2015-08-24

PRESENTACIÓN

El presente trabajo persigue ordenar un conjunto de reflexiones de interés desde el punto de vista conceptual y de parte de la instrumentalización que ha implicado el impulso de la idea y el concepto de la Economía Verde. Todo esto dentro de lo que se puede conceptualizar como una especie de imaginario verde donde se incluye el neoliberalismo verde, nuevo ideal verde, ecosocialismo, desarrollo verde, crecimiento verde y caalismo verde. Estas perspectivas están vinculadas a la profusa discusión en foros y organismos como PNUMA, UE, OCDE y BM, entre otros. Y, en este sentido, las realidades o fantasías implías y explias de la administración bolivariana se asocian -dadas sus inclinaciones- al ecosocialismo.

Para ello en el papel de trabajo se revisa también lo acumulado sobre evolución insucional y cambios ministeriales, para atender los problemas y desafíos implicados así como la propia problemática ambiental vinculada. Las conclusiones preliminares apuntan a que son agudos los problemas, múltiples los desafíos y alta -hasta ahora- la liación para encontrar mejores equilibrios en las relaciones entre crecimiento y ambiente. Esta última y la de crecimiento y bienestar pasan así a ser dos grandes dicotomías que están implías en la conversión del crecimiento en desarrollo social y en la no alteración o mejoramientos de las condiciones ambientales.

I. APROXIMACIONES CONCEPTUALES

LA INTERRELACIÓN ECONOMÍA AMBIENTE

Desde sus inicios, hace Doscientos años, la ciencia económica planteó, a través de los escos de David Ricardo, que la disponibilidad fia del recurso tierra generaba líes concretos al crecimiento económico y lo cual conduciría al ineable advenimiento de un estado estacionario, pero ha sido en décadas recientes cuando se ha comenzado a captar, en sus muy diversas dimensiones y mecanismos, las interrelaciones entre el crecimiento económico y ambiente, cuya más adecuada consideración exige un enfoque interdisciplinario.

Por su parte, la ciencia económica misma ha evolucionado, en una aguda y fecunda controversia con los ambientalistas, hacia desarrollos analíticos con vistas a la sistematización de las interrelaciones y a la búsqueda de soluciones que compatibilicen el crecimiento económico con la protección del ambiente, eliminando, compensando o reduciendo a un mínimo aceptable su deterioro. Los conceptos de externalidades (efectos secundarios de una actividad económica, como son los perjuicios y mejoramientos del ambiente), bienes públicos, elección intertemporal de objetivos de producción y consumo, efectos distributivos de las políticas ambientalistas y de crecimiento económico, han consuido, entre otros, recursos analíticos que han perido incorporar en forma sistemática la variable ambiente al análisis económico. Tales articulaciones se relacionaron inicialmente con la perspectiva de la Economía ambiental (entendida como de inspiración neoclásica-keynesiana).

El concepto de bienestar que, en sus inicios, venía determinado solo por la disponibilidad de bienes y servicios que forman el producto de una nación, hoy tiene que incorporar la calidad del ambiente como componente fundamental, dada la magud de los efectos de contaminación y de invernadero, que trascienden las fronteras y llegan a poner en peligro la vida en el planeta.

Además de los problemas de medición que surgen en relación con el ambiente, que son de mayor ampud e imprecisión que los del crecimiento económico, es de señalar que el tratamiento de conjunto de ambas variables en el análisis económico no cubre en su totalidad todas las interrelaciones que se generan entre ellas. Ello es así por cuanto este análisis se refiere a los efectos de actividades económicas que tienen lugar a través del mercado y de otras que, como el uso de viviendas por sus propietarios o el consumo directo de la producción por parte de quienes la realizan, específicamente a niveles de subsistencia, le son imputables valores según precios de mercado tomados como referencia. Pero existen efectos como el disfrute o pérdida de paisajes, lagos y ríos para fines personales de recreación, difusión de gases tóxicos y radiación nuclear, destrucción de la capa de ozono, que van más allá de la esfera del mercado tradicionalmente considerada. A ello deben agregarse los efectos que provienen del crecimiento poblacional, especialmente en centros urbanos que adquieren las características de megalópolis y otras clasificaciones urbanísticas definidoras de altos grados de concentración de la población. Esta más adecuada interrelación entre las variables económicas y ecológicas ha estado en la base de la formación de la llamada Economía ecológica.

Es por las consideraciones anteriores que se ha llegado a considerar el PNB (total o per cáa) como un indicador insatisfactorio del bienestar, en virtud de que no incorpora tanto los efectos determinables y cuantificables vía mercado, como aquellos que no lo son.

Debe señalarse el caso particular del agotamiento de los recursos naturales, que ha originado toda una polémica sobre los líes del crecimiento económico y el surgimiento de posiciones calificadas como optimistas o pesimistas. Los primeros confían en que las formas posibles de aumentar la productividad general de los recursos (cambios en la composición de la producción que alteren los requerimientos, por ejemplo, de recursos naturales renovables y no renovables, subsución de insumos, progreso técnico) peran superar los problemas de agotamiento de aquellos y de deterioro ecológico. Los pesimistas, alegan el surgimiento de uaciones con grados de deterioro o agotamiento que los convierten en fenómenos irreversibles y ante lo cual llegan a postular el detenimiento del crecimiento.

Una problemática como la señalada obliga al abordaje y tratamiento de las políticas ambientales (su naturaleza y efectividad). Así, tenemos, por ejemplo, las basadas en el concepto del deterioro ambiental, consuido por externalidades provenientes de la actividad económica, que al ser internalizadas como costos de dicho deterioro, pueden hacerse recaer sobre los causantes. Aparte de los problemas de identificación exacta de los efectos (pueden haber efectos remotos a partir del fenómeno inicial), determinación de los causantes, medición o formas de compensación de los daños, está también el de los perjuicios causados a la población en general bajo la forma de imposibilidad de disfrute de paisajes, ríos, lagos, o de, difusión de gases tóxicos o radiación nuclear, etc. Esto lleva a la necesidad de establecer medidas de regulación y control, e inclusive de prohibición de actividades contaminantes.

Un aspecto particular que ha llevado a una definición de posiciones a favor o en contra del crecimiento, es que el análisis económico realizado a partir del concepto de externalidades, lleva a uaciones que podrían llamarse de compromiso, en las cuales un determinado nivel de contaminación, asociado a un nivel o mo de crecimiento, puede considerarse aceptable. Si la asociación es ineable, como parece serlo en muchos casos, esto puede conducir a postular como política ambientalista el crecimiento cero.

AMBIENTE Y DESARROLLO

En los planteamientos iniciales sobre la problemática del desarrollo, realizados después de la II Guerra Mundial, se centró en el estudio en la trayectoria del ingreso real per cáa y otras variables macroeconómicas (mayormente en países desarrollados), a cuya evolución estarían asociados cambios progresivos en las variables sociales, culturales y políticas. Estos planteamientos surgieron durante la llamada “segunda edad de oro del caalismo” las décadas de los 50 y los 60 cuando las economías desarrolladas y subdesarrolladas registraron procesos expansivos a mos relativamente altos y estables.

