2012-10-14



¿Todos sabéis lo que es un blog trip? ¿No? pues os lo explico en pocas palabras, es un viaje organizado para blogueros, que generalemente tienen bastante influencia en las redes sociales. En ellos abordan distintos temas y tratan a los blogueros fenomenal. Lexus pure weekend ha sido una experiencia fabulosa que combinó motor, turismo y alta gastronomía.

La organización en este caso corría a cargo de Lexus Spain que nos propuso como destino Cantabria. Un lugar perfecto para probar las deleidades de sus vehículos ya que, sus verdes paisajes invitan a la conducción en tranquilidad. Y es que ya lo dice Kylie Minogue en el anuncio de la marca ‘conéctate a la revolución del silencio‘. Ahora, estaréis pensando que estoy medio loco pero, no. Conducir un Lexus es eso, una experiencia silenciosa; no se oye el motor, no se oye el exterior y si encima estás en un lugar bello pues, disfrutas del paisaje.



Lexus es una marca que apuesta por el lujo y cuida hasta el mínimo detalle con cosas como por ejemplo: la pantalla de navegación, que es la mas grande del mercado, si conectas tu teléfono móvil, el coche es capaz de leerte los mails. Cuidan, también, el confort tanto del conductor como del copiloto y acompañantes, incorporando mil una posición de los asientos e incluso, para los más exquisitos, tenemos la opción de instalar masajeadores. Un control perfecto de la temperatura, hasta del ambiente que se respira en el habitáculo, y es que su sistema de climatización libera unas partículas llamadas nano-e que eliminan el mal olor y se han demostrado beneficiosas para la piel ¡rejuvenecen!. Pero además, están comprometidos con el propietario, al que miman desde el momento de la compra. Lo mejor, su tecnología híbrida. Una inversión en el cuidado del medio ambiente, ya que se reducen las emisiones de ‘malos humos’ entre 50 y 500 veces.

Tecnología híbrida

La tecnología híbrida – hybrid drive- se consigue al combinar dos tipos de motor en el mismo coche. Por un lado, está el de fuel y por otro, el eléctrico que se recarga con la energía que genera el de combustible. Poniendo el coche en modo ‘eco’, el mismo, va seleccionando que tipo de motor funciona con lo cual, hay momentos en los que sólo estamos funcionando gracias al eléctrico. Conclusión: emisiones igual a cero.



El hotel del encuentro

El jardin de Carrejo, situado en Carrejo, una pequeña pedanía de Cabezón de la sal. Un lugar que era una antigua vaquería transformada en hotel, con una finca que la rodea absolutamente maravillosa y muy cuidada. Un trato, diría más bien, exquisito y a la vez familiar. La primera cena fue allí y pudimos degustar quesos cántabros, bonito del norte, solomillo de ternera cántabra. Lo mejor, el desayuno, con una presentación muy apeteceible y con una variedad fuera de lo normal. Siempre utilizando los productos del lugar y de temporada. La mesa de bizcochos y dulces caseros era una auténtica locura.

Actividades y turismo

La mañana del sábado la dedicamos al más puro relax, nos ofertaron un sesión de 20 minutos de masaje en unas cabinas llamadas ‘bubble air’ donde se respira aire puro. Una maravilla, todavía sueño con volver.

Después, nos fuimos a Santander a comer, conduciendo cada uno el coche de su elección. Yo escogí el RX 450h. El restaurante elegido, fue el Bar del puerto, un clásico en el puerto chico de Santander del que os hablaré en otro post. Tras el café y una sobremesa de lo más animada, otra vez a los coches camino de Santilla del Mar, ese pueblecito lleno de encanto e historia por el que dimos un paseo. Y de allí, a las cuevas de Altamira, una joya calificada como la capilla Sixtina del arte rupestre donde tuvimos una visita guiada de lo más interesante.

Y por último, una cena en el restaurante con estrella Michelín, Annua, la famosa ostrería de San Vicente de la Varquera, regentada por Oscar Calleja. Ni que decir tiene que fue un festival para el paladar pero, será objeto de un post exclusivo por lo singular.

Todo ello, compartido por un conjunto de personas fabulosas. Ya sabéis y siempre lo digo, lo más importante para este que escribe son las personas, y la organización y su selección de blogueros consiguieron su objetivo crear una pequeña familia durante dos días. Del Lexus pure weekend, una experiencia que combinó motor, turismos y alta gastronomía vuelvo, enamorado de los coches, admirado por la belleza de Cantabria, agradecido por el trato tanto en hotel, como en los restaurantes y con un puñado de nuevos amigos. ¿Se puede pedir más?, creo que no, bueno sí, que nos hubieran regalado un Lexus, aunque eso no deja de ser una utopía, claro está, dejo este post como recuerdo que un día conduje uno y de un fin de semana irrepetible.

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