Por la Dra. Becker
Aunque es más común que los dueños de mascotas se enfrenten a problemas como la diarrea, los perros y gatos también se estriñen ocasionalmente.
Si los residuos sólidos se quedan en el colon de tu perro durante mucho tiempo, toda la humedad que contiene será absorbida, por lo que las heces se secan, se ponen duras y difíciles de pasar. Si este problema no se trata, el intestino grueso de tu mascota puede alargarse tanto hasta el punto en el que deja de hacer su trabajo de forma eficaz. Este es un problema de salud crónico conocido como megacolon y es más común en gatos que en perros.
Tu objetivo siempre debe ser evitar que tu mascota desarrolle problemas intestinales crónicos.
Causas de Estreñimiento
En la mayoría de los casos, la causa del estreñimiento en una mascota simplemente es el consumo insuficiente de agua o la falta de fibra dietética, pero algunas veces el problema es más grave.
Cuando este problema de salud es más complicado, por lo general involucra una obstrucción dentro del colon o un problema en la cavidad pélvica – por ejemplo una pelvis fracturada o un tumor creciendo en el abdomen – que afecta la función del intestino.
Si tu perro se traga un objeto extraño o incluso un pedazo grande de hueso, puede alojarse en su intestino y provocar una obstrucción que evite el paso de las heces. Si tu perro está teniendo problemas para defecar y sabes que suele comerse cosas que no debería, mi consejo es contactar a tu veterinario si la situación no se resuelve en un día o dos.
Si estás seguro de que tu perro ingirió algo grande que podría provocar una obstrucción, no pierdas el tiempo porque esto podría convertirse rápidamente en un problema muy grave e incluso fatal.
Los machos, especialmente los perros de edad avanzada, pueden desarrollar próstatas agrandadas que comprimen el intestino, lo que crea heces muy delgadas o incluso una obstrucción. Este problema generalmente se resuelve al castrar a tu mascota. Las hernias en el recto de un perro son otro tipo de obstrucción que puede causar estreñimiento. Las hernias en el recto, le cierran el paso a las heces. Para tratar las hernias por lo general se requiere de cirugía.
El estreñimiento también puede provocar un problema neuromuscular o una enfermedad como el hipotiroidismo o hipercalcemia.
Algunos perros tienen un tono muscular insuficiente o trastornos neuromusculares que quitan la capacidad de su cuerpo para mover eficazmente los desechos a través del colon. Las heces que se quedan mucho tiempo en el intestino pierden su humedad y se ponen duras, dificultando aún más su paso.
Esto puede volverse un círculo vicioso, porque mientras más difícil y doloroso sea, mayor será la posibilidad de que tu perro desarrolle el hábito de evitar el proceso de eliminación.
Otras causas de estreñimiento pueden incluir glándulas anales infectadas o una lesión de cadera o pélvica que hacen que la defecación sea dolorosa, los efectos de una cirugía, ciertos medicamentos, los suplementos de hierro y el estrés.
Cómo Saber Si Tu Mascota Está Estreñida
Tu mascota está estreñida cuando tienen dificultad para defecar (y las heces que produce están secas y duras) o cuando no defeca en absoluto.
Es realmente importante estar al pendiente de los hábitos de eliminación de tu mascota. La cantidad, el color, la textura, el olor y la presencia de moco o sangre son indicadores del bienestar en general de tu mascota.
Muchas veces, lo que excreta (o no) el cuerpo de tu mascota es el primer signo de una crisis de salud, por lo que debes supervisar regularmente el área en la que defeca tu perro o la caja de arena de tu gato (o tu jardín si tu gato tiene acceso al aire libre).
Los perros estreñidos tienden a dar señales de que tienen la necesidad de defecar, pero no lo hacen. Si después de unos cuantos minutos de estar en posición y esforzándose tu perro no defeca o produce heces muy pequeñas, duras y secas, entonces puedes asumir que está estreñido.
Algunas veces los perros estreñidos están hinchados y padecen dolor, especialmente cuando tratan de defecar y no lo logran. Las heces de un perro estreñido que logran pasar por lo general son más oscuras de lo normal y podrían contener moco, sangre o desechos extraños.