Con el posterior surgimiento de quiebras en los sistemas insucionales de Bretton Woods ideados para organizar y orientar el funcionamiento de la economía mundial, comenzó a ampliarse el campo de la teoría del desarrollo, para comprender las interacciones y desfases existentes entre el crecimiento económico y la dinámica de los aspectos sociales, culturales y políticos. El ámo de estos desfases e interrelaciones ya no se reduce a los terorios nacionales sino que su evolución y efectos trascienden las fronteras, dado el intenso proceso de globalización.

Así mismo, se ha hecho indispensable incorporar los efectos de la irracional utilización de los recursos naturales y de la contaminación, en los estudios del desarrollo y el crecimiento económico, dado que la intensificación de estos procesos durante el siglo XX y XXI, ha generado tales efectos sobre el ambiente físico y social. Esto está implicando una presión creciente sobre el acervo total de recursos disponibles para la humanidad, el cual tiene un carácter fio, pues aun en el caso de los recursos potencialmente auto regenerativos existen “umbrales” de capacidad de absorción de efectos contaminantes y de explotación. Estos umbrales al ser sobrepasados, ponen en peligro la propia existencia del recurso, y afectan negativamente, el nivel de bienestar y las condiciones necesarias para la conservación de la vida humana.

Caso especial y de extrema importancia lo consuyen los minerales, los combustibles fósiles y otros recursos energéticos. La disminución de los acervos de los recursos naturales no renovables no es considerada, en sí misma, como un problema ambiental, ya que su agotamiento y variaciones en la calidad y localización de los yacimientos origina problemas de otra índole que afectan el crecimiento y el bienestar. Son los procesos extractivos de tales recursos, su uso en la producción y el consumo de los productos de ellos obtenidos, los que originan serios problemas, tales como destrucción de bienes y servicios ambientales, polución, cambios climáticos y efecto invernadero. Al considerar los efectos antes explicados surgen algunas connotaciones importantes. Una es la ya aludida ampliación del concepto de bienestar, objetivo de las políticas del desarrollo. La otra connotación importante es que, deben combinarse la política ambiental con la estrategia y la política de desarrollo y crecimiento económicos. Dados los altos grados de internacionalización y globalización alcanzados en ambas dimensiones, tal combinación debe realizarse tanto en el ámo nacional como en el área de las relaciones económicas internacionales. Para un país como Venezuela, cuya economía continúa estando basada en la producción y exportación de petróleo y sus derivados y otros recursos de origen mineral (Eduardo Ortiz Ramírez. Reacciones fáciles ante la baja en los precios del petróleo. 29 octubre 2014. http://www.economiainternacionalpostgradoucv.com.ve/publicaciones.html), es de al importancia desarrollar un enfoque de su actividad petrolera y minera y su interacción con el ambiente en las diversas fases en que aquella se desenvuelve (extracción, transformación, transporte, comercio y utilización), a los que deben agregarse los efectos ambientales del consumo de sus productos.

Es también de importancia destacar la distinta naturaleza, consecuencias y esquemas de soluciones de los problemas ambientales en los países en desarrollo y en los desarrollados, lo que lleva a divergencias de cerio que se deseaba y esperaba pudieran ser resueltas en la Segunda Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD), también conocida como Cumbre de la tierra y realizada en Río de Janeiro del 1ro al 12 de junio de 1992 así como también en la Rio+20, en el año 2012, veinte años después de aquella. Mientras dichos problemas son generados en los países menos avanzados principalmente por las condiciones de subsistencia en que vive gran parte de su población (deforestación y erosión de los suelos, uso de la leña como recurso energético, etc), traslado hacia ellos de industrias contaminantes, sobrepoblación y contaminación en centros urbanos gigantescos, en cambio en los países desarrollados el deterioro ecológico proviene de un avanzado desarrollo industrial y del alto consumo en masa, para utilizar un término rostowiano. Basta con señalar que allí la cuarta parte de la población mundial consume alrededor de las cuatro quintas partes de los recursos del planeta. Sin desconocer la necesidad urgente de que los países en desarrollo tomen las medidas para que su avance se compatibilice con la protección del ambiente, es obvio también que las responsabilidades en la restauración y defensa de la ecología del planeta deberían ser distribuidas en función de la distinta participación de los países en el daño ecológico. Esto por cuanto el mundo en desarrollo en gran parte carece de la tecnología y los recursos humanos y financieros necesarios para enfrentar y resolver el deterioro ecológico causado y asociado a procesos de producción y de consumo en marcha.

En relación con el ajuste de los procesos de crecimiento al resguardo de la ecología, desde finales de los ochenta, forma parte de los proyectos de desarrollo a nivel nacional y regional el concepto de desarrollo sustentable que posteriormente va a ser superado por el de economía verde que señalaremos más adelante. En aquel concepto se trata de sintetizar la necesaria armonía que debe privar en la interrelación ambientedesarrollo, al estar en parte basado en el principio de que la producción máxima debe ser compatible con el mantenimiento de la productividad futura de los recursos naturales (LECOMBER, Richard. 1977 Crecimiento Económico Versus Medio Ambiente, Colección MacMillánVicensVives de Economía, Barcelona). Aunque de reciente difusión, el concepto aparece ya en autores de comienzos del siglo XX, relacionado con el cerio de la sustentabilidad, que ha sido manejado por las ciencias del agro, como un atributo de los sistemas agrícolas (correspondiendo a la capacidad de éstos para mantener la productividad frente a diversas perturbaciones: erosión o sequía por ejemplo). En estos campos es bastante conocido el “Informe Burtland”, que ofrece un concepto muy completo de lo que se trata de transir: “El desarrollo sustentable es el desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. Es así como se logra la fusión teórica entre la sustentabilidad y el desarrollo, como base para la formulación e implementación de estrategias integrales (Eduardo Ortiz Ramírez. 1992. Notas sobre Economía, Ambiente y Desarrollo. Revista SIC. EneroFebrero). Posteriormente, tal cual se indicó, aparece el concepto de economía verde que busca hacer operativo el desarrollo sustentable.

COMERCIO INTERNACIONAL Y AMBIENTE

En el caso particular de Venezuela y dado el alto grado de dependencia de su economía con respecto a las exportaciones de petróleo y derivados, el enfoque global que el país debe desarrollar acerca de la actividad petroleraminera y su interacción con el ambiente en las diversas fases antes mencionadas, tiene que contemplar un análisis a fondo de las implicaciones que para el ambiente tienen las prácticas comerciales y las políticas ambientales de los países usuarios de aquel producto, además de los que deberían ser sus intereses económico-ambientales domesticos. Es claro que el problema es más vasto, por cuanto que existen también nexos e interacciones entre el comercio internacional de los demás bienes y la problemática ecológica, por lo cual también la política comercial debe contemplar dichas interrelaciones.

