“... Yo nunca... vamos, yo creo que el caso no está cerrado todavía porque no están los que deberían de estar en la cárcel. Y, desde luego, uno de los que está no es quien tenía que estar... Vamos a ver, todo el mundo tiene derecho a una defensa, incluso cuando es culpable. Yo, de todas maneras, hice mi trabajo lo mejor que pude, durante el tiempo que... los dos años y pico que fui abogado de Miguel. Estoy convencido de que él no fue. He tenido muchas conversaciones con él, el sumario me... me lo estudié y lo trabajé estos dos años muy intensamente y estoy convencido de que desde luego él no fue culpable. Independientemente de eso, aunque hubiese sido culpable hubiese tenido que defenderlo, pero no fue el caso, porque Miguel Ricart era inocente y es inocente y está pagando una... una pena que no le corresponde..."
Declaraciones de Vicente Quilis, abogado de Ricart, en el programa de TVE1 "Tiempo al tiempo.", del 03.10.2001.
Vicente Quilis Ventimilla fue abogado de Miguel Ricart desde el 12 de diciembre de 1994 hasta el 6 de diciembre de 1996, cuando Miguel Ricart lo sustituyó por un abogado sin experiencia, Juan Alberto Pitarch, que llegó hasta Ricart de un modo surrealista, para abandonarlo poco después de un modo más surrealista todavía. Quilis había sido abogado de Ricart durante casi dos años. Conocía bien a Ricart y el sumario del caso. Además, creía sinceramente en la inocencia de su defendido. La decisión de Ricart al sustituirlo es un misterio más del caso Alcásser. A no ser que Quilis estuviera demasiado preparado, creyera demasiado en Ricart y alguien pensara que había una remota posibilidad de que consiguiera que se le declarara inocente en el juicio. Entonces se habría creado una situación límite. Un ridículo irreparable del Ministerio Fiscal y del Estado. A la ya dudosa huida de Anglés se habría unido la absolución de Ricart y se hubieran quedado sin nada. Habría que partir de cero una vez más y la reacción de la opinión pública habría sido imprevisible.
Juan Ignacio Blanco apunta otra posibilidad: que hubiera ciertos individuos muy interesados en saber si habían sido investigados. Y que mejor manera de enterarse que consultando el texto del sumario.
A Quilis no le habían facilitado mucho las cosas. Tenía a Ricart encerrado en la prisión de Herrera de La Mancha, que por aquel entonces debía estar a unos 300 km. de distancia de Valencia por carretera. Si tenía que desplazarse a ver a Ricart, siendo abogado de oficio, la gestión le costaría tres horas de ida y otras tantas de vuelta, sin contar con el tiempo empleado para la entrevista. El procurador de Ricart solicitó su traslado al Centro Penitenciario de Castellón -en la cárcel de Picassent no tenía muchos amigos- para facilitar la comunicación abogado-cliente, pero la solicitud fue denegada.
Quilis negó la venia a Pitarch porque éste no quiso explicarle cómo había accedido a su defendido. Le fue concedida por el decano de los abogados valencianos, Luis Miguel Romero Villafranca, ex abogado de las familias de las niñas. Una decisión inexplicable y que resultaría más absurda todavía cuando Pitarch renunció a defender a Ricart quince días después, al presentar un escrito en el Colegio de Abogados de Valencia, con fecha 31 de diciembre de 1996, en el que renunciaba a llevar el caso alegando discrepancias con Ricart sobre la línea de defensa a seguir en el juicio. La explicación de Ricart iba a ser todavía más demencial: Pitarch le había dicho que Cristóbal García (otro abogado que había puesto a Ricart en contacto con Pitarch) sólo quería el Sumario 1/93 como un trofeo en su despacho, tras lo cual se había marchado riéndose. Una burla no sólo a Ricart, sino también al Tribunal del caso, que al parecer le salió gratis.
