2015-07-24

music art film review - REDEFINE magazine

Lulacruza Band Interview: Esperando el Tsunami Visual Album & Documentary (Bilingual English-Spanish Feature)



ENGLISH TEXT BY ELIZABETH PERRY; INTERVIEW BY VIVIAN HUA

Within the first few moments of Esperando el Tsunami, it is obvious that through their collaborative effort, Argentinian band Lulacruza and French cinematographer Vincent Moon have tapped into something special. Shortly after the title sequences have passed, visuals of sun-pierced white clouds, shot full-on from below, combine with the sound of high-pitched flutes and bells. From here, we're brought to an intimate, treehouse setting where Alejandra Ortiz and Luis Maurette of Lulacruza are making music along with others, trance-like amongst the wind and the trees. The rest of the visual album unfolds like a long statement, unfurling and deepening as the musicians travel from jungle to beach to mountain to ruined building, engaging with nature and a multitude of musicians and musical stylings along the way.

SPANISH TRANSLATION BY TANYA ORELLANA

Desde los primeros momentos de Esperando el Tsunami es obvio que a través de su esfuerzo colaborativo, la banda argentina Lulacruza y el cinematógrafo Vincent Moon han encontrado algo especial. Poco después de la secuencia de títulos, visuales de blancas nubes perforadas por el sol, filmadas completamente desde abajo, son combinados con el sonido de agudas flautas y campanas. A partir de aquí, somos transportados a un escenario íntimo, una casa de árbol en donde Alejandra Ortiz y Luis Maurette de Lulacruza tocan música junto con otros, como si en trance, en medio de los árboles y el viento. El resto de este álbum visual, se desarrolla como una larga declaración, desplegándose cada vez mas profundamente mientras que los músicos viajan de la selva a la playa, a la montaña, y a un edificio en ruinas, conviviendo con la naturaleza y una multitud de músicos y estilos musicales en su camino.



Filmed across Colombia between March and May of 2011, in conjunction with a documentary of the same title, Esperando el Tsunami is an audio-visual album that evolved as it was taking shape. Combining Moon's slow and immersive filming style with Lulacruza's unique combination of earthy ritual music and electronic instrumentation, the collaborators' original intent was to film something similar to the singer-songwriter featurettes and La Blogothèque "takeaway shows" that Moon is well known for.

"We would introduce [Vincent Moon] to a bunch of musicians that we knew," explains Maurette, "but it was going to take a year before he could even make it to Colombia, so in that time, the idea grew."

The possibilities that stood before Lulacruza were too great not to take advantage of.

Filmado a lo largo de Colombia entre Marzo y Mayo del 2011, en combinación a un documental del mismo nombre, Esperando el Tsunami es un álbum audio-visual que evolucionó mientras se iba formando. Combinando el estilo lento y profundo de Moon junto a la combinación original de música ceremonial e instrumentación electrónica de Lulacruza, el propósito original de estos colaboradores era filmar algo similar a los documentales cortos de cantautor y a los "takeaway shows" de La Blogothèque por los cuales Moon es bastante conocido.

"Nosotros íbamos a presentar [a Vicente Moon] a un montón de músicos que conocíamos," explica Maurette, "pero iba a tardar un año antes de que él pudiera viajar a Colombia, así que en ese tiempo, la idea fue creciendo."

Las posibilidades ante las cuales se encontraba Lulacruza eran demasiado grandes para no aprovechar.

Lulacruza - "Pensar Bonito" Visual Album Music Video

Following Musical Guides Through Colombia //
Siguiendo A Guías Musicales En Colombia

"We asked ourselves, 'What would we want to do?' We had the opportunity to work with somebody who was a really great cinematographer, and we could travel through Colombia," Maurette continues. "It just felt like we wanted to dig deeper. So we started asking these questions of where music comes from, and [whether] we could find a way to tap into the ancestral voices that influence the atmosphere of each place, and how that then turns into culture--these questions were what brought us to the project."

The first step was for Ortiz and Maurette to call upon connections Lulacruza had already forged with Colombian musicians through previous travels.

