2015-10-15

leticia robles rosa CIUDAD DE MÉXICO. Identificado por la comunidad universitaria como el delfín del exrector Juan Ramón de la Fuente, el director de la Facultad de Medicina, Enrique Graue, asegura que no le conviene al gobierno federal reducir el presupuesto de la UNAM, a pesar de los problemas económicos, pues se trata de la institución de educación superior del país más reconocida en México y en el extranjero. “No obstante, considero que toda administración debe contar con un plan de contingencia para que, en el caso de reducciones inesperadas, pueda haber una respuesta administrativa eficaz para salvaguardar las funciones sustantivas de nuestra casa de estudios”, dice. Desde la opinión de diversos profesores e investigadores que hacen campaña por otros aspirantes, este oftalmólogo con reconocimientos como un académico de alta calidad, tiene en este proceso sucesorio el hándicap en contra de ser el director de la Facultad de Medicina, pues ya los médicos gobernaron la UNAM en los últimos 16 años y el ánimo universitario se inclina por la presencia de otro gremio en la conducción de la máxima casa de estudios. Sin embargo, Enrique Graue confía en que su trabajo al frente de la Facultad de Medicina es su fortaleza ante la Junta de Gobierno, como lo expone en su plan de trabajo. Enrique Graue Wiechers fue parte de la planta de académicos de la Facultad de Medicina cuando Juan Ramón de la Fuente fue el director, previo a que se incorporara al gobierno de Ernesto Zedillo en diciembre de 1994; incluso fue en su periodo en el cual comenzó a tener puestos de responsabilidad académico-administrativa en la propia Facultad. Pero como la mayoría de los integrantes de la Facultad de Medicina, trabajó cerca del grupo de De la Fuente, cuando formaba una fuerte mancuerna política con el actual rector, José Narro Robles, y de acuerdo con los académicos que lo conocen desde la mitad de la décadas de los noventa fue su fortaleza para convertirse en el director de esa Facultad desde 2008 y lograr el respaldo de la Junta de Gobierno para la reelección, ya durante el gobierno de José Narro Robles. Sin embargo, el distanciamiento entre Juan Ramón de la Fuente y José Narro Robles, a raíz de que éste asumió la Rectoría, llevó a Enrique Graue a mantenerse más cerca del primero, y esos son los antecedentes que hoy lo colocan como el candidato del exrector. De manera formal, Excélsior solicitó una entrevista con el director de la Facultad de Medicina para hablar sobre estas versiones que corren por el territorio universitario, como lo hizo con Francisco Bolívar Zapata, Rosaura Ruiz y María Leoba Castañeda, cuyas candidaturas también han tenido voces críticas, pero no fue posible que el doctor hablara con esta reportera. La decisión de la Junta de Gobierno de hacer públicos los planes de trabajo de los aspirantes a suceder a José Narro Robles permiten conocer parte importante del pensamiento que tiene el director de la Facultad de Medicina en torno al futuro de la Universidad Nacional. Coordinador del Comité Académico de Oftalmología en la División de Estudios de Posgrado e Investigación de la Facultad de Medicina de la UNAM, a partir de febrero de 1994, Enrique Graue asegura que cree en “una universidad tolerante e incluyente, que dé cabida a todas las creencias y a los descreídos, a los que tienen recursos económicos y a los desposeídos, a las distintas preferencias sexuales y a las diversas corrientes ideológicas; que promueva la equidad de género, reconozca las diversas etapas por las que atraviesa la mujer y le brinde apoyos específicos para que no quede limitada en su vida académica y, todo ello, en un ambiente de respeto, equidad e igualdad”. Copartícipe del esfuerzo cotidiano de la UNAM por lograr un trato presupuestal que le permita cumplir con sus funciones de docencia, investigación y difusión, porque como director de una Facultad también realiza cabildeos en busca de recursos, este oftalmólogo que también dirigió la división de posgrado de la Facultad recuerda que el presupuesto que ha obtenido la Universidad Nacional le permitió crecer y tener mayor presencia nacional e internacional. Sabe que el próximo rector de la UNAM deberá enfrentar problemas económicos, porque el país mismo tiene una perspectiva económica difícil, por factores como la caída de los precios internacionales del petróleo y porque, desde su perspectiva, la reforma hacendaria del presidente Enrique Peña Nieto ha tenido un “bajo impacto”. Pero además, porque en el horizonte económico del país existe un “escaso resultado de las nuevas reformas