2014-08-24

Carta del presidente de la isla de Gran Canaria

Sr. presidente del Gobierno de Canarias: El Gobierno que usted preside, con el apoyo de CC y PSOE, se viene caracterizando por un sectarismo vergonzoso contra la isla de Gran Canaria y contra las propuestas que el Cabildo de esta isla, que tengo el honor de presidir, viene planteando, desde junio de 2011, como gobierno de Gran Canaria.

Ser de Gran Canaria y tener mayoría de PP, parecen ser dos pecados que en la política de su gobierno pesan sobremanera y justifican perjudicar a esta isla sin reparo alguno, eso sí a veces con apoyos interiores de determinados medios e individuos que parecen regocijarse con ese perjuicio injustificado.

Le he planteado, en varias ocasiones, diversos temas no solo para que se trate con más justicia a esta isla, sino también para recuperar el adecuado equilibrio autonómico (capitalidad compartida, ley de sedes, etc…), porque creo sinceramente que solo con ese espíritu de moderación, de ponderación y de solidaridad puede sobrevivir una autonomía que muchísimos grancanarios percibimos hoy como orientada a recuperar la hegemonía de una sola isla, la vieja y superada provincia única, con seis satélites, entre ellos Gran Canaria.

De todas las cuestiones que, con datos objetivos, le he planteado, NO HA RESUELTO NI UNA SOLA EN FAVOR de Gran Canaria, y por consiguiente poniendo en riesgo ese equilibrio necesario y que constituye el verdadero espíritu autonómico, inspirador de un Estatuto de Autonomía que yo defendí como el que más, pensando que sería así ejecutado e interpretado. Me equivoqué y conmigo muchos grancanarios de buena fe, pero igualmente autonomistas de todas las islas, que creen en ese espíritu de equilibrio y solidaridad.

A lo largo de estos más de 30 años de autonomía, Gran Canaria ha demostrado ser la más solidaria y la más auténticamente autonomista de todas las islas. (Véase, si no el esfuerzo en recaudación de impuestos de cada isla, a lo largo de estas décadas, datos que usted y su gobierno ocultan siempre sospechosamente).

Frente a eso, y a pesar de eso, a Gran Canaria se le limita el crecimiento turístico y se rechaza, en el Parlamento de Canarias, por primera vez, en la historia autonómica una iniciativa legislativa de un Cabildo, impidiendo con ello equipararnos en plazas hoteleras de 4 estrellas y limitando la creación de empleo, (miles de puestos de trabajo para una isla con el mayor índice de paro); no se hace nada por compensar el fraude de los censos erróneos, donde una isla se beneficia durante años y años de aparentar más habitantes que los reales y no hay ni disculpas pedidas, ni la justa restitución de lo indebidamente percibido; se sigue con el abultado desequilibrio en representación externa (Proexca, Oficina Canaria en Bruselas, Promotur); se hacen oídos sordos al desequilibrio patente en obras hidráulicas o en puertos canarios; se menosprecia y rechazan ofertas de prefinanciación a carreteras imprescindibles para Gran Canaria (la Aldea, IV Fase Circunvalación), se nos recortan las ayudas en emergencia, mientras con pueriles argumentos se mantienen para otras islas… y así un larguísimo etc… que incluye temas tan dolorosos como el desequilibrio patente y sostenido hasta en el tratamiento de enfermos de cáncer (3 aceleradores oncológicos, en la provincia de Las Palmas, 7 en Santa Cruz de Tenerife).

Recientemente, en el colmo de la incoherencia política y dejando incluso en ridículo a las dos Universidades Canarias y a otras Instituciones (Museo Canario, etc..) y a los más prestigiosos historiadores, funcionarios, juristas y técnicos, su gobierno ha rechazado la declaración como BIC Histórico y Paisajístico del Oasis de Maspalomas, aunque se ha comprometido –ya veremos cómo y hasta dónde- a proteger el Palmeral.

La historia no debe discutir ahora sobre el paso de Colón por Gran Canaria y en concreto por Maspalomas hecho indubitado. Pero la historia si valorará que fue usted y el gobierno que preside quienes negaron mayor protección al único oasis que hay en Europa, un referente indudable de nuestro paisaje y de nuestra historia, y símbolo turístico clave de Gran Canaria. Mientras tanto, y con tintes claramente electoralistas, internos y externos ud. se centra en plantear un conflicto institucional con España, desconociendo que la mayoría de los canarios no nos sentimos representados por sus expresiones, al considerarnos, por supuesto, canarios pero también españoles.

Rebaje Ud. la tensión con el Estado y concéntrese en resolver los conflictos de nuestro propio archipiélago, entre ellos, quizás el más grave este trato injusto y discriminatorio con Gran Canaria, la isla que más aporta con sus ingresos a los presupuestos de la Comunidad Autónoma. Nos quedan pocos meses de este mandato que termina a mitad de 2015. Presidente, aprovéchelos Ud. para corregir el rumbo equivocado con Gran Canaria. Ahora tiene una magnífica ocasión de hacerlo levantando ya, de inmediato, la prohibición de construir nuevos hoteles y apartamentos de cuatro estrellas en esta isla, en suelo ya clasificado, y con ello paliando la desventaja que tenemos en ese segmento de nuestra oferta alojativa.

José Miguel Bravo de Laguna / Las Palmas de Gran Canaria

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