2015-04-03

Arqectura



Internacionales

Biblioteca Carlos Rahola: silenciosa afuera, dinámica adentro

El rosarino Mario Corea Aiello revela los detalles de su proyecto en Gerona, España. Las claves: luz solar, blancura y onda verde.

Imágenes

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Echando mano a un imagen más que pertinente, Mario Corea Aiello compara a la recién inaugurada Biblioteca Pública del Estado “Carles Rahola”, en Gerona, con un libro: “Lo mejor está adentro”. En diálogo telefónico con ARQ, el arqecto rosarino radicado desde hace cuatro décadas en Barcelona explica que se trata de una arqectura “silenciosa por afuera y muy dinámica en su interior”. Y cuenta que accedió a proyectar esta obra por haber ganado el concurso nacional convocado por la Generaat de Cataluña.

La biblioteca se encuentra emplazada en una zona residencial relativamente nueva conocida como el “Ensanche”, fuera del casco histórico. Por eso, el lote, en un gran claro verde urbano, está rodeado de edificios heterogéneos de seis o siete pisos, todos construidos entre las décadas del 50 y el 80. Su vecino más conspicuo es un gran conjunto en “L” de Oriol Bohigas, que funciona como “telón de fondo” de la Biblioteca en dos de las calles que rodean a la manzana. Ese fue otro factor que hizo decidir al rosarino por “una geometría abstracta, un volumen rotundo, un cuadrado perfecto, que determina sin lugar a dudas su carácter de edificio público y cívico”, asegura. Así tomó forma este prisma de planta casi cuadrada, un volumen casi sin salientes ni retranqueos, todo blanco y vidrio.

Ubicada a 115 km de Barcelona, la ciudad de Gerona fue fundada en el primer siglo de nuestra era y se destaca por su viejo casco amurallado y su antiquísimo barrio judío –considerado una de las cunas de la cábala–, ios que hacen de ella algo así como la “Toledo” de Cataluña, y con la ventaja de estar mucho menos atosigada de turismo. Sin embargo, en el proyecto no está presente el espíu medieval de la ciudad, según explica el arqecto, debido a la uación de lote, fuera del área histórica. “Dentro del casco quizás hubiese sido distinto, no en lo que hace a la forma simple pero sí en la textura y el color –ade–. Pero en el lugar donde estamos no había con qué identificarse, es un tejido moderno junto a la avenida Emili Gra, ancha y muy tranada.” Así, tomando como punto de partida la distinción de Aldo Rossi entre “tejido” y “monumento”, y aunque no se tratara precisamente de un monumento, Corea Aiello planteó el edificio como “un o urbano fácilmente identificable en el entorno”. El volumen regular, con piel de U-Glass blanco interrumpido en algunos sectores por paneles de vidrio, asegura una buena luz natural para la lectura durante el día y destaca su presencia nocturna (la Biblioteca funciona hasta la noche) como una gran lámpara urbana.

“La gran linterna es una metáfora del conocimiento, de contenedor cultural a l servicio de la sociedad”, cuenta el proyectista. En una suerte de ida y vuelta, los grandes cristales transparentes de las salas también enmarcan las visuales del barrio que la rodea.

Sólo la fachada del acceso principal, sobre la plaza, se diferencia por un pliegue de la fachada hacia adentro, y por su piel opaca de Corian blanco. “En un cubo, como se sabe, es difícil encontrar la entrada, así que hubo necesidad de señalarla para que los usuarios no se pierdan”, explica el arqecto.

Corea Aiello destaca que el edificio responde a los “nuevos retos programáticos de lo que hoy en día significa una biblioteca, es decir, un lugar de interacción social, pero que al mismo tiempo reivindica su papel tradicional como lugar de lectura, estudio y reflexión, introspectivo y tranquilo”. Para compatibilizar este doble carácter del programa, y a la vez ubicar todos los usos en forma eficiente, el proyectista se valió de dos estrategias. La primera de ellas fue su interpretación personal de los conceptos de Louis Kahn acerca de los espacios “servidos” y “servidores”.

De esta forma, la organización interior se resuelve en función de la presencia de dos tiras de servicios opacas que contienen los núcleos de servicios y circulación vertical, y que articulan a tres franjas con los espacios “servidos” donde transcurre la actividad específica del edificio. Por otra parte, se ubicaron los distintos usos en sentido “ horizontal creciente, de lo más público a lo más reservado” en las cuatro plantas. De todas formas, el interior del edificio aparece como integrado visual y espacialmente desde el mismo el hall de acceso, donde una gran escalera abierta conecta los tres niveles públicos, aportando fluidez a la lectura de los espacios. “Además de su función circulatoria, es el lugar desde donde se comprende toda la complejidad y continuidad espacial del interior”, acota el proyectista.

Así, a medida que se sube se van encontrando las áreas menos llenas de gente. En principio, la planta baja, en contacto directo con la ciudad y con mayor transparencia está destinada a los ios de uso más abierto, como el espacio exposiciones, el auorio (que debió resolverse con un solado horizontal y no en pendiente, como estaba previsto en el proyecto, para que ada otros usos), la biblioteca infantil, la sala de lectura de diarios y revistas, y el bar al público, incluso con mesas afuera, en la plaza.

Del primer piso, en tanto, el arqecto explica que está destinado a “estudiantes que van a estudiar”, y el segundo, a los investigadores que utilizan las colecciones reservadas. El subsuelo, por último, aloja las áreas administrativas y auxiliares de todo tipo. El hecho de estar bajo tierra facia el oscurecimiento de los depóos donde se guardan los libros, mientras que las oficinas, donde se necea luz natural para el personal, están iluminadas por patios que llegan hasta el subsuelo y un patio inglés.

En rigor, la iluminación natural es uno de los ejes del proyecto, faciada por la transparencia (o semi) de las envolventes; pero también por el diseño de tres patios interiores que perforan el volumen en toda su altura hasta el subsuelo. El patio central, particularmente, funciona como un gran embudo de luz debido a su conformación creciente de abajo hacia arriba, en virtud de un progresión geométrica en la que tanto los espacios vacíos como las terrazas verdes que los delian se van duplicando a medida que se sube de nivel. Hay, además, otros dos patios de sección constante junto a las envolventes.

“El blanco, el verde de las terrazas y la luz son los tres elementos compoivos básicos. Por adentro, lo más importante es la luz natural. La función de los patios interiores es que la luz sea protagonista”, explica Corea Aiello. Además, claro, del ahorro energético que ello implica. Agrega que en la arqectura interior y en el equipamiento predomina el blanco, un color reflejante por excelencia, ya que “los libros forran todo y aportan el color que hace falta”.

Biblioteca Carlos Rahola

Proyecto: Arqs. Mario Corea Aiello, Lluís Moran y Sebastián Guerrico. Ubicación: Gerona, España. Estructura: David García / BIS Arqectes. Instalaciones: Eduard Bou / K2 Consulting. Arqecto Técnico: Auding Intraesa / Arístides Pujalte. Constructora: Copcisa. Superficie: 8.072 m2. Año: 2014.

Fuente: http://arq.clarin.com/arquitectura/Silenciosa-afuera-dinamica-adentro_0_1326467787.html

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