"We talked to five different people who have been studying and playing Colombian ancestral music for many years," says Ortiz, "and we asked them to take us to their teachers." With the help of those teachers -- or musical guides -- Ortiz, Maurette, and Moon made their way throughout the country and interacted directly with the diverse cultures they came in contact with.

Performing a combination of tracks from Lulacruza's most recent studio album, Orcas, as well as earlier songs and unreleased work, the musicians that appear in Esperando el Tsunami alongside Ortiz and Maurette represent a range of locations and experiences. The relationships these musical guides had with the types of music Lulacruza were exploring and the places they were traveling were integral to the visual album's success.

"[Some] were... musicians that have recorded albums, but others are just playing old types of music in their homes and for their communities," explains Ortiz.

"We contacted these musicians... in order to try to go to different regions, different parts of Colombia," Maurette says. "They were the ones that more specifically told us, 'Let's go to this little town; let's go to this bay; let's go to this mountain.'"

In the span of only nine tracks, the breadth of locales featured in Esperando el Tsunami is breathtaking, ranging from barren beaches and lush jungles to bustling cities and haunting ruins. The guides determined where exactly Lulacruza needed to go, "because they were experts in those regions and those music."

"It is known that in Colombia there are different regions--ecosystem regions," Maurette explains. These ecosystems include the Amazon jungle, the Andes Mountains, the Pacific Coast, the Caribbean Coast, and the Plains. "Each one... is very distinct in its nature, but also very distinct in its culture and its music.

"Nos preguntábamos, 'Qué es lo que queremos hacer?' Teníamos la oportunidad de trabajar con un gran cinematógrafo, y podíamos atravesar en viaje a Colombia," continua Maurette. "Simplemente sentimos que queríamos escarbar mas profundamente. Así que empezamos a preguntar de donde venía la música, y si habría alguna manera de encontrar esas voces ancestrales que influencian el ambiente de cada lugar, y como es que esto se convierte en cultura -- fueron estas las preguntas que nos llevaron hasta este proyecto."

El primer paso fue que Ortiz y Maurette llamaran a los contactos que Lulacruza había forjado con músicos Colombianos durante viajes anteriores.

"Hablamos con cinco personas diferentes quienes habían estado estudiando y tocando música ancestral colombiana durante muchos años," cuenta Ortiz, "y les pedimos que nos llevaran a conocer a sus maestros." Con la ayuda de estos maestros -- o guías musicales -- Ortiz, Maurette y Moon cruzaron el país e interactuaron directamente con las diversas culturas con las que iban haciendo contacto.

Presentando una combinación de canciones del álbum mas reciente de Lulacruza, junto con algunas canciones previas y grabaciones nunca antes publicadas, los músicos que aparecen en Esperando el Tsunami junto a Ortiz y Maurette abarcan toda una variedad de lugares y experiencias. Las relaciones entre estos guías musicales y los tipos de música que Lulacruza estaba explorando al igual que los lugares por los cuales iban viajando, fueron integrales al éxito del álbum visual.

"[Algunos] eran... músicos que han grabado discos, pero otros simplemente están tocando estos tipos de música antigua en sus casas y para sus comunidades," nos explica Ortiz.

"Nos pusimos en contacto con estos músicos... para intentar llegar a diferentes regiones, diferentes partes de Colombia," cuenta Maurette. "Eran ellos quienes nos decían mas específicamente 'Vayamos a este pueblito; vayamos a esta bahía; vayamos a esta montaña.'"

En el transcurso de únicamente nueve canciones, la amplitud de lugares presentados en Esperando el Tsunami es impresionante, variando desde las playas desoladas y frondosas selvas hasta ciudades desbordantes y evocadoras ruinas. Los guías determinaron exactamente a donde Lulacruza necesitaba ir, "porque ellos eran expertos en esas regiones y esos tipos de música."

Se sabe que en Colombia hay diferentes regiones -- regiones de ecosistemas," explica Maurette. Estos ecosistemas incluyen la Selva Amazónica, la Cordillera de los Andes, la Costa del Pacífico, La Costa del Caribe y los Llanos Orientales. "Cada uno de ellos... es muy diferente en su naturaleza, pero también muy distinto en cuanto a su cultura y su música."

