlo por entonces, el futuro y las posibilidades de StarTic como empresa aumentaron exponencialmente. Aquel día tuvo lugar el primer acercamiento entre Alberto Méndez, hoy en día CEO de Mundo Reader y Antonio Quirós, que por entonces era uno de los socios fundadores de Luarna, una editorial digital que había nacido pocos meses antes.



Antonio Quirós había creado Luarna en enero de 2009 con la idea de entrar en el mundo de la edición digital después de ver como Amazon había comenzado en 2007 a distribuir los primeros lectores Kindle. Sin embargo, la experiencia no fue la esperada y a los cinco o seis meses de haber lanzado se dieron cuenta de que la cosa no iba adelante. “No conseguimos casi nada”, me comentaba Antonio Quirós cuando lo visité en el centro de atención al cliente que Mundo Reader tiene a las afueras de Madrid, en Rivas Vaciamadrid.

Una de las principales trabas con las que se encontraron fue que las grandes editoriales en aquella época todavía no creían en lo digital. Lo veían como algo lejano y que no iba a suponer una canibalización de sus ingresos por la edición y distribución de libros físicos. Así fue que Luarna se encontró con muchos autores que no se atrevían a dar el salto a entornos digitales, ya que las principales editoriales del país les prometían que, si el mercado comenzaba a crecer, ellos también entrarían en él.

Con la no viabilidad de la edición digital Antonio Quirós y el resto de socios de Luarna intentaron encontrar nuevas vías de negocio; y el anuncio del lanzamiento del primer ereader de Sony en España en marzo de 2009 les abrió los ojos. Dicho lanzamiento terminó por retrasarse pero ellos ya habían comenzado a analizar el mercado español de dispositivos, dándose cuenta de que por entonces existían pocas marcas locales que distribuyesen ereaders por lo que en verano de 2009 tomaron la decisión de entrar en el sector.

El primer acuerdo lo firmaron ese mismo verano con Interead, una marca británica que fabricaba y distribuía dispositivos electrónicos, en concreto el Cool-er. Sin embargo en Luarna no estaban del todo satisfechos con la calidad de los productos y la forma de trabajar de la empresa, que pocos meses más tarde, en junio de 2010, entró en suspensión de pagos y liquidó todos sus activos.

Así fue como, a través de uno de los socios de Antonio Quirós en Luarna que era padre de un compañero de promoción de los socios fundadores de StarTic, ambas empresas se pusieron en contacto y se celebró la reunión anteriormente mencionada en el otoño de 2009. A partir de entonces todo se produjo muy rápido: los socios de StarTic y Luarna firmaron un acuerdo de colaboración a principios de noviembre y pocos días más tarde ya estaban trabajando en la distribución del que sería el primer lector de Mundo Reader (empresa resultante de la unión), el Classic, que llegó a vender 10.000 unidades esas mismas navidades.

Sony, y no Amazon, provocó un pequeño cambio en la estrategia

Con el paso de los meses los dispositivos de Mundo Reader se convirtieron en líderes del mercado español, que por entonces estaba comenzando a explotar. Aunque uno podría imaginar que la llegada de Amazon acabaría teniendo un profundo impacto sobre el negocio de Mundo Reader, Antonio Quirós afirma rotundamente que la principal preocupación por entonces era Sony. En noviembre de 2010 la empresa japonesa lanzó un nuevo ereader 40 ó 50 euros más barato que el Avant, la principal apuesta de Mundo Reader y bq por entonces.

“En nuestro análisis de la competencia siempre está Amazon”

Ante tal situación y con el peligro de que un dispositivo más barato y con unas especificaciones similares acabase por sacarlos del mercado, los socios de la empresa tomaron una decisión importante que todavía está latente hoy en día: trabajar sin márgenes o con unos muy pequeños, realizando una apuesta de volumen para intentar vender más barato que Sony. Así fue que el Avant comenzó a comercializarse 20 euros por debajo del ereader de la japonesa y en las navidades de 2010, después de Sony sufriese una ruptura de stock, los bq readers se convirtieron en los auténticos protagonistas del mercado.