constitucionales”. Todos esos elementos, dice, “no nos permiten avizorar tiempos promisorios. Es fácil predecir que la UNAM pueda verse afectada con la situación económica del país y que habrá que trabajar incansablemente con las distintas autoridades y cuerpos de representación, para lograr que los presupuestos de la UNAM y de las instituciones de educación superior no se vean afectados. “Tengo la confianza y la certeza de que el Estado cuidará que a la Universidad no le falten recursos financieros, y existen sobradas razones para que no sea conveniente para México que esto pueda llegar a suceder. La UNAM es la institución de educación superior del país más reconocida en México y en el extranjero. “La imagen que la sociedad mexicana tiene de la Universidad es la de una institución independiente. Sólida, confiable y necesaria para el desarrollo del país. Así se ha reconocido en el pasado reciente por el Congreso de la Unión, la Asamblea Legislativa del DF y los congresos de los estados de Hidalgo, México, Puebla y Morelos”. Pero como sabe la importancia del dinero, considera que “toda administración debe contar con un plan de contingencia para que, en el caso de reducciones inesperadas, pueda haber una respuesta administrativa eficaz para salvaguardar las funciones sustantivas de nuestra casa de estudios. En ello deberá trabajar anualmente la administración central y estar lista para su eventual implementación sin detener la marcha de nuestra universidad”. Una UNAM propositiva Centrado más en la vida interna de la Facultad de Medicina, más que en la administración general de la Universidad Nacional, porque las posiciones de decisión que ha ocupado son dentro de su escuela, Bauer Wiechers se ha acercado a la realidad cotidiana general de la máxima casa de estudios a partir de las comisiones que integra en el renovado Consejo Universitario, como la Comisión de Trabajo Académico. Así, apuesta por una universidad que sea propositiva y mantenga su liderazgo nacional, y con ello incremente su liderazgo internacional. La UNAM, dice, “mantiene un liderazgo natural entre todas las instituciones de educación superior nacionales y en las políticas de Estado relacionadas con la educación y la investigación. Es un liderazgo que debemos mantener”. Relata que “en forma reiterada se ha presentado la posición académica y social de la UNAM a través de documentos que expresan la opinión colegiada de distinguidos miembros de su comunidad sobre los problemas nacionales, que en forma apremiante aquejan al país. “Los más recientes y destacados fueron el debate universitario que se organizó sobre la Reforma Energética, cuyos resultados se entregaron al Senado de la República, así como los documentos Elementos para la Construcción de una Política de Estado para la Seguridad y la Justicia en Democracia y La Educación en el Futuro de México. Con ello, la Universidad mostró su capacidad de análisis propositivo, reforzó su compromiso con el país, y su presencia y liderazgo nacionales”, resalta. Habla de los 47 convenios que la UNAM tiene firmados por las instituciones de educación superior, para que al menos dos mil 600 académicos, en forma anual, colaboren y tengan presencia en esas instituciones, amén de que la Universidad nacional recibió a 650 académicos provenientes de otras universidades del país. “En lo internacional, en el año 2009 la institución se hizo acreedora del Premio Príncipe de Asturias por sus aportaciones a la docencia, la investigación y la difusión del conocimiento en Iberoamérica. Su prestigio internacional ha continuado creciendo y se han sembrado las condiciones para que esto siga sucediendo”, considera. Prestigio internacional El también presidente de la Fundación Conde de Valencia cree en una universidad “segura y en paz para el desempeño de sus funciones y sin cabida a la delincuencia. En una institución que con prudencia y firmeza sepa actuar conforme al marco legal que la rige. “Creo en una universidad que crece y se reforma permanentemente y que reconoce su pasado como un aprendizaje histórico y un recuento de logros y no como una meta alcanzada. Creo en una Universidad Nacional que siga siendo el orgullo de México y que se desarrolle cada vez con mayor prestigio en el ámbito internacional”, resalta también el director de la Facultad de Medicina. Contenidos Relacionados: No somos espacio de conflictos políticos: María Leoba Castañeda, aspirante a la rectoríaTengo una cultura lejos de la derecha: Francisco Bolívar; aspirante a la rectoría de la UNAM

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