2014-11-21

Clase 5

Bienvenidos una vez mas a esta serie de mensajes sobre prosperidad.

Este es el mensaje numero cinco de cinco que hemos dado. Gracias a todos los que fielmente han seguido esta serie.

En la clase numero uno hablamos de que no podemos hablar de prosperidad sin incluir a Dios. Dios quiere que prosperemos. Necesitamos de su bendición en nuestras vidas y en lo que hacemos.

En la clase numero dos hablamos de la dinámica de la prosperidad. De cómo la Biblia nos llama a trabajar y ser diligentes. Nosotros tenemos que hacer lo posible y dejar que Dios haga lo imposible.

En la clase numero tres hablamos sobre el concepto que viene en la Biblia sobre el dinero. De tener cuidad con la avaricia, tener contentamiento en donde estas y bendecir a otro con tus recursos.

En la ultima clase, la cuarta hablamos de las promesas y bendiciones de dar. El misterio que implica cuando nos desprendemos de lo que tenemos y como Dios nos promete que nos prosperara al hacerlo.

La naturaleza de Dios es el dar y en esa área Dios espera que le imitemos. Si sembramos abundantemente, cosecharemos abundantemente. Dios espera que lo honremos con las primicias, lo primero y lo mejor, y nos promete que nos bendecirá al hacerlo.

Y esta, el día de hoy, es la quinta y ultima clase.

Una de las preguntas que tocamos hace algunos días es la pregunta sobre si a Dios le interesa el dinero o si Dios esta interesado en el dinero.

La respuesta es NO y SI.

Dios NO esta interesado en el dinero porque no necesita dinero. El es el dueño de todo lo que existe. Es dueño de todo el oro y la plata. No necesita dinero.

Por otro lado, Dios esta interesado en nosotros y si para nosotros es importante, para Dios es algo importante.

Dentro de la dinámica de la prosperidad, Dios te quiere bendecir. Dios quiere abrirte oportunidades y bendecir el fruto de tus manos. Lo hemos visto en las ultimas clases a través de muchos pasajes de la Biblia.

Y en nuestro plano terrenal, existe esta dimensión a la cual podemos accesar llamada lo espiritual. Asociamos lo espiritual con las cuestiones religiosas nada mas y esperamos que simplemente las bendiciones lleguen de allá para acá y de alguna manera desasociamos nuestra vida terrenal llámese trabajo, vida en familia y demás de ello.

Esperamos la bendición de Dios. Esperamos que Dios mande a sus ángeles a que nos protejan a nosotros, nuestra familia, posesiones, a nuestros hijos. Esperamos que Dios ponga su mano en lo que hacemos, dentro de ese plano espiritual.

Sin embargo, Dios también tiene una expectativa de nosotros.

Dios esta esperando algo de nosotros.

Dios esta esperando que le devolvamos a Él una parte de lo que nos ha dado.

La mayoría de nosotros ni siquiera pensamos en eso. No pensamos que Dios esta esperando que demos ni las repercusiones que tiene al no hacerlo. Pensamos en que Dios no necesita dinero. Es la idea generalizada de ello.

Y con esta idea en mente, quiero que me acompañes a un pasaje de la Biblia donde Dios le esta reclamando a su pueblo porque no dan.

Este pasaje lo encontramos en Malaquías 3:8 (NVI)

8 »¿Acaso roba el hombre a Dios? ¡Ustedes me están robando!

»Y todavía preguntan: “¿En qué te robamos?”

»En los diezmos y en las ofrendas.

La mayoría de nosotros tenemos el concepto de Robar como tomar algo que no nos pertenece y la reacción de los Israelitas cuando Dios les reclama que lo han robado es la misma. ¿Cuándo te hemos robado? ¿Cuándo hemos tomado algo de ti? ¿En que te hemos robado? (Casi sonaría como algo imposible el Robar a Dios)

Y la respuesta de Dios es muy directa y sin rodeos.

“En no dar sus diezmos y ofrendas”

Y en el contexto de este pasaje, el templo estaba descuidado. Al parecer los Levitas, las personas escogidas por Dios para trabajar en el templo habían tenido que regresar a sus campos a trabajar porque los Israelitas no estaba cumpliendo con sus diezmos y ofrendas y el Templo estaba descuidad por falta de recursos. No estaba dando sus diezmos y ofrendas.