Existe un grupo de problemas que son comunes a los diversos países del mundo, a saber: emisiones de gases de invernadero, destrucción de la capa de ozono, deforestación tropical, contaminación de los océanos, alteración de las condiciones urbanas de vida y pérdida de la biodiversidad. Se pueden especificar también, entre otros, la protección de la calidad del agua y el aire, protección de los suelos, tratamiento y disposición de la basura o desperdicios, control del ruido (varios adquieren, dimensiones internacionales). Estos diversos fenómenos ambientales son influenciados por las actividades comerciales internacionales, lo que ha llevado tanto a la adopción de políticas ambientales que interfieren el libre flujo de mercancías y servicios, como a la discusión acerca de la adecuación de las políticas comerciales a los fines de protección de la ecología. Se han adoptado posiciones según las cuales el libre comercio de por sí tendería a generar efectos dañinos sobre la naturaleza, al acelerar la explotación de recursos naturales a mos contrarios al principio de sustentabilidad. Esta posibilidad se agravaría si tales recursos están valorados a precios inferiores a los costos reales, lo que exigiría la corrección de dichos desequilibrios en forma directa o a través de la política tributaria, la asignación o clasificación de derechos de propiedad o programas de manejo de recursos.

A la corrección sistemática de los efectos de deterioro sobre la base del concepto de internalización de sus costos en el de las actividades que los originan, debe agregarse la adopción de acuerdos internacionales para combatirlos. El logro en este ámo de soluciones adecuadas se dificulta por la existencia en el campo internacional de desigualdades en niveles de desarrollo ya antes señaladas, diferencias en preferencias sociales sobre consumo, desarrollo y contaminación, capacidades diversas de asimilación de efectos ambientales y financiamiento del mejoramiento ambiental y jurisdicciones políticoadministrativas separadas y autónomas.

Existen, además, fallas de tipo insucional en el ordenamiento del comercio internacional, por cuanto el desaparecido GATT y la OMC han carecido de normas claras de validez general para compatibilizar, el desarrollo del comercio con el equilibrio ecológico. La normativa existente se refiere para ar los casos más importantes, a los subsidios dirigidos a cubrir los costos del abastecimiento y control de la contaminación sujetos a acciones compensatorias por parte de los países que se consideran afectados; los impuestos compensatorios dirigidos a neutralizar ventajas compeivas obtenidas por gastos menores de protección ambiental, lo cual puede convertir la calidad ambiental en un pretexto para la protección, en especial la practicada por los países industrializados; las excepciones a las normas sobre restricciones cuanativas e intervenciones discriminatorias con fines de protección de elementos específicos del ambiente, aunque en forma y procedimientos no bien definidos; y, finalmente, los estándares de productos y los acuerdos internacionales sobre métodos de producción y procesos. Es de resaltar en este último aspecto que los países más desarrollados pueden imponer a los más débiles sus preferencias sociales en cuanto a niveles de contaminación, formas de combatirlas y de control, etc, en desmedro de intereses o consideraciones específicas de los países en desarrollo en función de sus particularidades.

La ausencia de reglas y procedimientos claros y la dinámica interna para la toma de decisiones, determinan que los organismos multilaterales de comercio señalados hayan sido estructuralmente débiles para resolver las disputas acerca del uso apropiado de la política comercial con fines de protección ambiental (Martin Khor La “economía verde” desde la perspectiva del desarrollo sostenible Cooperación en Red Euroamericana Para El Desarrollo Sostenible. 06 setiembre 2012).

Así, las regulaciones y estándares ambientales de un país significan para exportadores de otros países costos adicionales y dificultades. Estas restricciones pueden convertirse en una excusa con fines realmente proteccionistas, si, por ejemplo, no se restringe la producción interna del bien o bienes involucrados. La leimidad de los objetivos ambientales puede, también, ser puesta en discusión. En tales condiciones, puede surgir una combinación de objetivos proteccionistas ambientales y de protección de intereses económicos cuyas consecuencias pretendidamente favorables desde una perspectiva ecológica sean meramente fortas.

A lo anteriormente planteado deben agregarse las exigencias que los países en desarrollo han realizado desde hace décadas acerca de la necesidad de financiamiento y transferencia tecnológica, desde los países avanzados, para combatir el deterioro ambiental y la de carácter más universal, atinente a la adopción de políticas energéticas que peran revertir el efecto invernadero generado por el uso de combustibles fósiles como carbón, petróleo y gas natural. Propuestas en este último aspecto tuvieron como propóo reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros gases a determinados niveles (Protocolo de Montreal). Es una cuestión de interés que afecta directamente a Venezuela como país productor de energéticos sobre los cuales sigue basando -en 2015- su desarrollo.

De manera fundamental, la negociación de convenios y tratados internacionales debería perir controlar o erradicar el que aspectos ambientales sean usados como excusa para ejecutar determinadas líneas de interés para la política comercial de algunos países, pero también, en sentido inverso, para que con estas últimas se busquen alcanzar fines relativos al ambiente. De lo contrario, y de seguirse desarrollando esta última tendencia, se hará necesario establecer algunos principios y reglas que no es claro que puedan lograrse fácilmente en una perspectiva operativa: la no discriminación, la transparencia en las medidas de políticas comercial relacionadas con el ambiente, proporcionalidad entre los efectos restrictivos al comercio de las nuevas normas ambientales y los objetivos de estas últimas, entre otras.

Por último, es altamente relevante reconocer y destacar la asociación entre los desequilibrios económicos de distinto tipo y la necesidad de aumentar los ingresos de exportación, por una parte, y la ejecución de distintas líneas de expansión económica que puedan afectar el ambiente, por la otra. Se trata de las líneas de desarrollo y competencia que siguen llevando a cabo las sociedades avanzadas, y, de una manera particular, los países en desarrollo, que con el impulso del comercio internacional atinente a bienes primarios o productos básicos, buscan solucionar los problemas asociados al crecimiento, deuda externa y bajos precios de tales productos. Puede destacarse como América Latina no ha abandonado la dependencia de tales productos, todo lo contrario la ha fortalecido: “En 2003, las exportaciones basadas en recursos naturales cubrían el 49% de la canasta exportadora de la región mientras que una década más tarde esa proporción se eleva al 60%. El incremento relativo se da en detrimento de las exportaciones de textiles y de otras manufacturas, toda vez que las correspondientes a equipamiento de transporte se mantienen alrededor del 10%. El aumento de la participación de los bienes basados en recursos naturales, tendencia consolidada desde 2008 gracias al auge de los mercados de productos básicos, no se altera en el cuadro reciente de estancamiento de las exportaciones.” (Ver Moor de Comercio e Integración 2014. Vientos Adversos. Políticas para relanzar el comercio en la post-crisis. Paolo Giordano Coordinador. Octubre 2014 BID).