Sony no consiguió hacerse un hueco importante en el mercado español y, además, al poco tiempo se produjo la llegada de Amazon a España con su Kindle. Un competidor gigante y con un importante músculo financiero que es para Mundo Reader el principal elemento de “nuestro análisis de la competencia”, como recordaba Quirós.

Diversificando el negocio: aparecen las tablets. Y los smartphones

Con una importante presencia en el mercado de la distribución de ereaders, en Mundo Reader se pusieron a pensar en cómo abrir nuevas vías de negocio. En abril de 2010 Apple había lanzado el iPad y en bq consideraron el mundo de las tablets como la “transición natural” desde los ereaders. Apenas seis meses más tarde, en un nuevo ejemplo de la rapidez y agilidad que ha caracterizado siempre a la empresa, Mundo Reader ponía en el mercado cuatro tablets diferentes: bq Verne, bq Verne Plus, bq Verne Plus 3G y bq Darwin.

El mercado no tardó mucho en darles la razón y hoy en día la venta de tablets supone ya un 70% del volumen de negocio total de Mundo Reader frente al 30% de los ereaders. Poco tiempo más tarde la empresa daría otro paso importante al alcanzar un acuerdo con Fnac para convertirse en la empresa responsable de las tablets del distribuidor. Un modelo en el que ya tenían una amplia experiencia después de que en el 2010 hiciesen lo mismo con los ereaders de Movistar, Casa del Libro y la propia Fnac.



Tras convertirse en líder en españa en la comercialización tanto de ereaders como de tablets, en Mundo Reader decidieron no quedarse parados y buscar nuevos mercados. Así fue que durante el año 2012 se produjo un hecho que acabaría por marcar su entrada en el mundo de los smartphones: las diferentes operadoras españolas comenzaron a eliminar sus planes de subvención de terminales y creció el interés entre los usuarios por los móviles sin permanencia y de un precio no muy elevado.

bq decidió afrontar este nuevo reto y acercarse a un segmento en el que consideran que no existe una competencia muy importante, puesto que empresas como Huawei o ZTE todavía no tienen una presencia definitiva en España, y que cuentan con una amplia experiencia en la distribución de tablets y ereaders. “Es un mejor momento ahora que hace dos años”, recuerda Quirós. En febrero de 2013 bq lanza el Aquaris, completando un círculo que había comenzado hace ya casi cuatro años con el bq Classic.

Precio y atención al cliente, dos elementos clave

La mayoría de los análisis de los dispositivos de bq que hemos realizado en Xataka han recibido buenas opiniones por parte de la comunidad hacia el servicio de postventa y de atención al cliente de la empresa española. Ante la imposibilidad de competir con gigantes de la electrónica de consumo como Apple, Samsung, Nokia o LG, en Mundo Reader apostaron decididamente por ello para intentar convertirlo en un factor diferencial frente a la competencia.

Tal es así que el socio fundador de Luarna no duda en afirmar que este elemento, junto al hecho de ofrecer productos de una buena calidad-precio (“el usuario paga por lo que realmente va a utilizar”), se han convertido en claves para empresa. Este servicio de atención al cliente se realiza no desde la sede principal de Mundo Reader en Las Rozas, donde se toman las decisiones de diseño y fabricación de hardware y software, si no desde un centro que la empresa tiene en Rivas Vaciamadrid.

“El usuario paga por lo que va a utilizar”

Allí, decenas de trabajadores (la gran mayoría jóvenes), dan soporte a los más de 750.000 dispositivos que bq tiene en el mercado en estos momentos. Un soporte que tiene como principal objetivo que el tiempo máximo de reparación a finales del año 2013 sea de cinco días y no los nueve actuales debido a la campaña navideña y a los problemas surgidos con las pantallas de varios tablets.