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Tapping Into Native Lands //
Conexión con las Tierras Indígenas

By traveling among Colombia's diverse regions, Lulacruza attempted to explore and capture the essences of each.

"We went to the Pacific Coast," Ortiz says, giving an example, "where it is rainforest and [there are] a lot of indigenous and Afro descendants, and they play marimba and also some indigenous flutes... We also went to the Sierra Nevada, the Santa Maria, a very sacred mountain on the Caribbean Coast, where indigenous people live, [and] we went to some islands on the Caribbean, two smalls towns around where kumbia was born."

In order to tap into the essences of these places, the collaborators needed to truly engage with each other and be present in the natural environments that surrounded them. The visual and sonic examples of their hands-on interactions are evident throughout Esperando el Tsunami, in which nature is not only a backdrop but also a part of the music. During "Pensar Bonito," in Parque Tayrona, Magdalena, we see Maurette play water in a cave like a drum, while in "El Agua Abarca," the sound of the ocean in Ladrilleros, Valle del Cauca melds with Lulacruza's melodies. Between "Lagunita" and "Vuelvo a la Orilla", we witness Ortiz's stringed instrument, a cuatro, being played by the wind atop a mountain. These improvisations were spur-of-the moment, and according to Ortiz, Moon's ability to capture it all in the way that he did was "magical."

"I'm used to doing what I do," she says, "I'm sort of... in a trance state, and I receive melodies, and I'm making this whole thing, but he could capture that."

Moon's role, at times, felt more like that of a "dancer" than a "film guy," Maurette adds. Because Moon remained so close to the musicians during the filming and because he moved wholly with the music, he was able to truly become part of the experience.

"He's not outside; he's really inside... he's in it," Ortiz explains. "He's part of the flow that's moving through [us]."

Al viajar a través de estos lugares de Colombia, Lulacruza ha intentado explorar y capturar la esencia de cada uno de ellos.

"Viajamos a la Costa Pacífica," cuenta Ortiz, dándonos un ejemplo, "en donde es bosque tropical y existen muchos descendientes indígenas y Africanos, quienes tocan la marimba y también algunas flautas... También fuimos a la Sierra Nevada, a Santa María, una montaña sagrada en la costa Caribeña, en donde la gente indígena vive. Viajamos también a algunas islas del Caribe, a dos pueblitos por donde nació la cumbia."

Para poder encontrar las esencias de estos lugares, los colaboradores necesitaron realmente involucrarse el uno con el otro y hacerse presentes en los ambientes naturales que los rodeaban. Los ejemplos visuales y auditorios de sus interacciones prácticas son evidentes a lo largo de Esperando el Tsunami en el cual la naturaleza no es solo un telón de fondo sino también parte de la música. Durante "Pensar Bonito," en Parque Tayrona, en Magdalena, podemos ver a Maurette tocando el agua en una cueva como si fuera un tambor, mientras que en "El Agua Abarca," el sonido del mar de Ladrilleros, en Valle del Cuca, se une a las melodías de Lulacruza. Entre "Lagunita" y "Vuelvo a la Orilla," somos testigos del instrumento de cuerda de Ortiz, un cuatro, siendo tocado por el viento en la cumbre de una montaña. Estas improvisaciones sucedieron en el momento, y según nos dice Ortiz, la habilidad de Moon para capturarlo todo de la manera en que lo hizo fue "mágica."

"Estoy acostumbrada a hacer lo que hago," nos dice ella, "Me pongo como... en un estado de trance, y recibo melodías, y voy creando todo esto, y él fue capaz de capturarlo."

El papel de Moon, se sentía a veces, mas como el de un "bailarín" que "cineasta" añade Maurette. Debido a que Moon se mantuvo tan cerca de los músicos durante la filmación y porque se movía completamente con la música, él fue verdaderamente capaz de convertirse en parte de la experiencia.

"El no se encuentra por fuera; él esta realmente adentro... es parte de esto," explica Ortiz. "El es parte de la corriente que se mueve a través de nosotros."