LA PROBLEMÁTICA ECONÓMICO AMBIENTAL Y LA ECONOMÍA VERDE

Veinte y tres años después de Eco 92, y casi tres después de la Río+20, la agenda internacional sigue manteniendo problemas económicos ambientales similares y/o aumentados, pero no un escenario donde se le hubiese dado solución a numerosos que se han venido reiendo. En esta última conferencia se tuvo como puntos de interés dos puntos principales: economía verde y estructura insucional para el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza. Sin embargo, han surgido críticas que sostienen que la economía verde peca de un exceso de poivismo cientificista, ya que confía en resolver los problemas generados por el cambio climático aplicando la ciencia por encima del debate político. Según esta perspectiva están implicadas tecnologías cuyos riesgos son imprevisibles, como la nanotecnología, la biología sintética y la geoingeniería, áreas donde Estados y empresas han invertido miles de millones de dólares (Célio Bermann. Economía verde: ¿una vía para otro mundo posible? Debates científicos e intereses políticos en torno de Río+20 Rev. Nueva Sociedad N° 239, 2012). También debe señalarse que muchos países en desarrollo no presentan posibilidades de acceso a estas tecnologías.

El concepto de economía verde todavía no ha conseguido una definición ampliamente aceptada, ya sea entre economistas, ambientalistas o ecologistas. Es un concepto de cierta complejidad y no se puede esperar que, en un futuro cercano, se alcance un consenso sobre su significado, su uso, su utilidad y menos aún sobre las implicaciones políticas que sobrelleva.

El término de economía verde en principio ree a una economía respetuosa del ambiente, con propóo de conservar los recursos naturales, así como de minimizar la contaminación y las emisiones nocivas para el mismo, acompañada de una elaboración de productos que no lo dañen ni por su existencia ni por su consumo. Dentro de las interrogantes se tiene si en tal perspectiva económica deberán liarse otros aspectos, como el crecimiento económico de los países pobres y el desarrollo social, la erradicación de la pobreza o la creación de empleo. A tales efectos la economía verde debería reposar sobe una ecuación de tres variables: el imperativo medioambiental, el de desarrollo (tanto en su dimensión económica como social) y el principio de equidad, que vincularía las dimensiones ambientales y de desarrollo.

Por consiguiente, la economía verde debería definirse en el marco de esta ecuación, que, por otro lado, debe abarcar tanto las dimensiones internacionales como las nacionales. Sus objetivos, principios, medidas, propuestas o las iniciativas que partan de ella deberían integrarse en el marco y cerios de la ecuación ambiente-desarrollo-equidad para así promover la economía verde en el contexto del desarrollo sostenible, destacándole su valor en el aspecto poivo que consiste en reconocer el valor económico y social del ambiente (Martin Khor. La “economía verde” desde la perspectiva del desarrollo sostenible. Cooperación en Red Euroamericana Para El Desarrollo Sostenible. 06 setiembre 2012).

II. PROPUESTAS INTERNACIONALES DE INTERÉS

En el impulso del llamado crecimiento verde, se han buscado desarrollar numerosos instrumentos correspondientes a las atenciones requeridas por otros tantos problemas existentes, sobre todo para el caso de los países de menor desarrollo. Uno de ellos es el caso de los Bonos Verdes (BV) y otro de interés es la aplicación del Índice Better Life. Puede apreciarse que uno de estos instrumentos ree al campo del financiamiento y otro al de la medición del desarrollo –en este caso económico ambiental-.

La escogencia des estos instrumentos no desestima el conjunto de muchos otros que pueden existir en un campo donde se han venido tomando abundantes iniciativas como las que pueden asociarse a las actividades del PNUMA, la OCDE y la UE en donde se han puesto en ejecución la Green Economy Iiative, Green Growth Strategy, Europa 2020 Strategy, respectivamente. En estas iniciativas existen instrumentos y acciones diversas atinentes a hacer más verde la economía, estimular la producción de bienes sustentables, formación de recursos humanos en concordancia con el equilibrio social y el carácter verde de la misma, o lograr alcanzar mecanismos de compensación económica y social que eliminen fundamentos estructurales de las crisis económicas así como faciar y garantizar distintos mecanismos de soporte e inversión para un perfil sustentable del crecimiento, según programas y proyección temporal de las iniciativas y estrategias señaladas (elementos de referencia pueden verse en Gurtowski, Ídem…2011).

BONOS VERDES

Los BV (Green Bond) consisten en una emisión de deuda privada o pública que tiene como fin utilizar los fondos que captan en proyectos relacionados con la moderación y/o adaptación al cambio climático (o sea para proyectos verdes); funcionan como un bono común y corriente y con una retribución relacionada linealmente con el riesgo implicado. En su mayoría, son eidos por los bancos multilaterales, algunos bancos comerciales y en menor medida los ejecutores de proyectos verdes y son comprados principalmente por inversores insucionales (ej. fondos de pensión, administradores de fondos de inversión, inversores de impacto, etc.) interesados en apoyar las inversiones del caso.

Gracias a un proceso interno de elegibilidad (desarrollado por el mismo emisor) o a través de una certificación externa (como la otorgada por el Climate Bond Iiative), el tenedor del bono se asegura que los fondos tengan los destinos prometidos. El propietario del bono cumple con su mandato ambiental o moral pero, cuando se trata de retribución monetaria, su posición es la asociada a obtener el mayor beneficio de su inversión. Los tenedores del bono no financian proyectos en forma directa por lo que no toman los riesgos relacionados con dichos proyectos, y, si bien financian proyectos en forma indirecta (a través por ejemplo del programa de BV del Banco Mundial), la retribución se basa únicamente en el rating del emisor. En razón de estas particularidades en ocasiones no se tiene certeza sobre su rol como impulsores de la inversión asociada a la problemática del cambio climático (Diego Flaiban. Bonos Verdes, ¿Sólo buenas intenciones? www.blogs.iadb.org 30 de mayo de 2012, 7:00 am).

Dos entidades del Grupo del Banco Mundial –el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y la Corporación Financiera Internacional (IFC)– han sido esenciales para el desarrollo del mercado mundial de BV, desde la primera oferta del Banco Mundial en 2008 hasta las dos emisiones de referencia de IFC por US$1.000 millones en 2013. Los ingresos provenientes de estos bonos se han utilizado para inversiones que ayuden a enfrentar el cambio climático.

En Túnez, los BV eidos por el Banco Mundial ayudan a mejorar la eficiencia de las tareas de riego y la disponibilidad de agua en zonas rurales donde las fuentes de agua subterránea están bajo presión. En China, colaboran en la disminución de la vulnerabilidad de las comunidades ante los desastres naturales mediante sistemas de control y alerta de inundaciones. En Colombia y México apuntalan la eficiencia energética en los sistemas de transporte público, y en otros lugares, proyectos de energía renovable.

Visto en inicios de 2014 debe señalarse que desde 2008, el Banco Mundial había movilizado más de US$4.500 millones mediante 60 transacciones de BV en 17 monedas, en tanto que IFC había eido US$3.400 millones en BV, incluidas dos emisiones por US$1.000 millones en 2013 señaladas. Los ingresos de los BV del Banco Mundial e IFC son destinados a cuentas separadas que se crean para apoyar el financiamiento de proyectos que cumplen con cerios específicos de selección.

La oferta de IFC de US$1.000 millones, en noviembre de 2013, atrajo a un nuevo grupo de inversores en BV, conformado por Ford Motor Company, Microsoft y los bancos centrales de Brasil y Alemania. Un bono verde a tasa flotante eido por el Banco Mundial en enero de 2014 captó el interés de inversores insucionales: BlackRock, TIAA-Cref y Goldman Sachs Private Wealth Management, además de otros fondos de pensiones e inversionistas (www.bancomundial.org marzo 4 2014).

