Agra = Taj Mahal x 3! - Agra, India
Agra, India
Agra (del 16 al 19 de noviembre)
Fue un placer saber que después de Pushkar no había que luchar más por un pasaje en micro, ya que con 15 días de anticipación habíamos sacado pasajes de tren para Agra. Y nuevamente, viajar en tren resultó un placer, y en 6 horitas llegamos a esta ciudad, conocida por ese “pequeño” monumento llamado Taj Mahal…
Y sí, porque hablar de Agra es hablar del Taj Mahal… Pero antes del plato fuerte, les contamos que Agra es una ciudad bastaaaante grande (arriba del millón de habitantes), y que
en cuanto a monumentos, fuertes, etc, tiene mucho para ofrecer. Aunque nosotros la verdad que no hicimos casi nada! Jaja Nos alojamos en la zona mochilera, cerca de la puerta sur del Taj, y, como suele suceder, no era nada linda: fue volver a encontrarnos con la mugre, ruido, etc, de una ciudad grande de la India, pero bueno, paramos ahí por comodidad… y presupuesto! jaja
Ni bien llegados, ya desde el restaurant de la terraza del hotel tuvimos las primeras vistas (aunque era de noche, así que solo fueron sombras) del Taj Mahal, y a la mañana lo pudimos disfrutar desde la distancia…
Al día siguiente, luego de recorrer un poquito el barrio para hacer los trámites habituales (llevar ropa a lavar, cambiar plata, comprar ciertas cositas y ubicarnos un poco), fuimos al Taj Nature Park, que nos quedaba muy cerca, y desde ahí tuvimos no solo vistas increíbles del Taj a la distancia, sino también mucha tranquilidad, ya que dentro de los destinos turísticos de Agra, este es de los menos “famosos”. Ah, disfrutamos de un atardecer con el Taj de
fondo… inolvidable!
Pasando, ahora sí, al plato fuerte, el lunes 18 finalmente fuimos al Taj Mahal! Ya hacía un día y pico que estábamos en Agra, así que se imaginarán que Sabri no aguantaba más de la ansiedad por ir! Jaja Al tener una entrada muy cara (para los costos que se suelen manejar acá), decidir cuándo ir es todo un tema, ya que seguramente solo se pueda ir una vez... Pero ese, por suerte, no fue nuestro caso! Detalles más adelante, jeje
El lunes 18, entonces, entramos por primera vez al Taj, y lamentablemente no tenemos nada original para decir. Es un monumento que uno vio tantas veces en la tele, fotos, etc, escuchó tantas historias y mitos, escuchó y leyó tantos elogios, etc, que hasta nos daba un poquito de miedo de defraudarnos… No jodamos, se supone que es “el monumento al amor” más perfecto e importante del mundo!
Contando un mínimo de su historia, es el mausoleo que el emperador musulmán Shah Jahan erigió a orillas del río Yamuna en el año 1654 para su esposa preferida (eran musulmanes, así que tenía varias) luego de que ella muriera dando a luz a su 14to hijo. La intención fue “simple”: crear el paraíso en la tierra, para que su amada descanse en paz para toda la eternidad. Así, el mausoleo principal, los jardines, las “columnas” que lo enmarcan y todas las construcciones alrededor (mezquita, lugar para alojar invitados, lugar para alojar a los indigentes en la época lluviosa, etc) son una sola obra, pensada como un todo: el paraíso en la tierra. Todo el complejo sigue una simetría perfecta, únicamente alterada por la tumba
del propio emperador, que fue colocada al lado de su amante luego de su muerte.
Ah, como dato de color, poco tiempo después de terminar la construcción, el emperador fue derrocado por uno de sus hijos, quien lo puso en arresto domiciliario en el Fuerte de Agra… y así Shah Jahan pasó sus últimos días admirando el Taj y llorando por su esposa a la distancia, desde una ventana del fuerte. El mausoleo en sí mismo está como elevado sobre una plataforma gigante, logrando así un “detalle” único: se lo mire desde donde se lo mire, solo tiene el cielo de fondo, reforzando ese concepto de paraíso, como si estuviera flotando! El color típicamente blanco es por las gigantescas placas de mármol que se utilizaron, y todas las decoraciones están hechas de tallados e incrustaciones de piedras preciosas, siempre siguiendo la más estricta simetría, hasta el más mínimo detalle!
Como dijimos antes, teníamos un poco de miedo de que no nos maraville taaanto por todas las expectativas que genera… pero por suerte, no tenemos nada original para contar: fue piel de gallina y una fuerte emoción a primera vista! No podíamos dejar de mirarlo y sacarle fotos, desde uno y mil ángulos, y cada tanto pensar que su belleza está muchíssssimo más allá que la de cualquier otra cosa (creada por el hombre) que hayamos visto.
Para terminar, volver a lo que mencionamos antes: tuvimos la suerte de no ir una sola vez al Taj… ni siquiera 2, sino 3 veces!! Al día siguiente de que fuimos, nos cuentan que, no entendimos exactamente por qué, ese día la entrada era gratis: descreídos, nos
dirigimos nuevamente hacia la él, y sí, era verdad! Jaja Así que estuvimos un par de horitas más al mediodía, y otro par de horitas más para el atardecer! Una inesperada y hermooooosa sorpresa que nos llevamos para despedirnos de Agra, en la que no hicimos casi nada…
salvo ir 3 veces al Taj Mahal! Jeje
Muchos besos para todos, seguimos poniéndonos al día (si pasa mucho tiempo, cuesta plasmar todas las sensaciones que vivimos) y pronto seguramente tendrán nuestro último destino en India: nada más y nada menos que Varanasi!