El último abogado de Ricart -uno de oficio- resultaría ser Manuel López Almansa, nombrado en enero de 1997. Nada indica que López Almansa no hiciera todo lo posible por llevar a cabo una buena defensa. Pero, evidentemente, no tuvo el tiempo necesario para estudiar el caso hasta dominar el sumario como lo había hecho Vicente Quilis, que tuvo dos años para estudiarlo y para entrevistarse con su defendido. En realidad, Ricart había designado como abogado -tras la espantada de Pitarch- al letrado Juan Carlos Navarro Palencia, pero la sección segunda de la Audiencia de Valencia desestimó la renuncia de Ricart a su abogado de oficio, López Almansa, que sería el encargado de defenderlo durante todo el juicio.
Si Ricart tuvo que pasar por el aro de sus confesiones mutantes, a lo mejor tuvo que pasar por otros aros que garantizaran su condena en las mejores condiciones posibles para cerrar el caso definitivamente.
O, al menos, eso pensaron los directores de la función. Porque, 23 años después, muchos siguen sin creerse la versión oficial. Y no se ven indicios de que los medios "políticamente correctos" los convenzan de lo contrario. De todos modos, esperemos que suceda algo positivo antes de que todos los ciudadanos que siguieron el caso en directo sean sucedidos por nuevas generaciones que no sepan nada del caso, ni les importe lo más mínimo. Pero las muertes y desapariciones seguirán hasta que alguien ponga remedio, con mano de hierro.
FOLIO 3179
16 de octubre de 1995
AL JUZGADO DE INSTRUCCIÓN Nº 6 DE ALZIRA
CESAR TEROL ROSELL, Procurador de los Tribunales y obrando en nombre de Miguel Ricart Tárrega, designado por turno de oficio, ante el Juzgado al que me dirijo y en Sumario 1/93, comparezco y, como mejor proceda en derecho, DIGO:
Que habiendo recibido diligencia por la que se hace constar que se recibió comunicación telefónica del Juzgado de Instrucción 1 de Manzanares, Ciudad Real, a fin de informar que la declaración de Miguel Ricart se ha señalado para el próximo día 25 de Octubre a las once horas. Al respecto he de manifestar mi total disconformidad y mi más respetuosa protesta por haber proveído que la práctica de dicha prueba se practique en Ciudad Real y no en la sede del Juzgado Instructor al que tengo el honor de dirigirme. Con ello se está olvidando uno de los principios fundamentales que debe de regir al Juzgador y es el "PRINCIPIO DE INMEDIATEZ",
Considero que únicamente por salvaguardar y cumplir con este principio, ya sería suficiente como para que la prueba se practicase en el Juzgado de Alzira. No obstante, se trata de un asunto en el que existen muchas partes personadas y que seguro que sus Letrados desearían poder intervenir en la práctica de la prueba, dificultando enormemente ese derecho si la prueba se práctica a tamaña distancia.
Por otra parte, el Letrado del Sr. Ricart ya solicitó el que se trasladase a su defendido al centro Penitenciario de Castellón para poder tener la normal y necesaria comunicación entre Abogado y cliente, negándose tal traslado. Los motivos parecen ser que dicho centro penitenciario no podía garantizar la seguridad del Sr. Ricart. Si no se puede garantizar la seguridad en una cárcel, ¿dónde se puede garantizar pues la seguridad de una persona? ¿Que clase de administración de Justicia tenemos en este país que deja tan desprotegidos a los ciudadanos que, por muy presuntos delincuentes que sean, siguen teniendo derechos? ¿O es que dejan de tenerlos?
Con dicha denegación de traslado se vulnera del derecho de defensa que todo ciudadano tiene.
Tiene una oportunidad excelente el Juzgado de cumplir con el principio de inmediatez, practicando las prueba en su presencia, y así aprovechar para que en este traslado sirva para poder ejercitar el normal derecho a la comunicación con su Letrado del turno de oficio.
En su virtud,
SUPLICO AL JUZGADO: que teniendo por presentado el presente escrito, se acuerde la práctica de la prueba en el Juzgado al que me dirijo, para lo que se deberá acordar el traslado de Miguel Ricart.
Valencia, a 16 de Octubre de 1.995.
