VISIT TO CLANDESTINE GAMBLE CASINOS IN CUBA.
(Foto Orlando González).
“The corner of the rooster” is one of the most famous places for betting on the Communist island.
A VISIT TO THE CLANDESTINE CASINOS.
In the most intricate Matanzas heights, is one of the most popular illegal casinos in Cuba. A long path of difficult access through the mountain and the hills keep it out of the eyes of the authorities, as in the Communist Island this type of games is forbidden to decades ago.
“Large casinos in the world are located in big cities, luxury hotels or residential areas. Here must be so well intricate, in the mountains, and that is difficult and time-consuming to get (…) This is the closest thing to a casino that you’ll find in Cuba and here the stakes are big,”explains one of the owners of”El gallo”, a paragraph place created for the bets of all kinds and illegal tables games.
Chacho, one of its owners who thus became called by security issues added that “the game here is forbidden since 1959 and all we know ourselves what would happen if we take the police, but this place offers safety, have several workers at the top of the Hill to monitor any strange movement and so far has never happened”.
“Just to reach ‘The corner of the cock’ you can breathe an air of freedom, out of all the rules that the revolution has imposed on us. Board games, cards and dice for money, and bets of all, type make this special place (…) Here we feel as if we were in another country, outside of everything you have imposed on us for more than half a century,”said Lázaro Salvador, a Professor of literature who also claimed:”I like games and bets and I’ve never been in accordance with the measure put an end to that”.
In “El Rincón de gallo” all kinds of games and bets are welcome. “Chacho” CubaNet explains some of the favorite games and part of the run of the place.
“Here you can play everything for money. Favorite games include bingo, lottery, the Baccarat, the longana (a variant of Domino game played with six cards). The ‘silot’ with dice, the Goblet; the trio, which is a native variant of the North American poker and is played with three tacking cards face up on the table and an equal number in hand. There are three discards and until you request new barajas, they make bets,”describes
“Some of these games, as the silot, have been imported from Cuban prisons, and others like the beaker are more traditional and well known. But all report earnings because each table owner must pay us a tax of 30% of their earnings in our facilities. The entrance to the place also has a value of $2 per person”, has Chacho.
ALL YOU CAN PLAY
A new form of gambling is being implemented in these places. Sports like European football or national baseball series are targeted by Chacho, who intended to incorporate this type of betting their “casino”.
“Do the people in the streets. You bet in a game of soccer between Real Madrid and Barcelona both national baseball series. The only limitation that we have so far is to bring electricity up here. But we are thinking about doing so with an electric plant”continues.
About the dangers of the sport, to Chacho “everything has its risks, and that we know it. Thus we earn life to see what will happen in this country in the next few years”.
One of the most popular board games of the place is called “the coins of numbers”. The dealer deals some coins that have a number engraved (of the 1 to the 30) and them players bet to who has the greater number. The waiter gets 20% of the profits on each bet.
Here the offers gastronomic are varied and always at prices higher of it normal. “The risk we must pay it”, this was the response of the majority of sellers of food and drinks that were on the site. They must also pay a tax to the owners to sell their products in the place.
Although banned since 1959, today, 57 years later, the game – now clandestine – is still part of the life of Cubans who, even at the risk of going to prison, are still flocking to places as “the corner of the rooster”.
Agencies/Cubanet/Orlando González/Internet Photos/Excerpts/YouTube / Arnoldo Varona / TheCubanHistory.com
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[caption id="attachment_75729" align="aligncenter" width="606"] ARNOLDO VARONA@THECUBANHISTORY.COM
UNA VISITA A LOS CASINOS DE JUEGOS CLANDESTINOS DE CUBA.
“El rincón del gallo” es uno de los lugares más famosos para las apuestas en la isla comunista.
UNA VISITA A LOS CASINOS CLANDESTINOS.
Las apuestas por juegos con dados no pueden faltar (Foto: Orlando González)
En lo más intrincado de las alturas Habana-Matanzas, se encuentra uno de los casinos ilegales más populares de Cuba. Un largo camino de difícil acceso a través del monte y las lomas lo mantienen fuera de los ojos de las autoridades, pues en la isla comunista este tipo de juegos está prohibido hace décadas.