El diezmo es la decima parte de nuestros ingresos. Esta practica viene en el antiguo testamento. El pueblo de Israel eran 12 tribus y Dios escogió a una de ellas, los hijos de Levi para servirlo. A estos se les llamo los Levitas. A las 11 otras tribus les ordeno dar sus diezmo a los Levitas, quienes estaba consagrados al trabajo del Templo.

El día de hoy la responsabilidad de la iglesia local cae en aquellos que asisten y son parte de ella. Dios espera aun que demos nuestros diezmos y ofrendas.

Se que en esta parte muchas personas se ponen sensibles con el tema. Quiero ser parte. Quiero estar involucrado en la iglesia. Quiero servir, sentarme a recibir. Pero cuando se trata de nuestra responsabilidad, muchas veces no sentimos que es nuestra.

Hablando de la ofrenda o de dar, cuando usted va al cine, al entrar el cine levanta una “ofrenda” por sus servicios. Independientemente de si la película esta buena o no, o el cine esta limpio o no, la gente aun asi paga por entrar.

Si alguna vez has ido a un concierto o a algún espectáculo tu les has dado una “ofrenda” a ellos por sus servicios.  Por lo regular estos son espectáculos caros y no ves a nadie sentado entra la gente quejándose  diciendo “la única razón por la que hacen esto y lo único que les interesa es mi dinero!”

Cada ves que vamos al cine, comemos fuera o vamos a un lugar donde tenemos que pagar, están levantando una “ofrenda”.

De hecho, la fría realidad es esta.

Starbucks solamente esta interesado en tu dinero.

Apple solamente esta interesado en tu dinero.

Target Solamente esta interesado en tu dinero.

De hecho, la mayoría (si no es que todos) los servicios están interesados en tu dinero.

Y a pesar de ello, muy poca o casi nadie se queja de estos lugares porque no tenemos la tendencia de quejarnos sobre dar dinero a las cosas que realmente valoramos o adoramos.

Nadie se queja al dar dinero a algo que valora.

Y aquí es donde el corazón del hombre se revela. No damos porque no le vemos valor a lo que Dios nos ofrece a través de la iglesia.

Y si para Dios es importante, para nosotros debería de ser importante.

Regresando al pasaje de Malaquías, en los siguientes versículos podemos leer.

Malaquías 3:9-10 (NVI)

9 Ustedes —la nación entera— están bajo gran maldición, pues es a mí a quien están robando.

10 »Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto —dice el Señor Todopoderoso—, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde.

Hay cuatro cosas que son importantes de este pasaje.

Lo primero, hay una maldición al robar a Dios. Aparentemente les estaba hiendo mal. Sus campos se los comían las pestes. No prosperaban y era a causa de esto.

Lo Segundo es que les pide el diezmo integro. No el 5%. No el 7%. Les dice, tráiganlo integro.

Lo tercero es que, si has robado a Dios y has estado bajo maldición, Dios te da la oportunidad de arrepentirte y te pide que lo hagas al comenzar a traer tus diezmos de nuevo.

Y por ultimo, Dios te pide que lo pruebes en esto y el abrirá las compuertas del cielo. Es una promesa de abundancia de parte de Dios. En toda la Biblia podemos encontrar que Dios dice que no lo tentemos. Que no lo pongamos a prueba y este pasaje es el único en toda la Biblia que dice Dios “Pruébame en esto”.

Las tres lecciones que podemos aprender en la clase del día de hoy son

1.- Dios tiene una expectativa de nosotros.

2.- Dios espera que le regresemos nuestros diezmos y ofrendas a Él a través de la iglesia. Si no lo has hecho, comiénzalo a hacer.

3.- Dios nos promete que quitara la maldición de sobre nosotros y nos bendecirá al hacerlo.

Gracias por acompañarme en toda esta serie de mensajes. El tema de la prosperidad es muy importante para todos nosotros y para Dios también. Si tienes la oportunidad, escúchalos y toma nota de ellos mas de una vez. Si dejas que esto entre en tu corazón, veras la bendición de Dios y comenzaras a ver como prosperas en todas las áreas de tu vida.

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