Fdo. Vicente Quilis
Fdo Cesar Terol.
Levante-EMV
1996.12.18
Juan A. Pitarch, que recibió ayer la venia, se negó a explicar por qué el acusado lo eligió a él.
El nuevo abogado de Miguel Ricart sólo lleva veinte días ejerciendo como letrado
Juan Alberto Pitarch es ya el nuevo abogado de Miguel Ricart. Pitarch, que se colegió en septiembre y sólo cuenta en su haber con 20 días de ejercicio, recibió ayer la autorización para representar al único detenido por el triple crimen de Alcácer del decano de los abogados, Luis Miguel Romero, y no del letrado que le antecedió. Vicente Quilis declinó conceder la venia a Pitarch porque éste se negó a explicar cómo había llegado hasta el Miguel Ricart, recluido en la cárcer de Herrera de la Mancha (Ciudad Real).
Yolanda Laguna. Valencia
¿Por qué una persona acusada de rapto, violación y asesinato, que se enfrenta a una petición fiscal de 206 años de cárcel, decide en el último momento renunciar a un abogado con experiencia, que lo representa desde hace dos años, y ponerse en manos de otro que se dio de alta en el Colegio de Abogados hace sólo tres meses y cuenta con el exiguo bagaje de 20 días de ejercicio?
Ésta es la pregunta que martillea la mente de todos los que conocen de cerca el caso Alcácer, tras salir a la luz la semana pasada la decisión de Miguel Ricart de renunciar al hombre que hasta ahora le defendía, Vicente Quilis, y contratar a Juan Pitarch, un flamante abogado que se estrenará, nada más y nada menos, con el juicio por el asesinato de Miriam, Desirée y Toñi. Un caso del que huiría más de un penalista con unos cuantos años de ejercicio.
Baste como ejemplo el hecho de que para acceder al turno grave y llevar asuntos en los que la petición de condena supera los seis años de prisión, se exige a un letrado al menos cinco años de experiencia.
Juan Alberto Pitarch tuvo ayer la ocasión de aclarar la situación y la dejó pasar. En su primer encuentro con los medios de comunicación, ni buscado ni querido a juzgar por su actitud evasiva y distante, repitió una y otra vez: "No voy a hacer declaraciones".
Pitarch acudió al Colegio de Abogados de Valencia para entrevistarse con el decano, Luis Romero Villafranca, y el anterior abogado de Ricart, Vicente Quilis, para solventar la cuestión de la venia -beneplácito que un letrado da a otro cuando éste pasa a defender a un cliente de aquél.
Luis Miguel Romero confirmó a Levante-EMV que, al final, fue él quien autorizó el cambio de abogado solicitado por Miguel Ricart. Fuentes de toda solvencia manifestaron a este diario que el hasta ayer letrado del coprocesado, Vicente Quilis, no puso objeciones a dar la venia a su colega, eso sí, siempre que éste le explicara cómo había llegado hasta Ricart. Jan Ricart no quiso hacerlo y Quilis delegó en el decano la concesión del visto bueno.
Lo único que aclaró es que fue Miguel Ricart el que se puso con él en contacto por teléfono y le pidió que fuera a visitarlo a la cárcel de Herrera de la Mancha (Ciudad Real), donde, al parecer, estuvo el pasado miércoles, cuando Quilis todavía era el letrado defensor.
Al término de la reunión, Vicente Quilis manifestó que estaba dispuesto a ayudar a Juan Alberto Pitarch en lo que pueda. No en vano, lleva dos años volcado con la investigación del caso Alcácer y conoce bien los entresijos del voluminoso sumario.
La noticia de la renuncia de Ricart a seguir siendo representado por Vicente Quilis trascendió a la opinión pública el pasado viernes, en el transcurso de una rueda de prensa convocada por Fernando García, el padre de Miriam, un día después de que el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia valenciao, Enrique Beltrán, entregara a la sección segunda de la Audiencia de Valencia, que juzgará a Ricart, su escrito de conclusiones provisionales sobre los hechos. García adelantó el nombre del letrado, Juan Pitarch, su dirección y su teléfono.