“Los grandes casinos en el mundo se encuentran ubicados en las grandes ciudades, en lujosos hoteles o zonas residenciales. Aquí debe ser así, bien intrincado, en las montañas, y que sea difícil y trabajoso llegar (…) Esto es lo más parecido a un casino que encontrarás en Cuba y aquí las apuestas son a lo grande”, explica uno de los dueños de “El rincón del gallo”, un apartado lugar creado para las apuestas de todo tipo y los juegos de mesas ilegales.
Chacho, uno de sus dueños que así se hizo llamar por cuestiones de seguridad añadió que “el juego aquí es prohibido desde 1959 y todos sabemos lo que nos pasaría si nos coge la policía, pero este lugar ofrece seguridad, tenemos varios trabajadores en lo más alto de la loma para vigilar cualquier movimiento extraño y hasta ahora nunca ha pasado nada”.
“Apenas llegar a ‘El rincón del gallo’ se puede respirar un aire de libertad, fuera de todas las normas que nos ha impuesto la revolución. Los juegos de mesa, cartas y dados por dinero, y las apuestas de todo, tipo hacen este lugar especial (…) Aquí nos sentimos como si estuviéramos en otro país, fuera de todo lo que nos han impuesto por más de medio siglo”, comentó Lázaro Salvador, un profesor de Literatura que también afirmó: “Me gustan los juegos y las apuestas y nunca he estado de acuerdo con la medida de acabar con eso”.
En “El rincón de gallo” todo tipo de juegos y apuestas son bienvenidos. “Chacho” explica a CubaNet algunos de los juegos preferidos y parte del funcionamiento del lugar.
Pese a las prohibiciones, los cubanos no han dejado de jugar (Foto: Orlando González
“Aquí se puede jugar de todo por dinero. Entre los juegos preferidos se encuentran la lotería, el bingo, el bacarat, la longana (una variante del dominó que se practica con seis fichas). El ‘silot’ con dados, el cubilete; el trío, que es una variante criolla del póker norteamericano y se juega con tres cartas viradas bocarriba en la mesa e igual número en la mano. Hay tres descartes y antes de que usted pida nuevas barajas, se hacen apuestas”, describe
“Algunos de estos juegos, como el silot, han sido importados desde las cárceles cubanas, y otros como el cubilete son más tradicionales y conocidos. Pero todos nos reportan ganancias porque cada dueño de mesa debe pagarnos un impuesto del 30% de sus ganancias por estar en nuestras instalaciones. La entrada al lugar también tiene un valor de dos dólares por persona”, cuenta Chacho.
TODO SE PUEDE JUGAR
Una nueva modalidad de apuestas se está implementando en estos lugares. Los deportes como el fútbol europeo o la Serie Nacional de Béisbol se encuentran en la mira de Chacho, quien pretende incorporar este tipo de apuestas a su “casino”.
“La gente en las calles lo hacen. Se apuesta tanto en un juego fútbol entre el Real Madrid y el Barcelona como en la Serie Nacional de Béisbol. La única limitación que tenemos hasta el momento es traer la electricidad hasta aquí. Pero estamos pensando en hacerlo con una planta eléctrica”, continúa.
Sobre los peligros de este deporte, para Chacho “todo tiene sus riesgos y eso lo sabemos. Así nos ganamos la vida hasta ver qué pasará en este país en los próximos años”.
Otro de los juegos de mesa más populares del lugar es llamado “las monedas de números”. El dealer reparte unas monedas que tienen un número grabado (del 1 al 30) y los jugadores apuestan a quien tiene el mayor número. El mesero obtiene un 20% de las ganancias en cada apuesta.
Aquí las ofertas gastronómicas son variadas y siempre a precios superiores de lo normal. “El riesgo hay que pagarlo”, esa fue la respuesta de la mayoría de los vendedores de alimentos y bebidas que se encontraban en el sitio. Ellos también deberán pagar un impuesto a los dueños por vender sus productos en el lugar.
Aun cuando prohibido desde 1959, hoy, 57 años después, el juego —ahora clandestino— sigue siendo parte de la vida de los cubanos que, incluso bajo el riesgo de ir a prisión, siguen acudiendo a lugares como “el rincón del gallo”.
Agencies/Cubanet/Orlando González/Internet Photos/Extractos/ YouTube/ Arnoldo Varona/ TheCubanHistory.com
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