Claudiaexpat nos manda una postal desde Estambul
Foto principal de Linda Caldwell
El barrio de Sultanhamet
Estuve por un par de días en Estambul en el 2011, y me quedó en el corazón. Volví por cinco intensos días en 2013, y aquí van algunas indicaciones y consejos sobre esta increíble ciudad.
Para comenzar, los aeropuertos. Estambul tiene dos. Aquí encontrarán las indicaciones relativas a ambos, yo aterricé en los dos y puedo confirmarles que el tráfico es un verdadero problema, independientemente de donde lleguen, y siempre hay que tenerlo en cuenta. Esta segunda vez aterricé en Sabiha, y llegué sin demasiados problemas porque mi vuelo llegaba a las 6:30 de la mañana. Para llegar a Sultanhamet tome un autobús hasta Kadikoy (10 liras) y desde allí un barco hasta Eminonu (5 liras), para luego seguir en taxi (20 liras) .
Alojamiento: las dos veces estuve en la zona de Sultanhamet, donde están la Mezquita Azul y Ana Sofía. Es una zona invadida por los turistas, pero muy sugestiva, con gran variedad de hoteles a precios aceptables, restaurantes y cosas para hacer y ver. Los dos que probé son:
Hotel Ararat, http://www.ararathotel.com/: uno de los más cercanos a la Mezquita Azul, parece que uno puede tocarla desde el balcón. Hotel simple, bastante limpio, algunas habitaciones realmente lindas, una parte común para el desayuno y la terracita (terracita tienen todos), con pc y conexión.
Hotel Agora: http://www.agoraoldcity.com/, personal delicioso, cuartos decentes, cada uno con computadora y conexión, menos la suite. Linda terraza con vista sobre la Mezquita Azul y el Bósforo. Si van les aconsejo no aceptar el cuarto de la planta baja al lado de la recepción porque es muy ruidoso (da sobre una calle muy transitada). Todos los otros cuartos están bien.
En Sultanhamet hay muchísimos hoteles y pensiones, y todos más o menos del mismo estándar: habitaciones más bien pequeñas, terrazas con vista (a la mañana todos nos encontramos durante el desayuno, nos miramos de una terraza a otra y es muy simpático) optimo recibimiento.
Como moverse:
Encontré comodísimo el tranvía. Pasa seguido, por carriles preferenciales, y une muy bien algunos de los lugares más interesantes de Estambul (los lleva por ejemplo desde Sultanhamet a Eminonu, donde está el Gran Bazaar, o hasta Gálata). Para subirse basta una ficha que compran en la maquinita en cada parada. Cuesta 3 liras, pueden pagarlo en monedas (1 lira, 50 o 25 centavos) o con un billete (20 o 50), la maquina da el vuelto. Luego introducen la ficha en la barrera y entran en la zona reservada a los pasajeros.
El autobús corre siempre el riesgo de quedar bloqueado en el tráfico, pero para largos trayectos, y sobre todo si van hacia barrios un poco alejados, también viene bien. El boleto se compra siempre en las maquinitas y se muestra al conductor.
Los taxis se paran alzando el brazo y hay muchísimos. Pero son más bien caros, y volviendo al discurso del tránsito, muchas veces quedan bloqueados por largo tiempo y ustedes harán más rápido si van a pie. Si toman un taxi pueden exigir que conecten el taxímetro, pero la tendencia es ponerse de acuerdo antes con el precio – pregunten en el hotel las tarifas aproximativas para las distancias que deseen cubrir.
Los ferris: son cómodos, baratos y no quedan detenidos en el transito!
La Mezquita Azul
Restaurantes: parece que en general en Estambul se come muy bien. Yo solo he tenido experiencias positivas. Los mejores platos los comí en las pequeñas kebaberías que están un poco alejadas: óptimas carnes y sopas para probar, deliciosas. Precios bajos.
En Sultanhamet hay muchísimos restaurantes y parece que son todos buenos. Entre aquellos que probé les recomiendo el Doy Doy (estupendo, http://www.doydoy-restaurant.com/) y Sarniç (http://www.sarnicrestaurant.com/it/index.jsp), este es más bien caro pero vale verdaderamente la experiencia: se come muy bien, en una atmosfera encantada, y los camareros son simpatiquísimos!
Sobre la costanera en Sultanhamet hay un restaurante después de otro, los que se asoman al mar son más turísticos, la gente del lugar va justo detrás, a los restaurantes que dan sobre la calle, y me dijeron que son mejores. Yo igualmente comí bien ( optimo pescado!) también en los turísticos.