El balance a inicios de 2015 es más eoso que lo previamente señalado, pues una vez más asentada la experiencia con los BV, se observa que el año 2014 se habían eido BV por US$11.000 millones. El presidente del banco Mundial llamó a que se duplicara esa cifra cuando se realizara en septiembre de 2014 la Cumbre sobre el Clima convocada por el secretario general de las Naciones Unidas. Con la emisión de los primeros bonos de nuevos emisores, la creación de nuevos índices de BV, y las inversiones de más compradores, el año cerró con la emisión de nuevos BV por más de US$35.000 millones.

El papel de nuevos emisores ha sido significativo para el impulso en 2014 y lo que se perfila para 2015. Las ciudades y organismos estatales que han usado bonos en el pasado para recaudar fondos para proyectos de infraestructura, comenzaron a eir BV para ayudar a apoyar y destacar proyectos no dañinos para el ambiente y el clima, como las mejoras en la eficiencia y el transporte público. Johannesburgo (Sudáfrica), eió el primer bono verde municipal de África en 2014 para ayudar a financiar proyectos de reducción de emisiones que incluyen la energía de biogás, la energía solar, y el transporte sostenible.

Las corporaciones y empresas de servicios públicos también han comenzado a eir BV para apoyar proyectos no dañinos para el ambiente. La empresa de servicios públicos francesa GDF Suez realizó la mayor emisión de BV hasta la fecha, por un monto de 2.500 millones de euros, para financiar proyectos de energía renovable, como los parques eólicos y el trabajo sobre eficiencia energética, como la medición inteligente y las redes integradas de calefacción urbana.

Para los emisores, el sello verde puede ayudar a llegar a nuevos inversionistas. A medida que el mercado de BV crezca, se estima habrá prioridad de los proyectos ecológicos sobre los demás, y los emisores con sólidas credenciales de sostenibilidad serán recompensados con una base más amplia de inversionistas. También están apareciendo nuevos tipos de BV y los bonos se están ampliando a nuevas monedas. El Banco Mundial cerró su primer bono verde para inversionistas minoristas a comienzos de enero, recaudando US$91 millones para proyectos inocuos para el clima. IFC, que ha eido hasta el momento BV por un monto de US$3.700 millones, eió sus primeros en renminbi y soles peruanos en 2014.

La interpretación entusiasta desde el Banco Mundial es que las finanzas públicas por sí solas nunca serán suficientes para controlar el cambio climático: es necesaria la inversión privada en proyectos climáticamente inteligentes para poner las economías en una senda de crecimiento más limpio. La construcción de un mercado de BV que puedan movilizar el financiamiento del sector privado ayuda a educar a este mismo sector, acerca de las inversiones para el desarrollo e impulsa la movilización de fondos del sector privado (www.bancomundial.org enero 22 2015).

INDICE BETTER LIFE

En mayo 2011 -en el contexto de su 50 aniversario- después de consideraciones, discusiones y estudios considerables OCDE informó sobre la aparición del Índice para una Vida Mejor. Consustancial a estos casos se consideró que periría mediciones más completas que las peridas por el PIB. Tu Índice para una Vida Mejor, es parte integral de la iniciativa de una Vida Mejor y busca medir el bienestar y el progreso. El índice perirá a los ciudadanos comparar sus vidas en los 36 países de OCDE, abarcando 11 aspectos – vivienda, ingresos, empleos, comunidad, educación, ambiente, gobernanza, salud, satisfacción de vida, seguridad, y equilibrio entre lo laboral y la vida-. “Este índice sintetiza a la OCDE sus 50 años, cruzando las barreras del conocimiento y el entendimiento de forma pionera e innovadora” aseguró el Secretario General de la OCDE, Ángel Gurría. “Mucha gente alrededor del mundo deseaba ir más allá del PIB desde hace tiempo. Este índice está diseñado para esas personas. Tiene un potencial extraordinario para ayudarnos a concebir mejores políticas para una vida mejor” (www.oecd.org 24 de mayo 2011).

Se estima que el índice Better life junto a otros instrumentos –se consideran índices interactivos- que aplica OCDE: 1. Peren orientar la formulación de políticas para mejorar la calidad de vida. 2. Relacionan las políticas con la vida de la gente. 3. Fomentan el apoyo a las medidas políticas necesarias. 4. Favorecen la participación en la vida cívica alentando al público a crear sus propios índices y a compartir sus preferencias. 5. Capaan a la población al mejorar la comprensión de la formulación de políticas. De la misma manera pueden destacarse conclusiones de los usuarios que suministran información a OCDE desde mayo de 2011 a mayo de 2013 las cuales indican que: 1. La satisfacción ante la vida, Educación y Salud son los temas de bienestar más importantes para los ciudadanos. 2. Los hombres y las mujeres comparten las mismas prioridades. 3. Las preferencias de bienestar son muy similares entre los distintos países y regiones.

Hasta 2013 El io del Índice para una Vida Mejor tuvo más de 1.8 millones de vias desde 184 países y se consultaron más de 3.7 millones de páginas. También se intercambiaron más de 45.200 Índices para una Vida Mejor. El resultado básico es que los usuarios se han identificado con los 11 temas utilizados para medir el bienestar: la vivienda, los ingresos, el empleo, la comunidad, la educación, el ambiente, el compromiso cívico, la salud, la satisfacción ante la vida, la seguridad y el balance vida-trabajo. En promedio, los usuarios han incluido sistemáticamente todos los temas para crear sus índices y calificaciones. La satisfacción ante la vida, la salud y la educación son, tal cual se señaló, los tres temas mejor puntuados por los usuarios de todo el mundo. Estos tres temas se mantuvieron como los sobresalientes, tanto para el viante de los países nórdicos como para el de América Latina, lo que indica que las preferencias de bienestar no son propias de una región (Índice para una Vida Mejor. Enfoque en los países de habla hispana de la OCDE Chile, España, Estados Unidos y México. OECD Better life. Iiative. 2013).

A pesar de la simiud de intereses, los resultados -como pasa con otros índices cuando se comparan países desarrollados y en desarrollo- dan a aquellos como mejor ubicados en los mismos. De esta manera, en uno de los variados registros existentes, y que se destaca aquí, para ubicar los siete mejor colocados países de los treinta y seis integrantes de OCDE se presentaron los siguientes resultados.

Se trata de la medición de estándares de vida desarrollados para los países OCDE adicionándoles las condiciones medioambientales de sus terorios. Chile uno de los países latinoamericanos que forma parte de este grupo debe decirse que ocupa el lugar N°36. El Índice Better Life se estructura así con el fin de concienciar a insuciones, empresas y ciudadanos y fomentar la toma de medidas para mejorar su ambiente, salud y calidad de vida.