Lulacruza - "Vuelvo a la Orilla" Visual Album Music Video

Forging Human Connections //
Creando Vínculos Humanos

In addition to connecting with one another, it was important for Ortiz, Maurette, and Moon to forge bonds with the other musicians and cultures they collaborated with along the way. In "Lagunita," we see Ortiz and Maurette play a ritualistic song before an intimate crowd of people in Cabo de la Vela, Guajira; in "Vuelvo a la Orilla," we get a glimpse into the hustling, bustling city of Guapi, Cauca; and in "Montañita," Ortiz and Maurette playfully and percussively engage with musicians in a small room crowded with instruments and objects reminiscent of folklore in Buenaventura, Valle del Cauca.

According to Ortiz, their initial musical guides helped connect them to additional collaborators. "[The collaborators] were open because we went to people who were already in a relationship with our guides, so they were like family to them, or close," she explains.

Often, interacting with these musicians and spiritual figures required Lulacruza and Moon to be truly open themselves.

"They don't really ask for explanations, but they do an energy scan," Ortiz explains, describing the steps they took to travel to the Sierra Nevada region. "So you put your intention about why you are here, and you take this cotton ball that comes from their land, and you sort of meditate with it and put your intentions there. And the spiritual elder takes it and puts it in his hand, and he checks to see if it's aligned with their own purpose, and with what the spirits want."

"It was beautiful to enter into their logic," Ortiz adds.

In every region they traveled to, Lulacruza and Moon found themselves having to adapt to the "rules" of each place, and sometimes, those rules clashed with the pace at which they were used to working.

"To go up to the Sierra Nevada," Maurette gives as an example, "we had to spend four, five days in conversations... for them to give us permission to go..."

"You go, you have to take coffee, and there's food, and then you eat," Ortiz continues, "and then you're sharing...and then maybe they bring out their instruments. Maybe."

Although it was crucial to their process, adapting to the pace of the cultures they interacted with, and overcoming the feeling of being outsiders, proved to be challenging for Ortiz, Maurette, and Moon, who were working intimately together for the first time.

"We didn't know Vincent so much. He didn't know us; he didn't speak Spanish --" Maurette explains, "-- so lots of times we were kind of the translators."

At times, the idiosyncrasies of the people they interacted with created tension when members of the project became lost or frustrated at how slow events were transpiring.

"You can't rush it; you have to earn their trust," Maurette determines. Going with only your goal in mind and thinking you know what you want does not bring about results. According to Ortiz, "See[ing] what's being offered, and being receptive enough to get it" is key.

Aparte de tener una conexión el uno con el otro, era importante para Ortiz, Maurette y Moon que se forjaran vínculos con otros músicos y culturas con las cuales iban colaborando a través de su jornada. En "Lagunita," podemos ver a Ortiz y a Maurette tocando una canción ceremonial delante de un grupo íntimo de gente en Cabo de la Vela, en Guajira; en "Vuelvo a la Orilla," se nos da un vistazo dentro del movimiento y ajetreo de la ciudad de Guapi en Cauca; y en "Montañita," Ortiz y Maurette interactúan de manera juguetona con músicos dentro de un pequeño cuarto rebosante de instrumentos y objetos evocativos del folklore de Buenaventura, en Valle del Cauca.

Según nos cuenta Ortiz, los guías musicales que tuvieron en un principio los ayudaron a hacer conexiones con colaboradores adicionales. "[Los colaboradores] fueron receptivos porque fuimos con gente que ya tenia una relación establecida con nuestros guías, así que para ellos eran como familia, o muy cercanos." nos explica.

Muy seguido, interactuar con estos músicos y figuras espirituales requería que Lulacruza y Moon fueran también realmente abiertos ellos mismos.

"En realidad no te piden explicaciones, pero se fijan en tu energía," explica Ortiz, describiendo los pasos que siguieron para viajar a la región de la Sierra Nevada. "Así que das tu intención de por que estas ahí, y tomas un copo de algodón proveniente de esa tierra, meditas con él y le pones tus intenciones. El guía espiritual mayor lo toma y lo pone entre sus manos, y lo revisa para ver si está en alineación con sus mismos propósitos y con lo que los espíritus quieren."

"Fue hermoso adentrarse en su lógica," añade Ortiz.

En cada región a la que viajaron, Lulacruza y Moon se dieron cuenta de que tenían que adaptarse a las "reglas" de cada lugar, y a veces, esas reglas eran contradictorias al ritmo con el cual ellos estaban acostumbrados a trabajar.