Cosas para ver: La lista es muy larga, y yo me fui sin haber hecho y visto todo lo que esperaba. Les hablaré solo de las cosas que logré hacer, pero naturalmente hay mucho más todavía para descubrir en esta fascinante ciudad.
En primer lugar la zona de Sultanhamet, sobre todo su parte antigua, que es verdaderamente sugestiva. Tómense el tiempo necesario para visitar bien la Mezquita Azul (http://www.sultanahmetcami.org/) que es de verdad fascinante (entrada libre). En Estambul las mezquitas no faltan, y verán tantas, pero esta es de una belleza incomparable. Aya Sofía (http://www.hagiasophia.com/) es una basílica desconsagrada que ahora hospeda un museo. Un lugar inquietante (en mi opinión) que conserva huellas de todas las religiones que la han habitado (griego-ortodoxa, católica, musulmana) Esplendidos mosaicos. La entrada se paga. Después de Aya Sofía no se pierdan la cisterna (Yerebatan sarnıcı, http://www.yerebatan.com/),uno de los lugares que más me han encantado de Estambul : es una enorme cisterna bizantina cuyo techo está sostenido por 336 columnas de mármol , dispuestas en doce filas . Un lugar absolutamente mágico.
Si en cambio van hacia el mar, les aconsejo no perderse la pequeña Aya Sofía, una mezquita de dimensiones muy reducidas y mucho menos caótica que su homónima, donde podrán disfrutar en santa paz las decoraciones y el ambiente. Sigan luego hacia el mar, atravesando las callejuelas con sus típicas casas de madera, y den un paseo disfrutando de la verdadera vida del lugar. Si van durante el fin de semana, sobre todo a partir de la mitad de la tarde, verán como aprovechan el reposo los habitantes locales, dándose un baño en un mar discutible, con una parrilla sobre la hierba, o jugando a disparar a globos o botellas para ganar un premio.
Gran Bazaar y Mercado de las Especias
El primero no me gustó como esperaba. Yo que adoro los mercados, frente a este quedé un poco perpleja porque me esperaba una atmósfera más antigua, más auténtica y menos turistizada. Bella es toda la zona que rodea al mercado cubierto, donde los negocios se suceden frenéticamente, divididos por géneros. El mercado de especias es más lindo y pintoresco, lleno de colores ( y de gente! Traten de ir fuera del horario de punta si no se cansarán de caminar!) Los precios son elevados.
Gálata y Istiklal Caddesi
Un punto escondido de Istiklal Caddesi
Antes de subir hacia la Torre de Gálata (http://www.galatatower.net/english/), les aconsejo gozar de la atmósfera del puente de Gálata, con los pescadores apretados unos contra otros y todos los pequeños restaurantes abajo, donde parece que volvemos a los años 70. Vayan luego hacia la torre, pueden subir a pie o tomar el tranvía en el túnel, que los lleva al inicio del Istiklal Caddesi, y del cual luego pueden descender para visitar el barrio de Gálata (muy bonito, con negocios particulares) para llegar a la plaza con la torre, indiscutible punto de referencia de la ciudad. Les aconsejo no dejar de hacer un bello paseo a lo largo de la Istiklal Caddesi, porque es una verdadera experiencia. Esta vía peatonal en el barrio de Beyoglu es todo un mundo. Encuentran edificios que van desde la época otomana hasta los inicios de la República Turca, y mucho art deco , pastelerías de época, negocios de todo tipo , música y espectáculos callejeros , callecitas intimas con viejos restaurancitos, atajos en los cuales parece que están entrando literalmente en otro mundo, iglesias de todas las religiones y gustos, y muchas embajadas y consulados. Si la recorren toda llegan hasta la plaza Taksim.
Los barrios Balat, Fener y Fatih
Estos han sido para mí una verdadera sorpresa y les ruego no dejen Estambul sin haber visitado al menos uno. Nosotros hicimos Balat y Fener en medio día, y le dedicamos otra tarde a Fatih. Los tres barrios son decididamente los más característicos de Estambul, con su mezcla de historia, culturas y tradiciones. Balat fue el que me más me impresionó – tal vez porque se parece mucho a algunos barrios de Nápoles. Es un nudo de calles y callecitas donde la vida del barrio es palpable en mil cosas, desde la ropa tendida de una casa a otra, las mujeres en las ventanas, los niños que juegan en medio de la calle, hasta los negociantes que exponen sus mercaderías. Algunas de las casas son de una belleza sorprendente – en parte restructuradas, en parte decadentes, pero todas particulares, que testimonian el sucederse de pueblos y períodos. En la parte más conservadora de Balat (vístanse de manera apropiada) está la Mezquita principal, cerca de la Mezquita de las Rosas, con una vista esplendida del puente Gálata. Fener es muy parecido, aunque en ciertas cosas es más moderno, y hospeda la maravillosa Fetyihe Camii, una iglesia construida sobre una base bizantina, y es un absoluto must si aman los frescos, una verdadera joyita. Para llegar a Balat pueden tomar el autobús 99 desde Eminou, y bajarse en la parada Balat. Ahí cerca hay un café muy simpático, el Afilli Cezve (http://afillicezve.com), donde pueden detenerse a preguntar la dirección hacia la sinagoga, un punto bastante central. El problema de estos barrios es que uno se pierde muy fácilmente, y es prácticamente imposible basarse en las indicaciones de la gente para llegar a los lugares, porque nadie habla inglés (al menos que, naturalmente, ustedes hablen turco).
