El mundo puede tener todas las Fashion Weeks que quiera, pero en París es distinto. Lo suyo, pese a que hay otras versiones excelentes como las de prêt-à-porter, es “La Semaine de la Haute Couture” y es tan fantástica que hasta Anna Wintour llega con un entusiasmo efervescente. Los franceses están más que orgullosos de sus casas de moda, de sus diseñadores y de los invitados a este evento. Simplemente, porque ellos además de tener una reputación tan alta como Milán, tienen la ventaja de ser deliciosamente más sofisticados y de estar en la ciudad a la que todos quieren ir y que es sinónimo de amor, encanto y de una historia más que profunda con Luis XIV, Versalles, María Antonieta, la revolución Francesa, Voltaire, diderot, Marat, robespierre, napoléon, Victor Hugo, Coco Chanel y, también, Jean Paul Gaultier. Como ya se puede imaginar, “La Semaine de la Haute Couture” para la primavera-verano 2015 fue otro sueño que se hizo realidad.
Versace fue el encargado de abrir el gran evento y el comienzo empezó a darse desde que llegó donatella junto a Kate Hudson, que llegó con un híper sexy vestido rojo con cortes ultra asimétricos, y Goldie Hawn. Chanel, por su parte, impuso un espectáculo lleno de flores y full primaveral en el Grand Palais. después vino el momento Elie Saab, que hizo un homenaje precioso a Beirut. Valentino, con Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli como sus directores creativos, se inspiró en el amor y se mantuvo dentro de lo clásico, recordando a la rusia de Marc Chagall. Dior, con Raff Simons, sobre un piso malva hizo un juego de los años 50, 60 y 70 con una proyección futurista y de la construcción que está por venir. Viktor&rolf le hizo un homenaje a Van Gogh. Ahora, el más noticioso fue Gaultier. La pasarela del llamado enfant terrible de la moda fue como una fiesta de matrimonio pero adhoc a los tiempos de hoy, o sea para todos, sin importar el género de quienes se casan, y por supuesto que hubo vestidos de novia, madrinas e invitadas seductoras. en su front row se vio a Carla Bruni-Sarkozy, Catherine deneuve y dita von teese (ellas dos con flores en la mano), mientras que el cierre fue con naomi Campbell, que a sus 44 años se vio espléndida en la pasarela como ramo de flores, mostrando sus magníficas y tonificadas piernas.
CHANEL APUESTA POR LA CINTURA
Karl Lagerfeld convirtió esta vez el Grand Palais en un exhuberante invernadero y trasladó a sus invitados desde el frío invierno parisino a un paraíso tropical de colores. ¿Cómo lo hizo? Con estilo, con creatividad y gracias a la magia de un jardinero encantado y encantador: con su característica sonrisa, un poco pícara y muy dulce, Baptiste Giabiconi regó las gigantescas plantas de papel para lograr una transición mágica del invierno a una primavera colorida, chic y femenina, tradicional y moderna. Acompañadas por la música del dJ Michel Gaubert –amigo de toda la vida de Karl Lagerfeld– modelos como Lindsey Wixson, nadja Bender, Joan Smalls, Anna ewers y Kendall Jenner desfilaron las nuevas creaciones.
Ante la ausencia de Cara delevingne, todos los flashes se dirigieron a Kendall, una de las hermanas menores de las conocidas Kardashian, quien se desplazaba con total seguridad, luciendo su cintura. esta colección también podría haberse llamado “el vals de las flores”, porque el colorido que se vio sólo puede encontrarse en la naturaleza.
Varios tonos de rosa, naranja, rojo, amarillo, azul eléctrico o ese verde intenso que a nadie deja indiferente, se combinaron con blanco y negro para definir figuras con líneas suaves y cinturas mínimas. tal como al final del desfile comentaría Lagerfeld: “La cintura es el nuevo escote” y las chicas de la pasarela podían presumir de ella. Las polleras llegaban a la rodilla, mientras que otras alcanzaban los tobillos, o eran mini, midi, maxi, de líneas acampanadas o tubo, y se combinaban con chaquetas muy largas unas y muy cortas otras o con sugerentes crop tops.
De los accesorios, sorprendieron los cinturones skaters (lo que son muy largos con hebilla con placa de metal) y desde la primera modelo que salió, llamaron la atención los enormes sombreros de paja y ala ancha decorados con delicados tul. Luego vinieron otros tipos de tocados para el pelo, gorros tejidos y adornados con cristales y brillos y las rejillas que vuelven en gloria y majestad. Para todas las modelos, botas negras de media caña, ajustadas y con punta de charol. La tendencia para el día mostró chaquetas de tweed con mangas tres-cuarto, hombros redondeados y escotes amplios que se llevan con vestidos y polleras largas. Para la noche, flores bordadas de tul, de cuero, organza y pétalos con pistilos de perlas. Se vieron nuevamente blusas, polleras y vestidos plisados, mientras que otros envueltos en plumas se usaron con llamativos boleros y capas bordadas de flores. Para terminar, un vestido de novia de cuerpo ceñido y bordado ricamente con cuentas de cristal que finalizaba en una larga cola completamente cubierta de flores, guantes largos y un sombrero de tamaño extra grande. //@ revistacosas
La entrada SEMANA DE LA ALTA COSTURA DE PARÍS “JARDINES DE PRIMAVERA aparece primero en Revista Cosas.com.