"Para subir a la Sierra Nevada," nos da de ejemplo Maurette, "teníamos que pasar cuatro, cinco días en conversaciones... para que se nos diera permiso de ir..."

"Tu vas, tienes que tomar café, y también hay comida, así que comes," continúa Ortiz, "y luego te pones a compartir... y después, tal vez, ellos saquen sus instrumentos. Tal vez."

Aunque fue esencial para el proceso, adaptarse al ritmo de las culturas con las que estaban interactuando y superar el sentirse como extranjeros, resultó ser un desafío para Ortiz, Maurette, y Moon, quienes estaban trabajando de manera tan cercana por primera vez.

"No conocíamos muy bien a Vincent. Él tampoco nos conocía a nosotros; no hablaba español" explica Maurette, "así que muchas veces nosotros éramos como los intérpretes."

Había veces, en que las idiosincrasias de la gente con la que interactuaban eran causa de tensión cuando miembros del proyecto se sentían perdidos o frustrados frente a lo despacio en que los eventos se iban desarrollando.

"No puedes apresurar las cosas; tienes que ganarte su confianza," nos dice Maurette. Ir solo con tu objetivo en mente y pensando que sabes qué es lo que quieres, no garantiza resultados. Según nos dice Ortiz, "Ver lo que se te está ofreciendo, y ser lo suficientemente abierto para recibirlo" es primordial.

Lulacruza - "Lagunita" Visual Album Music Video

"There is a clear voice from the earth, and from the water, and it can be found in the rivers and the birds. Music is very connected to the natural world." // "Existe una voz muy clara proveniente de la tierra, y del agua, y puede ser encontrada en los ríos y en los pájaros. La música esta bien conectada al mundo natural." - Alejandra Ortiz, Lulacruza

The Nature Is Universal //
La Naturaleza es Universal

Throughout this challenging and evolving process, Ortiz, Maurette, and Moon discovered that even within the distinct cultures and musics they were exploring, there were origins and similarities they could decipher that ran even deeper. Ortiz describes traveling close to Bogota in the Andes Mountains, to a desert peninsula where a very "strong" group of indigenous people live, saying, "They play these flutes...into the wind, while they take care of the goats. People cannot believe that it's in Colombia. [The sound] is different from the rest of the country, from everything around... It's the sound of the land."

Maurette also observed that within the distinct musics, there were similarities he could notice among Coastal and desert musics he'd encountered before -- similarities that were derived not simply from people being descendants of the same ancestors.

"There's something else [contributing to the music], that almost lives there, and when you're there, you kind of tap into that," Maurette explains.

These realizations contributed to the growing philosophy behind the project that took shape as the project itself evolved. In setting out to explore the ancestral voices that tie people to places and contribute to culture, and by "listening deeply to the land," Lulacruza discovered that "all the music is already there; nature is music," according to Ortiz.

"There is a clear voice from the earth, and from the water, and it can be found in the rivers and the birds," she continues. "Music is very connected to the natural world."

Even though Lulacruza were recording and performing their own songs along the way, what became most important for them was to capture the pre-existing music that flowed through them from the land, the more deeply they listened to and interacted with it.

"I think what ended up happening with the film is not so much about us as it is about listening through us," Maurette explains. "Seeing the landscape through our ears."

By engaging with each other, the people, and the land, Lulacruza and Vincent Moon were able to capture not just a series of performances but also the spiritual journey that took place when these deep connections between nature and culture were tapped into.

"We were always reacting and co-creating with the places that we were in and the people that we were meeting," Maurette says.

It is fitting that Esperando el Tsunami's message of "interconnectivity" emerged through a process that was largely improvised and more spiritual than it was performative.

"Our goal was to keep a 'deep listening' attitude, so that included anything we met and anyone we collaborated with," Maurette describes. "It was always kind of a state of improvisation -- the entire trip."

The result is a stand-alone visual album that succeeds not only sonically and visually, but also as a documentation of this spiritual journey, which for all was a moving one.