Por su parte, Quilis explicó que supo de la renuncia a través de una carta que le remitió por fax Pitarch, en la que el preso le comunicaba la designación de nuevo abogado. Este documento ha sido aportado a la sección segunda de la Audiencia de Valencia que, como se suele hacer en estos casos, solcitará que Ricart ratifique que, efectivamente, él lo redactó o lo mandó redactar y está de acuerdo con su contenido.
Renuncia a cobrar
Juan Pitarch fue contratado como abogado privado, ya que el escaso tiempo que lleva de ejercicio de la profesión le impide acceder al turno de oficio. Esto provocó que Fernando García se planteara la siguiente interrogante: "¿Con qué dinero le va a pagar Ricart si, en teoría, no tiene ingresos?" Pitarch sí despejó las dudas a este respecto, ya que, según confirmó el decano de los abogados, ha informado de su intención de no cobrarle minuta a Ricart.
Levante-EMV
1997.01.03
J. Pitarch alega discrepancias con su cliente acerca de la estrategia a seguir en el juicio
El nuevo abogado de Miguel Ricart renuncia a defenderle 15 días después de ser designado
Las discrepancias con Miguel Ricart han llevado al nuevo abogado del único detenido por el triple crimen de Alcácer a renunciar a seguir defendiéndole. La marcha del letrado, Juan Pitarch, supondrá un nuevo retraso del inicio del juicio.
Yolanda Laguna. Valencia
A Miguel Ricart, el único detenido por el triple crimen de Alcácer, su nuevo abogado le ha durado tan sólo quince días. El letrado Juan Pitarch García presentó el pasado 31 de diciembre en el Colegio de Abogados de Valencia un escrito en el que renunciaba a llevar el caso alegando discrepancias con Ricart sobre la línea de defensa a seguir en el juicio, según informaron a Levante-EMV fuentes jurídicas.
Pitarch había sido requerido ya por la sección segunda de la Audiencia de Valencia para que presentara su escrito de conclusiones provisionales sobre el triple crimen y estaba previsto concederle un plazo más amplio del establecido por la ley -cinco días- para que se instruyera en la voluminosa y compleja causa.
Ahora su marcha dilatará más la fijación de la fecha del juicio, ya que Ricart deberá decidir si nombra un abogado o prefiere que lo sea designado de oficio. El nuevo letrado necesitará también tiempo para estudiar el sumario y poder calificar. Como se recordará, el fiscal solicita 209 años de cárcel para el procesado, la acusación particular, 212, y la acción popular, 245.
La irrupción de Juan Pitarch en el sumario abierto por el asesinato de Miriam, Desirée y Toñi causó sorpresa a propios y extraños. No en vano, lleva colegiado tan sólo tres meses e iba a estrenarse como letrado con un triple crimen en el que a su cliente le solicitan más de 200 años de prisión.
Ricart tomó la decisión de renunciar al que fue su abogado desde finales de 1994, Vicente Quilis, el pasado 11 de diciembre. Ese día, según informaron a este diario fuentes solventes, se entrevistó con Juan Pitarch en la cárcel de Herrera de la Mancha (Ciudad Real), donde permanece recluido, y decidió contratarlo bajo unas premisas que han debido cambiar en los últimos veinte días, a juzgar por las discrepancias denunciadas por Pitarch en su escrito de renuncia.
Como ya informó este diario, el flamante abogado obtuvo la venia para hacerse cargo de la defensa de Ricart el pasado 17 de diciembre. Se la tuvo que conceder el decano de los abogados valencianos, Luis Miguel Romero Villafranca, porque su antecesor, Vicente Quilis, declinó hacerlo ante la negativa de Pitarch a explicar a través de quién había contactado con el Miguel Ricart. Se limitó a decir que éste le había llamado por teléfono y le había pedido que le visitara en la cárcel. Lo demás sigue siendo un misterio.