Los gatos deberían defecar todos los días y sus heces deberían ser color marrón y lo suficientemente suaves para que se les pegue la arena de su caja. Si tu gato no está defecando todos los días o sus heces son tan duras y secas que la arena no se les pega, entonces podría estar estreñido.
No todos los gatos estreñidos aúllan mientras defecan o muestran u otro signo de estreñimiento. Algunos gatos sufren durante toda su vida y sus dueños no se dan cuenta porque no están al pendiente de los signos más leves de estreñimiento crónico.
Si no tratas el estreñimiento, tu mascota podría comenzar a vomitar intermitentemente, perder el apetito y bajar de peso. Podría mostrarse letárgico. Esperemos que el problema no llegue hasta este punto sin que te des cuenta de que debes hacer algo al respecto.
Cómo Mantener a Tu Mascota Bien Hidratada
Una de las causas más frecuentes de estreñimiento en las mascotas es la deshidratación.
Si sospechas que tu perro está estreñido u observas heces secas y duras cuando defeca, es importante monitorear su consumo de agua. Puedes utilizar esta herramienta para calcular la necesidad de agua diaria de tu perro.
Si tu perro es muy activo entonces necesita consumir más agua, y en climas cálidos, su necesidad aumenta. Asegúrate de que tu mascota tenga acceso constante a agua limpia y fresca.
Dependiendo del alimento que le des a tu perro – especialmente si le das un alimento casero, crudo o una fórmula comercial enlatada – debería obtener algo de la humedad que su cuerpo necesita de sus comidas. Si solo le das croquetas crudas (algo que no recomiendo), tu perro necesitará obtener la humedad que necesita del agua.
Los gatos están diseñados para cumplir con sus necesidades de agua de su alimentación. A diferencia de otros animales, a los felinos no les da mucha sed, así que si su alimentación carece de humedad, probablemente no podrá compensarla al tomar agua de su tazón. Esto no solo le provocará estreñimiento, sino también una deshidratación crónica de bajo grado a lo largo de su vida.
Si tu gato consume croquetas, te recomiendo hacer una transición lenta a un alimento enlatado. Lograr que tu gato lleve una alimentación más apropiada para su especie con un mayor contenido de humedad, podría tomar semanas e incluso meses pero vale la pena el esfuerzo.
También puedes añadir agua a la comida de tu gato para ayudar a lubricar su colon. Y deberías considerar comprar una fuente de agua para mascotas para remplazar su tazón de agua. Muchos gatos prefieren tomar agua de una fuente en movimiento.
Más Ayuda Para las Mascotas Que No Pueden Defecar
Ejercicio. Los animales necesitan actividad física para mantenerse en movimiento, lo que incluye el movimiento de las heces a través del colon. La actividad física regular puede ayudar a prevenir o remediar el estreñimiento.
Enzimas digestivas o probióticos. Estos dos suplementos ayudaran con la mala digestión que generalmente es la causa del estreñimiento ocasional y la diarrea.
Fibra dietética adicional. En la naturaleza, el pelaje de la presa proporciona la fibra en la alimentación de un perro o gato. ¡Está de más decir que las mascotas domesticas no consumen mucho pelaje en sus comidas! Buenas fuentes de fibra para tu compañero de cuatro patas incluyen:
Cáscara de psyllium en polvo: ½ cucharadita por cada 10 libras de peso corporal, 1 a 2 veces al día en el alimento
Vegetales verdes de hoja oscura: 1 cucharadita por cada 10 libras de peso corporal, 1 a 2 veces al día con el alimento
Aceite de coco: ½ cucharadita por cada 10 libras de peso corporal, 1 a 2 veces al día con el alimento
Vinagre de sidra de manzana orgánico crudo y sin filtrar: ¼ cucharadita por cada 10 libras de peso corporal, 1 a 2 veces al día
Jugo de aloe (no el gel tópico): ¼ cucharadita por cada 10 libras de peso corporal, 1 a 2 veces al día con el alimento
Quiropráctica, acupuntura/presión y masajes. Estas terapias han demostrado ayudar con el estreñimiento crónico en mascotas.
Las recomendaciones anteriores son para perros y gatos que experimentan un episodio menor de estreñimiento. Si el problema de tu mascota es continuo o crónico o si no estás seguro de la causa, la mejor opción es llamar a tu veterinario para que te oriente.