"I remember at one point I told Vincent --" Ortiz recalls of their experience getting to the Sierra Nevada, "--'They don't care that you are a famous filmmaker. They don't have TV; they don't have Internet. They care about you being a good person or not, and [whether you're] carrying a good message.' So it was a humbling experience, in a way, for everyone in the project."

A través de este desafiante proceso en constante evolución, Ortiz, Maurette, y Moon descubrieron que existían dentro de las diferentes culturas y melodías que estaban explorando, orígenes y similitudes que podían ser descifrados y que eran aún mucho mas profundos. Ortiz describe viajar cerca de Bogotá por la Cordillera de los Andes, hacia una península desierta en donde un grupo muy "fuerte" de gente indígena vive, y nos platica, "Ellos tocan sus flautas... con el viento, mientras que están cuidando a las cabras. La gente no puede creer que esto sea en Colombia. [El sonido] es diferente al resto del país, diferente al de todos los alrededores... es el sonido de la tierra."

Maurette también observó esto dentro de distintas melodías. Se dio cuenta que existían similitudes entre la música de la Costa y música del desierto a la que él había estado expuesto antes -- similitudes que no fueron derivadas simplemente porque esta gente fueran descendientes de los mismos ancestros.

"Existe algo más [contribuyendo a esta música], es casi como que esto ahí viviera y cuando estas ahí, como que tienes acceso," explica Maurette.

Llegar a estas iluminaciones, contribuyó a la emergente filosofía detrás de este proyecto, la cual tomó forma al mismo tiempo que el proyecto en si iba evolucionando. Al ir a buscar a las voces ancestrales que unen a la gente a los lugares y que contribuyen a la cultura, y a través de "escuchar atentamente a la tierra," Lulacruza descubrió que "toda la música ya existe ahí; la naturaleza es música," de acuerdo a lo que nos dice Ortiz.

"Existe una voz muy clara proveniente de la tierra, y del agua, y puede ser encontrada en los ríos y en los pájaros," ella continúa. "La música esta bien conectada al mundo natural."

Aunque Lulacruza iban grabando y tocando sus propias canciones a lo largo del camino, lo que se convirtió en lo mas importante para ellos, fue capturar esa música ya existente que fluía a través de ellos desde la tierra, entre mas atentos escucharan ellos e interactuaran con ella.

"Creo que lo que terminó sucediendo con el video, es que no se trata tanto acerca de nosotros si no mas bien se trata de escuchar a través de nosotros," explica Maurette. "Ir viendo el paisaje a través de nuestros oídos."

Al involucrarse el uno con el otro, con la gente, y con la tierra, Lulacruza y Vincent Moon fueron capaces de capturar no sólo una serie de presentaciones musicales si no también la jornada espiritual que se llevó a cabo cuando estas profundas conexiones entre la naturaleza y la cultura fueron exploradas.

"Siempre estuvimos reaccionando y co-creando con los lugares en los que nos encontrábamos y con la gente a la que íbamos conociendo," dice Maurette.

Es apropiado que el mensaje de "interconexión" de Esperando el Tsunami, haya surgido a través de un proceso que fue principalmente improvisado y mucho más espiritual que de interpretación musical.

"Nuestro objetivo era mantener una actitud de 'escuchar atentamente,' y esto incluyó a lo que fuera que encontráramos y cualquier persona con la que hayamos colaborado," relata Maurette. "Nos encontramos siempre en un estado de improvisación -- durante todo el viaje."

El resultado es un álbum visual autónomo, exitoso no solo de forma sónica y visual, sino que también como documentación de esta jornada espiritual, la cual fue conmovedora para todos.

"Recuerdo que a cierto punto le dije a Vincent-" Ortiz relata la experiencia de llegar a la Sierra Nevada, "-'A ellos no les importa que tu eres un cineasta famoso. Ellos no tienen televisión; no tienen Internet. A ellos les importa si eres buena persona o no, y si llevas contigo un buen mensaje." Así que fue una experiencia que de cierta manera, nos enseño a todos los involucrados en el proyecto, a ser más humildes.