El presunto cómplice de Anglés ha tenido ya cuatro letrados desde su detención en enero de 1993. Los tres primero fueron de oficio. Tan sólo designó como abogado privado a Juan Pitarch, aunque éste anunció que no iba a cobrarle minuta. Por qué decidió el ultimo cambio, a las puertas del juicio, es una interrogante más que se añade a este caso.
Rollos de sala. FOLIOS 1363 - 1366
El Interno: Miguel Ricart Tárrega Destinado en el C.P. Herrera de la Mancha EXPONE: La presente instancia es para explicarle, con todo detalle lo sucedido con la designación de el Sr. Juan Alberto Pitarch García.
El día 3-DIC-1996 acudió al Centro Penitenciario de Castellón de la Plana, un abogado llamado Cristóbal García, diciendo lo siguiente: Que venía de Madrid y que vio por televisión que la FEMINISTA, me llama ALIMAÑA y ASESINO, y que no se explicaba como Vicente Quilis, me podía defender. El Sr. Vicente Quilis llamó por teléfono a ese programa de televisión, alegando que él era abogado de oficio. Según el Sr. Cristóbal, pensaba que yo estaba bien asistido de defensa, o que el Sr. Quilis me tenía bien asistido. Que había leído por ahí que yo estaba intentando o solicitando declarar en el Juzgado de Instrucción nº 6 de Alcira para dejar claro que soy inocente y los datos para que se dieran cuenta de que Joaquín Mauricio Anglés Martíns, sí que está implicado de lleno en este desagradable suceso, el Sr. Cristóbal me prometió que yo declararía en Alcira, y si no había declarado ya, es porque Vicente Quilis no me estaba defendiendo, que me lo pensara para designarle a él, gratuitamente, diciéndome que volvería el viernes día de la Constitución Española eso fue lo que se habló ese día ¡ah!, vino sobre las 5 de la tarde aproximadamente.
Día 5-DIC-1996. Acudió de 5 a 6 de la tarde, el Sr. Cristóbal, y me preguntó: ¿Lo has pensado ya, mi propuesta?, yo le contesté: que era bastante extraño que en un caso así se brindara un abogado voluntariamente a llevar mi causa. Respondió: que él defendía a quien le salía de los NARANJOS o de los "COJONES". Don Mariano perdón por la vulgaridad de la expresión son palabras del Sr. Cristóbal. El Sr. Cristóbal reiteró que yo declararía en el Juzgado nº 6 de Alcira, me dijo que no se fiaba mucho de usted y que probablemente él le recusaría a usted, dijo que se fiaba más de el Ilmo. Don Francisco Monterde Ferrer. Yo le dije que el Sr. Vicente Quilis me había dicho que usted era Muy BUEN MAGISTRADO y muy imparcial. Me preguntó si en los interrogatorios de la Guardia Civil yo fui TORTURADO, le contesté que sí. El Sr. Cristóbal me dijo que acudiría una abogada a la prisión que se llama Yolanda que trabajaba en su despacho, porque él quería realizar la siguiente estrategia: que la Sra. Yolanda, llevaría el Caso Públicamente para que Sr. FISCAL, fuese mucho más relajado, y que él aparecería el día del Juicio Oral, como Abogado Suplente o Sustituto aproximadamente me dijo eso no recuerdo la palabra TÉCNICA y se marchó.
Día 6-DIC-1996. Salí en Conducción Especial con destino a Herrera de la Mancha. En este C.P. fue donde conocí a el Sr. letrado Don Juan Alberto Pitarch García, jamás lo había visto antes me dijo que hiba a ser él quien llevaría el Caso ante la sociedad que era por orden del Sr. Cristóbal me dio el papel y firmé la designación y se marchó. Varios días después volvió a venir quejándose de que el Sr. Vicente Quilis estaba haciendo unas declaraciones por la prensa, que yo había dicho al Sr. Quilis, de una MAFIA o algo así, cosa que es totalmente FALSO, y que estaba criticando al Sr. Juan Alberto Pitarch de ser un abogado sin experiencia. El Sr. Pitarch me hizo un dictado que hiba dirigido al Sr. Decano de el Colegio de Abogados de Valencia, me dijo que tenía que firmar 10 folios en blanco por orden de el Sr. Cristóbal. Me dijo respecto a los folios en blanco lo siguiente: que era por si tenía que hacer algún escrito para no tener que desplazarse de Valencia a la prisión los firmé hice el escrito para el Colegio de Abogados de mi puño y letra y se marchó.