En anteriores ocasiones ha surgido el debate entorno a la cuestión de si bq (y Mundo Reader) realmente diseñan o fabrican los dispositivos que venden a los consumidores. Y la respuesta es que por ahora no realizan funciones de diseño o fabricación por norma general. “En este sentido nuestro modelo se asemeja más al de Apple que al de Samsung”, ya que bq tiene conexiones con proveedores chinos y del sudeste asiático para seleccionar el hardware a incluir en sus dispositivos.

“Nuestro proceso es muy parecido al de otros competidores: al principio acudíamos al ensamblador y tomábamos las decisiones oportunas en función de lo que éste tuviese disponible. Pero poco a poco estamos aumentando nuestra capacidad de elección para hacer peticiones concretas”, recordaba Quirós. En estos momentos desde la empresa consideran que están adentrándose en una tercerca fase que cuenta con la presencia de un equipo de compras en China (donde bq tiene cerca de 30 trabajadores). Este equipo de compras se encarga de toda la gestión de un proyecto, pudiendo incluso tomar decisiones en lo que se refiere al diseño de la carcasa, la pantalla o regrigeración de los dispositivos.

Esta evolución hacia una mayor personalización de los dispositivos no quita que, hasta ahora, pudiésemos encontrar en el mercado productos muy similares o idénticos a los que bq vende pero con diferentes logos o marcas. “Poco a poco intentamos que los dispositivos sean más propios, ir tocando cuestiones particulares”, apunta Quirós.

Expansión internacional y futuro inmediato

La empresa desembarcó por primera vez más allá de nuestras fronteras en el año 2011, llegando a Sudamérica y Portugal. El país vecino se ha convertido en un mercado importante en la venta de tablets (“el público portugés no es muy receptivo a los ereaders”) y en estos momentos están trabajando también en la llegada a Francia a través de acuerdos de distribución con operadoras del país.

Latinoamérica es, sin embargo, un mercado testimonial para la empresa. Al menos por ahora. Mundo Reader tiene sede propia en Argentina y Uruguay y también estan presentes en otros mercados como Perú y Bolivia, pero existen una serie de factores que dificultan la expansión en dichas regiones, como pueden ser leyes poco favorables hacia la importanción (caso de Argentina) o una clase media que todavía no es suficientemente grande. De todas formas, y dado las tasas de crecimiento de muchas economías de la zona, bq considera que tener ya una presencia en varios países lationamericanos puede convertirse en una ventaja importante para cuando se produzca una expansión real de riqueza y consumo.

Preguntado por el desarrollo de Mundo Reader en el medio plazo (entre tres y cinco años), Quirós no tarda en responder que ellos son “una empresa concebida para durar” por lo que tienen una apuesta a largo plazo y consideran que todavía les queda mucho por hacer. Todo el dinero se reinivierte para fomentar todavía más la creación de “una compañía sólida y competitiva internacionalmente”; y es que además de Latinoamérica y Francia no descartan tampoco una mayor expansión europea y hacia otras economías que presenten un alto nivel de crecimiento.

A juzgar por los casi cuatro años de historia de la compañía no sería descabellado pensar que, en poco tiempo, vuelvan a hacer muestra, una vez más, de su agilidad y rapidez a la hora de abrir nuevas vías de negocio y mercado. Con más de 200 empleados, casi todos ellos en España, y la proyección de tener en el mercado más de un millón de dispositivos este mismo año, Mundo Reader se han convertido en un caso de éxito español en el mundo del hardware y del software.

Sin embargo, y como hemos visto con otros fabricantes, el éxito momentáneo no asegura en ningún momento el futuro. La posible llegada de fabricantes asiáticos como ZTE o Huawei puede suponer una amenaza en el mercado de los smartphones y los tablets, sobre todo si éstos ofrecen unos precios más ajustados y capacidades similares. A pesar de que bq parte con ventaja en el mercado español y otros de nuestro entorno gracias a la buena imagen de la que goza entre sus usuarios, esta ventaja puede no ser suficiente en el medio o largo plazo en un mercado tan cambiante como el de la tecnología de consumo. Los próximos meses y años se presentan claves. Y apasionantes.

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