Casa en Balat
La Mezquita de Fatih
Fatih es otro barrio fascinante, que se extiende alrededor de la gran mezquita de Fatih (también es muy bella). Antes de visitarla les aconsejo darse una vuelta por el Malta Carsi (el mercado), una calle muy sugestiva con negocios de todo tipo, y finalmente fuera del circuito turístico, donde podrán observar la verdadera vida local. Después de haber visitado la mezquita, pueden seguir en dirección a Molla Zeyrek Camii. Esta iglesia bizantina está actualmente (junio 2013) cerrada por restauración, pero el paseo hasta ella vale la pena porque los va llevando por las callecitas más típicas, con las casas más decadentes que se puedan imaginar (y escenas de folklore local bastante interesantes). Una vez que llegaron a la iglesia, busquen a su derecha la entrada al restaurante Zeyerkhane (http://www.zeyerkhane.com). Es como entrar en un club privado donde creerán ver aparecer algún viejo aristocrático con los palos de golf. Un restaurante de lujo con el prado bien cuidado y los mozos de uniforme, que contrasta de forma violenta con el ambiente circundante, pero que vale la pena por dos motivos: primero porque el contraste es chocante y ayuda a entender aún más (en el caso que hiciera falta) como el business no se detiene frente a nada, segundo porque tiene una vista absolutamente espectacular sobre Gálata y la mezquita de Sultanhamet. No es necesario comer, pueden también tomar solamente una copa de vino o una taza de té.
Las islas Príncipe ( o Islas de los Príncipes)
Este es una excursión muy simpática para hacer durante el día. Se toma el ferri desde Eminou (5 liras, compran la ficha en la maquinita, como para el tranvía), que toca cuatro de las cinco islas. Nosotros descendimos en la quinta, Büyükada, que es la más grande y la más frecuentada, pero al retorno hicimos también un poco de aquella inmediatamente precedente. Las playas estaban cerradas, pero durante la estación alta parece que es posible hacer un poco de mar. Nosotros encontramos un rinconcito muy simpático en la penúltima isla, con una vista espectacular sobre Estambul y gaviotas y cormoranes que llegaban a un metro de donde estábamos sentadas. La ultima isla, Büyükada, es interesante por la arquitectura de sus viejas casas de madera, y es muy bello pasear por sus callecitas tranquilas, donde cada tanto pasa una calesa (no hay autos en la isla, solo algún pequeño ómnibus de los isleños). También es interesante el viaje en ferri, porque los turistas vienen completamente absorbidos por la enorme masa de los locales que se mueven con sus mercancías de una isla a otra.
El hammam: Tal vez el Estambul de hoy no sea el lugar ideal para una visita al Hamman, todo está muy orientado hacia el turismo y es muy caro, pero igualmente no pude irme sin probar la experiencia. En Estambul hay muchos Hamman, y luego de haber leído y releído decenas de comentarios de viajeros que decían y contradecían todo, decidí comenzar por el Cagaloglu (http://www.cagalogluhamami.com.tr/), clasificado como el más espectacular Hamman de Estambul y como uno de los 100 lugares para visitar antes de morir. Probablemente lo es si no les importa pagar una cifra absurda por un masaje de diez minutos (yo habituada a mi esplendido Hamman de Ramallah, con su masaje de 50 minutos, scrub, baño de vapor, y piedra caliente a gogo por 27 euros, no lo hice!), y retrocedí al Cemberlitas, www.cemberlitashamami.com/ , más barato (37 euros) , muy sugestivo, y con un tratamiento verdaderamente óptimo , aunque un poco apurado. Si escriben “ Hamman Estambul” en Google les aparecerán muchísimas informaciones,
No duden en contactarme si necesitan más informaciones!
Claudiaexpat
Jerusalén
Junio 2013
Traducido del italiano por Rupexpat