Los siete países mejor posicionados son:

1. Suecia: Los suecos se exponen a 10,5 microgramos por metro cúbico (µg/m3) de material particulado fino, el más bajo de los miembros de la OCDE. Además, solo el 2% de la población testifica carecer de acceso a espacios verdes y el 97% están satisfechos con la calidad de su agua. Su puntuación es 10 de 10. 2. Reino Unido: Los niveles registrados de material particulado fino se úan en el 12,7 µg/m3, por debajo de la media europea (22 µg/m3). El 97% de los haantes del reino unido se encuentra satisfecho con el agua potable, mientras que el 6% de los bánicos cree no tener espacios verdes cercanos. Su puntuación fue 9,7 de 10. 3. Islandia: Cuentan con 14,5 µg/m3 de material particulado fino y el 97% de los islandeses considera que el agua que consumen es de calidad. Su puntaje es de 9,6 de 10. 4. Alemania: Sus niveles de material particulado fino son de 16,2 µg/m3. El 4% de la población no está satisfecha con el agua potable, y el mismo porcentaje tampoco se siente satisfecha con el acceso a áreas verdes. Su puntuación es de 9,3 de 10. 5. Noruega: Tienen un 15,9% µg/m3 de material particulado fino. Un 95% está conforme con la calidad del agua potable y el 2% señala que no tiene espacios verdes a su alcance. Su puntuación es de 9,2 de 10. 6. Finlandia: Cuentan con niveles de material particulado fino del orden del 14,9 µg/m3. Menos del 1% de sus ciudadanos sostiene no disponer de espacios verdes cercanos y el 6% no se encuentra a gusto con su calidad del agua. Su puntuación es de 9,2 de 10. 7. Luxemburgo: Solo tienen 12,6% µg/m3 de material particulado fino. El 11% de sus ciudadanos siente que adolece de espacios verdes cercanos y el 8% no está satisfecho con la calidad del agua. Obtiene un puntaje de 9,2 de 10. Los últimos lugares los obtienen España en el lugar 28, Corea 29, Polonia 30, México 31, Federación Rusa 32, Israel 33, Grecia 34, Turquía 35 y Chile 36. Ninguno supera el 5 en su puntuación (www.veoverde.com 3 de julio 2012).

III. INSTITUCIONES VENEZOLANAS PARA ATENDER LA ECONOMÍA VERDE

ECOSOCIALISMO VS ECOCAPITALISMO

En cuanto a la evolución insucional desde el inicio del período sin HC (en líneas generales 2013) debe recordarse que su administración se dedicó a desinsucionalizar o ejecutar lo que la revolución bolivariana entendió desde 1999 como refundar las insuciones, una vez finalizado el proceso mismo de la Asamblea Consuyente que terminó con la aprobación de la Nueva Consución en diciembre de ese mismo año. La insución miar, el BCV, PDVSA, los ministerios viejos y nuevos, y otras, son todas instancias donde la llamada refundación de las insuciones no ha hecho más que adaptar la dinámica y objetivos de esas insuciones a los intereses que han pasado a hegemonizar la dinámica del Estado y específicamente el gobierno de HC y de su continuador Nicolás Maduro (NM).

De los elementos previamente señalados, es de importancia resaltar la ampliación de las dimensiones operativas de las insuciones gubernamentales vía funcionamiento o articulación de ministerios viejos y nuevos. En sus inicios, la administración bolivariana se distinguió -en expresiones del presidente HC- por cicar el excesivo burocratismo estatal y numero de ministerios, por señalar dos de sus permanentes referencias. Una evaluación muy preliminar, después de más de quince años, pere evidenciar que la administración señalada ha aumentado considerablemente el número de ministerios y funcionarios que conforman la nómina del sector público, con -entre otros- innegables fines políticos. Numerosos temas, según las inclinaciones del presidente HC y también de NM y sus respectivas camarillas, han inspirado la formación de nuevos ministerios, organismos o reestructuraciones o reagrupamientos entre ellos: el mundo pluripolar, las comunas, el eco socialismo, viviendas, misiones, salud, revolución cultural y cualesquiera de otros tantos temas han estado en la base de aquellas creaciones de ministerios y/o reestructuraciones.

La evaluación del número de veces que la administración bolivariana ha reestructurado ministerios o creado nuevos ministerios, según esta dinámica que hemos planteado, puede conformar un tema suficientemente vasto para la realización de otro trabajo; más aún, si ello se realiza evaluando la eficiencia o el cumplimiento de objetivos, según se hayan planteado como justificativos de la creación o reestructuraciones según los casos.

En la cadena nacional del día 2 de septiembre de 2014 donde el Presidente NM había prometido un sacudón, para alterar, transformar, dominar el estado burgués o sus restos, además de la referencia permanente a la retórica de 15 años de la administración bolivariana, la mayor parte de aquella se concentró en detallar cinco revoluciones que debían fortalecerse -sin muchos elementos de novedad (la económica, del conocimiento, de las misiones, de las políticas de estado y del socialismo terorial)- a la par que un conjunto de restructuraciones y nuevas instancias administrativas según la línea ya indicada.

Una de las reestructuraciones planteadas fue la de la eliminación del Ministerio de ambiente y su conversión en un Viceministerio ha sido interpretada como una degradación inconveniente dada su incorporación al Ministerio de Vivienda, Haat y Ecosocialismo. En la discusión acumulada en Venezuela sobre estos asuntos se llegó a perfilar como más conveniente la supervisión de actividades como la construcción de viviendas por parte de la instancia ministerial ambiental (puede verse Enrique Prieto Silva, Absurda degradación del Ministerio del Ambiente. www.anaica.com 13 de septiembre 2014). Esta restructuración, sin embargo, abarca elementos de tipo conceptual que han estado presentes en las discusiones internacionales de académicos, políticos divulgadores e indudablemente que ree a los campos de las relaciones entre economía-ambiente, ecología-política y a las actividades políticas de partidos izquierdistas, ecologistas, verdes, entre otros. Un autor vinculado a estas dimensiones nos brinda una conceptualización del ecosocialismo: “Qué es por consiguiente el ecosocialismo? Se trata de una corriente de pensamiento y de acción ecologista que hace suyos los principios fundamentales del marxismo —debidamente desembarazados de los residuos productivistas. Para los eco-socialistas, la lógica del mercado y la ganancia, del mismo modo que el autoarismo burocrático del supuesto «socialismo real», es incompatible con las exigencias de la salvaguardia del medio ambiente natural. Todos cican la ideología de las corrientes dominantes del movimiento obrero, pero reconocen que los trabajadores y sus organizaciones son una fuerza esencial para la transformación radical del sistema, y para el establecimiento de una nueva sociedad, socialista y ecologista.” (Michael Lowy, ¿Qué es el Ecosocialismo? 17 de septiembre 2013. www.democraciasocialista.org).