Lulacruza - Esperando El Tsunami Full Visual Album

ESPERANDO EL TSUNAMI TRACKLISTING
0:00 Invocación (feat Aterciopelados)
3:20 Pensar Bonito (feat Teto Ocampo, Jimena Angel & Manuela Ocampo)
8:01 Una Sola (feat Anne Swing)
12:18 Lagunita
20:34 Vuelvo a la Orilla (feat Agusá & Original)
25:42 El Agua Abarca
31:01 Montañita (feat Cuama & Rocio Medina)
35:01 El Centro (feat Frente Cumbiero)
38:36 Sheltered Me

Exploring the Recording Style of Esperando el Tsunami //
Explorando el Estilo de Grabación de Esperando el Tsunami

As a unique project, creating Esperando el Tsunami presented its own unique set of challenges. From the beginning, Lulacruza intended for the visual album to stand alone in terms of its sound.

"The concept was for it not to sound like a visual album, but to actually sound like an album," Maurette describes, "so we did a lot of post-production work."

The sounds we hear on the visual album -- both instrumental and from nature -- are a combination of sounds recorded on site with parts that were cleaned up and mixed or added in later. Lulacruza adapted from Moon's usual recording set-up with the help of their friend Andres Velasquez, a sound engineer who traveled with them during the making of the visual album.

"Vincent had a set-up that was more based towards singer-songwriters, you know -- something that's much more guitar and vocals, or violin and voice," Maurette explains.

Intending to record with many drums and other instruments that would be difficult to capture with a minimal setup, Lulacruza compensated by employing a variety of microphones, hidden throughout the scenes, in order to encompass different types of sound. This set-up undoubtedly contributed to the richness of the visual album's final sound quality, but it made post-production difficult.

"Sometimes we would just use one microphone out of everything recorded, and sometimes we would just use the ambiance, or a combination," Maurette describes.

Bringing the recordings to more of an "album sound" required adding some overdubs and synthesizers and enhancing and equalizing certain sounds and vocal tracks.

"It was a long process" that wasn't easy, Maurette says, "because you always have little problems -- little pops of the microphones, or here's a car passing by that you can hear... There's always things you kind of have to juggle."

Al ser un proyecto original, la creación de Esperando el Tsunami tuvo su propio grupo de desafíos originales también. Desde el principio, Lulacruza intentaba que el álbum visual pudiera ser autónomo en cuanto a su sonido.

"La idea era que no sonara como un álbum visual, si no que como un álbum regular," describe Maurette, "así que lo manipulamos bastante en la posproducción"

Los sonidos que escuchamos en el álbum visual --ambos los instrumentales y los de la naturaleza- son una combinación de sonidos grabados ahí mismo y con partes que fueron limpiadas y mezcladas o agregadas después. Lulacruza se adaptó al equipo de grabación de Moon con ayuda de su amigo Andrés Velásquez, un ingeniero de sonido que viajó con ellos durante la creación del álbum visual.

"Vincent tenía una configuración de equipo que estaba dirigida más hacia los cantautores, tu sabes -- para algo que tuviera mas guitarras y coros, o violín y voz," explica Maurette.

Al intentar grabar con muchos tambores y otros instrumentos que serían difíciles de capturar con una instalación de equipo mínima, Lulacruza tuvo que compensar y utilizar una variedad de micrófonos, escondidos a lo largo de las escenas, para poder capturar todos los diferentes tipos de sonido. Esta configuración, sin duda alguna, contribuyó a la riqueza de la calidad final en el sonido de este álbum visual, pero hizo que la posproducción fuera difícil.

"Algunas veces, únicamente utilizábamos un micrófono de todo lo que se había grabado, otras veces, utilizábamos únicamente los sonidos de fondo, o una combinación de ambos," cuenta Maurette.

Hacer que las grabaciones llegaran a tener un "sonido de álbum" requirió agregar sonidos sobrepuestos y sintetizadores al igual que realzar y equilibrar ciertos sonidos y pistas vocales.

"Fue un proceso largo, que no fue fácil," dice Maurette, "porque siempre hay problemillas -- pequeñas explosiones de los micrófonos, o por ahí va pasando un carro y puedes escucharlo... Siempre hay cosas que vas a tener que balancear."

Lulacruza - Esperando El Tsunami Documentary

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Lulacruza Band Interview: Esperando el Tsunami Visual Album & Documentary (Bilingual English-Spanish Feature)

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