Día 31-DIC-1996. Hizo acto de presencia el Sr. Juan Alberto Pitarch, ha decirme que por orden de el Sr. Cristóbal dejaban el Caso porque no querían saber nada de el tema, yo le dije que el Sr. Cristóbal me prometió, que yo declararía ante el Juzgado de Instrucción nº 6 de Alcira, en ese momento el Sr. Pitarch me dio un folio escrito a maquina y me dijo que lo firmase, y firme, dicho escrito sin leerlo porque según el Sr. Pitarch lo que el me había dicho figuraba en dicho papel o escrito, le entregué el escrito, le pregunté que ¿Por qué motivo dejaba el caso? Respondió: que al parecer el Sr. Cristóbal sólo quería el Sumario 1/93. "Bajo mi criterio sólo quería el Sr. Cristóbal el Sumario como un trofeo en su despacho". Y tras decirme eso el Sr. Pitarch se marchó riéndose de echo esa noche estube llorando toda la noche, cuando volví al Modulo que pertenecía el Sr. Funcionario que había de guardia esa tarde-noche, me entregó un sobre, sin remite con una tarjeta de Navidad, que ponía lo siguiente: FELIZ 97 CRISTÓBAL. esta carta la tengo en mi poder por si usted requiere o necesita para la certeza de que es cierto lo que digo. Quiero comunicarle que puede pedir un informe al C.P. de Castellón de la Plana y verá que es cierto lo que digo.
Señoría quiero insistir que yo he sido engañado y quien ha obrado de mala FÉ es el Sr. Cristóbal con la ayuda y colaboración de el Sr. Juan Alberto, siempre he hido con la buena FÉ, y de el lado de la Justicia. Sin más que exponer, REITERANDO que yo, no he obrado de mala FE para que se haga un proceso dilatorio de la vista del Juicio. Para finalizar, desear lo mejor, Salud y larga vida, a usted y los suyos.
NOTA: Comunicar a su Señoría, que el día 13- MARZO-1997 a las 19 horas, en la enfermería de el C.P. de Herrera de la Mancha, me sustrajeron SANGRE, voluntariamente insistir que soy INOCENTE y que mis declaraciones han sido mediante TORTURAS y amenazas de Muerte hacia mi HIJA, tampoco me preguntaron donde estuve el 13- NOV-1992, y lo puedo demostrar, también puedo demostrar que Joaquín Mauricio Anglés Martíns si que está implicado en este Caso, tengo que comunicarle que el Careo que tuve con él, utilizé estrategia, y no le presioné, solo quiero JUSTICIA y que se me de el derecho ha defenderme DIGNAMENTE. Por todo ello, SOLICITA Le sea concedida dicha petición. En Herrera de la Mancha a 19 de Marzo de 1997. Firma: Miguel Ricart ILMO. SR. D. Mariano Tomás Benítez. Audiencia Provincial - Sección Segunda - Valencia.
Fuentes:
"Tiempo al tiempo", 3 de octubre de 2001. https://www.youtube.com/watch?v=iNBzYTRMciY
Canal 9. Jui d'Alcasser. 5ª sesión. 16 de mayo de 1997. 4ª declaración de Miguel Ricart. https://www.youtube.com/watch?v=WL8_0N2g8To
Levante-EMV. 18 de diciembre de 1996. El nuevo abogado de Miguel Ricart sólo lleva veinte días ejerciendo como letrado.
Levante-EMV. 3 de enero de 1997. El nuevo abogado de Miguel Ricart renuncia a defenderle 15 días después de ser designado.
Sumario y Rollos de Sala del caso Alcàsser.