Por su parte la organización Comunicadores en Acción de clara tendencia oficialista presenta una serie de elementos de divulgación -en tiempo posterior cercano al momento de comunicar el llamado sacudón el presidente NM- en cuanto a la medida y al ecosocialismo: “1. Parte del legado del Cmdt. Chávez: «Suprimir la lógica del caal», «Hacer irreversible el tráno al socialismo», COMO NO RETORNO 2. Abarca la revalorización de la naturaleza, el ecosistema, el háat comuario, combinado con la reutilización y reciclaje de materiales 3. Involucra lo afectivo y la querencia por la localidad, valorando la arqectura tradicional, la gastronomía popular, las efemérides. 4. El terorio como referente geo-histórico, como espacio pequeño que contiene acervos culturales y vocación productiva. 5. Se conecta con lo endógeno, con las internalidades como fuerzas propias, desde adentro y por dentro, motorizando el desarrollo local 6. Se articula con la geometría del poder y con el sistema de agregación comunal, siendo parte integral del poder popular 7. Asume la democratización de los medios de producción, con nuevas formas de propiedad, haciendo énfasis en la propiedad social directa. 8. Apoya diversas formas de organización socio-productivas, proyectos y redes encadenadas productivamente a escala comunal. 9. Eslabonamiento del proceso, articulando la producción-procesamiento-distribución-consumo, como una telaraña que cubre el terorio. 10. Se construye con diagnóstico participativo centrado en el dialogo de saberes y se operacionaliza a través de los Puntos y Círculos. 11. Tejido productivo sustentable y diversificado donde debe injertarse la propiedad social y el espíu socialista. 12. Se rigen por una planificación consciente, orientadas por cupos y pedidos, enfrentando las relaciones mercantiles y de mercado.” (Comunicadores en Accion, Ecosocialismo como Nuevo Enfoque Socio-productivo que supera la Lógica del Caal. www.aporrea.org 13 de septiembre 2014).

INSTITUCIONES Y ECONOMÍA VERDE

ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

La principal insución que regula o podía regular variados perfiles asociados a la Economía Verde en Venezuela pasó a ser, desde el último trimestre de 2014 -tal cual se indicó- el Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo, Háat y Vivienda. A finales del primer trimestre de 2015 esa función se le asigna a un nuevo ministerio denominado Ministerio de Ecosocialismo y aguas.

En el mismo sentido de elementos de importancia para este trabajo debe destacarse que según la Ley Orgánica de la Administración Pública (Decreto N° 1.424, 17 de noviembre de 2014, Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 6.147), en su Artículo 28: “Los órganos y entes de la Administración Pública estarán internamente ordenados de manera jerárquica y relacionados de conformidad con la distribución vertical de atribuciones en niveles organizativos”. También pueden estar descentralizados o desconcentrados, funcional y terorialmente. De acuerdo al Artículo 29 de la Ley… señalada, los entes descentralizados con forma de derecho público estarán conformados por aquellas personas jurídicas creadas y regidas por normas de derecho público y tendrán atribuido el ejercicio de potestades públicas.

El Artículo 30 de dicha Ley establece el principio de descentralización terorial: “La Administración Pública Nacional, con el propóo de incrementar la eficiencia y eficacia de su gestión, podrá descentralizar competencias y servicios públicos en los estados, distos metropoanos y municipios, de conformidad con la Consución de la República Bolivariana de Venezuela y la ley”. Así también, el Artículo 31 establece el principio de desconcentración funcional y terorial: “La Administración Pública, con el objetivo de acercarse a las personas y mejorar el servicio prestado, podrá adaptar su organización a determinadas condiciones de especialidad funcional y de particularidad terorial, transfiriendo atribuciones de sus órganos superiores a sus órganos inferiores, mediante acto administrativo dictado de conformidad con el presente Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica. (…) La desconcentración de atribuciones sólo podrá revertirse mediante la modificación o derogación del instrumento jurídico que le dio origen”.

SACUDÓN

Mediante Decreto Presidencial N° 1.227, de fecha 03 de septiembre de 2014, publicado en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, número 40.489 –y en el contexto del Sacudón-, se ordenó la supresión del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente y del Ministerio del Poder Popular para Vivienda y Háat, y se creó el Ministerio del Poder Popular para Vivienda, Háat y el Ecosocialismo, con competencia en el ámo de las políticas públicas del Ejecutivo Nacional en materia de vivienda, háat humano, la conservación y administración ambiental y ecosocialismo.

Por otra parte según el Artículo N° 1 del Decreto 1.293 de 03 octubre 2014 publicado en Gaceta N° 40.511, “…se modifica la denominación del Ministerio del Poder Popular para Vivienda, Háat y Ecosocialismo, por la de MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA ECOSOCIALISMO, HÁBITAT Y VIVIENDA”. Y dado el Artículo N° 3, se crean los Despachos de Viceministros y Viceministras del Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo, Háat y Vivienda, que a continuación se mencionan:

1. El Despacho del Viceministro o de la Viceministra de Ecosocialismo Ambiental.

2. El Despacho del Viceministro o de la Viceministra de Ecosocialismo en Vivienda.

3. El Despacho del Viceministro o de la Viceministra de Gestión Ecosocialista de Aguas.

4. El Despacho del Viceministro o de la Viceministra de Gestión Ecosocialista en Supervisión y Seguimiento de Obras.

5. El Despacho del Viceministro o de la Viceministra de Manejo Ecosocialista de Desechos y Residuos.

Según el Artículo N° 4, el Despacho del Viceministro o Viceministra de Ecosocialismo Ambiental, tendrá las siguientes atribuciones:

Desarrollar e implementar lo concerniente a la planificación, gestión, protección, vigilancia y control ambiental con visión ecosocialista.

Planificar políticas para la protección y manejo de la diversidad biológica.

Establecer alianzas estratégicas nacionales e internacionales en materia ambiental y ecosocialista.

Fomentar actividades tendentes a la conservación de los recursos naturales del Ambiente.

Siguiendo al Artículo N° 6, el Despacho del Viceministro o Viceministra de Gestión Ecosocialista de Aguas, tendrá las siguientes atribuciones:

Desarrollar e implementar políticas y planes sectoriales en materia de aguas.

Diseñar, construir, operar y mantener las obras de captación, tratamiento y distribución de agua potable, aguas servidas, de saneamiento ambiental y de embalses.

Establecer alianzas estratégicas, nacionales e internacionales en materia de agua.

Generar políticas de evaluación y gestión de las empresas prestadoras de servicio hidrológico, regionales y nacionales, en el marco del desarrollo armónico, con respeto por la naturaleza y las prácticas ecosocialistas.

El Artículo N° 7 establece que el Despacho del Viceministro o Viceministra de Gestión Ecosocialista en Supervisión y Seguimiento de Obras, tendrá las siguientes atribuciones:

Diseñar las políticas para el control y seguimiento de la ejecución de obras en materia de equipamiento ambiental.

Generar políticas y lineamientos para la captación, tratamiento y distribución de agua potable; de aguas servidas; de saneamiento ambiental y de embalses, de urbanismos de vivienda y de equipamiento urbano, que adelanten los entes adscos responsables de llevarlas a cabo.

Elaborar el Plan de Evaluación y Supervisión de las Obras.

Establecer alianzas estratégicas, nacionales e internacionales para el seguimiento y control de obras en materia ambiental, háat y vivienda.

Siguiendo al Artículo N° 8, el Despacho del Viceministro o Viceministra de Manejo Ecosocialista de Desechos y Residuos, tendrá las siguientes atribuciones:

Formular políticas y planes sectoriales para el manejo integral de residuos y desechos domésticos, industriales, agropecuarios y hosalarios.

Formular políticas para el diseño, construcción, operación y mantenimiento de obras y/o equipos de recolección, transporte, procesamiento o tratamiento, reciclaje o disposición de residuos.

Establecer alianzas estratégicas, nacionales e internacionales en materia de residuos y desechos.

Generar políticas de evaluación y gestión de las empresas prestadoras de servicio estadales, municipales y comunales, en el marco del desarrollo armónico, con respeto por la naturaleza y las prácticas ecosocialistas.

Con la creación de estos Despachos de Viceministros, como los de Ecosocialismo Ambiental, Ecosocialismo en Vivienda, Gestión Ecosocialista de Aguas, Gestión Ecosocialista en Supervisión y Seguimiento de Obras y Manejo Ecosocialista de Desechos y Residuos, se fomenta la desconcentración funcional del Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo, Háat y Vivienda, para así poder ejercer más eficientemente sus funciones en materia de conservación del ambiente y Economía Verde.

La desconcentración funcional y terorial se da también a través de una serie de entes adscos a este Ministerio del Poder Popular con competencia en Economía Verde, entre los cuales destacan los siguientes:

Compañía Nacional de Reforestación (CONARE). Empresa del Estado que se encarga de atender y/o ejecutar requerimientos que le formulen organismos públicos nacionales o regionales, organizaciones industriales, empresas, compañías, asociaciones, misiones, cooperativas, y cualquiera otra organización o personas interesadas en la recuperación ambiental de los espacios degradados o en proceso de degradación.

Fundación de Educación Ambiental (FUNDAMBIENTE). Tiene como objetivos: desarrollar programas educativos ambientales, con miras a la concienciación del ser en la sociedad socialista, la participación protagónica y la inclusión social; así como, crear espacios y formas de participación directa y activa para afianzar la responsabilidad social de la empresa pública, como la privada, para la generación de fondos que apoyen la conservación ambiental.

Insuto Nacional de Parques (INPARQUES).

Insuto para el Control y la Conservación de la Cuenca del Lago de Maracaibo (ICLAM). Ente nacional designado por el estado venezolano para ejecutar las funciones de promoción, planificación, programación, coordinación y evaluación de las acciones necesarias para mejorar, preservar y controlar la vida de este sistema natural.

Laboratorio Nacional de Hidraúlica (LNH). Insución que tiene como misión apoyar al Estado en el aprovechamiento racional y manejo soberano del recurso agua realizando estudios y proyectos, convencionales y no convencionales, de Ingeniería Hidraúlica y Saaria.

Por otro lado, no es sólo la Administración Pública Nacional la que le compete atender la Economía Verde, sino también a la Administración Pública Estadal y Municipal, así como al poder popular organizado en comunas; pues, a través de la descentralización funcional y terorial se le da poder a las instancias locales, para que resuelvan de forma más eficiente y efectiva los problemas con respecto a la contaminación y a la preservación del ambiente, dado que las instancias locales son las que mejor conocen sus dificultades. Por supuesto, que tanto en los casos de desconcentración funcional y terorial dentro del Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo, Háat y Vivienda, como de descentralización funcional y terorial del Poder Público, la asignación de funciones debe estar en consonancia con los lineamientos establecidos por la Administración Pública Central, en correspondencia con el Plan de la Patria, Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2013-2019 (Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 6.118, 4 de diciembre de 2013) y la Consución de la República Bolivariana de Venezuela (1999).

PLAN DE LA PATRIA (SEGUNDO PLAN SOCIALISTA DE DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIAL DE LA NACIÓN 2013-2019).

El Gran Objetivo Histórico N° 2 del Plan de la Patria es “continuar construyendo el socialismo bolivariano del siglo XXI, en Venezuela, como alternativa al sistema destructivo y salvaje del caalismo (…)”. Se vislumbra la idea de Ecosocialismo, es decir, producir para garantizar la mayor suma de igualdad posible sin dañar el ambiente. Mientras que el Gran Objetivo Histórico N° 5 del Plan de la Patria trata de la preservación de la especie humana y el ambiente: “Contribuir con la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana”.

Por su parte, desagregaciones del Gran Objetivo Histórico N° 5 peren precisar El Objetivo Nacional 5.1 que hace referencia directa al Ecosocialismo: “Construir e impulsar el modelo económico productivo eco-socialista, basado en una relación armónica entre el hombre y la naturaleza, que garantice el uso y aprovechamiento racional, óptimo y sostenible de los recursos naturales, respetando los procesos y ciclos de la naturaleza”. Por otra parte, el Objetivo Nacional 5.4 hace referencia al impulso de la Economía Verde a nivel internacional a través de los movimientos ecológicos y señala que hay que “contribuir a la conformación de un gran movimiento mundial para contener las causas y reparar los efectos de cambio climático que ocurren como consecuencia del modelo caalista depredador”.

Por otra parte, en el Plan de la Patria 2013-2019 pueden ubicarse políticas y programas para el sector ambiente, conservación y ordenación terorial, entre las que pueden destacarse las siguientes:

Política:

1. Asegurar una gestión del agua partiendo de las cuencas hidrográficas como unidades de gestión, con el objetivo de satisfacer las necesidades humanas, ecológicas y la demanda generada por los procesos productivos del país.

Programas:

-Promover la recuperación de los cuerpos de agua y suelos en las cuencas de nueve regiones hidrográficas.

-Mantener actualizado el inventario de disponibilidad y demanda de agua superficial y subterránea en las cuencas hidrográficas, tanto en calidad como en cantidad.

-Generar la información básica ambiental, la cartografía y el catastro, para la gestión integral de las cuencas.

-Promover el desarrollo social integral y su interrelación con el cambio climático en diferentes cuencas a nivel nacional.

-Elaboración de planes de gestión integral de las aguas en las regiones y cuencas hidrográficas, con la participación de las comunidades.

Política:

2. Garantizar una ordenación y gestión soberana del terorio que oriente una organización socio-terorial ecológica y socialmente sustentable.

Programas:

-Ordenación del terorio sobre la base de sustentabilidad ecológica y la equidad socio terorial, mediante la participación del poder popular.

-Sistema de observación terorial para la evaluación y seguimiento de las condiciones ambientales y la dinámica de la ocupación del terorio.

Política:

3. Profundizar la acción educativa y comunicacional en todos los ámos de la vida nacional, en función del fortalecimiento de una conciencia crítica y acción transformadora que contribuyan a la preservación de la vida en el planeta.

Política:

4. Asegurar un ambiente sano mediante el manejo adecuado de los residuos, desechos sólidos, materiales y desechos peligrosos.

Programas:

-Asistencia técnica a la formulación y aplicación de planes para el manejo de los residuos, desechos sólidos, materiales y desechos peligrosos.

-Participación de la comunidad organizada para el manejo de los residuos y desechos sólidos.

-Participación y articulación de los diferentes niveles de gobierno, en la gestión integral de los residuos, desechos sólidos, materiales y desechos peligrosos.

En los conceptos de la Administración Bolivariana las políticas pasan por tres fase

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