2014-06-09

El proyecto LEDS es parte de una iniciativa más grande llamada: Mejorando la Capacidad para Estrategias de Desarrollo en Bajas Emisiones (CE-LEDS, por sus siglas en inglés), que apoya el crecimiento económico sostenible y resilente, compatible a una reducción de emisiones de gases de invernadero. Basándose en gran medida en la colaboración local e intersectorial, el proyecto permite que los resultados de la investigación satisfagan las necesidades de información de los tomadores de decisiones, considerando ampliamente dimensiones socioeconómicas y comerciales.

Objetivos del evento:

1. Presentar resultados finales de la primera fase del proyecto LEDS (Low Emissions Development Strategies).

2. Debatir los resultados y recibir retroalimentación de los asistentes con respecto a formulación de escenarios y políticas encaminadas a lograr una estrategia de desarrollo bajo en emisiones en Colombia.



Alex De Pinto mostrando resultados del modelo IMPACT

El pasado jueves 29 de mayo de 2014 en la ciudad de Bogotá se llevó a cabo el segundo taller sobre estrategias de desarrollo bajo en emisiones, inicialmente, durante la mañana, se dio espacio para una breve introducción por parte de los asistentes. Posteriormente, Alex de Pinto, investigador y líder de la iniciativa LEDs Colombia, presentó los resultados del modelo IFPRI-IMPACT (Figura 1) para Colombia. Estos, que tuvieron en cuenta las sugerencias de la primera reunión de este año (realizado en el mes de febrero), hicieron énfasis en los cambios del almacenamiento y emisiones de carbono debido a usos del suelo establecidos dentro de una línea base. Los resultados de esta línea base serán comparados con otros escenarios con la finalidad  de evaluar mejores alternativas para reducir las emisiones de carbono y a la vez favorecer a los sectores económicos, desde su implementación hasta la evolución futura de las políticas tomadas. La idea final del modelo IMPACT es poder evaluar escenarios a futuro de posibilidades de nuevas políticas públicas. Así,  se consiguen realizar comparaciones entre el presente y futuro, midiendo emisiones de cada cultivo, y teniendo en cuenta las prácticas agrícolas o sectores que podrían tomar relevancia.

De manera descriptiva el flujo de trabajo presentado por de Pinto consistió en:

Primero, realizar una modelación con IFPRI-IMPACT para todo el país, teniendo en cuenta que luego estos resultados se realicen a un nivel general o aún más detallado con un modelo de uso de suelo a escala municipal, dependiendo de la disponibilidad de información desagregada a la cual se logre acceder.



Figura 1. Diagrama de flujo IFPRI IMPACT.

Posteriormente, se utiliza el modelo DNDC (DeNitrification-DeComposition, por sus siglas en inglés) que simula la biogeoquímica del carbono y el nitrógeno en agroecosistemas. Este modelo puede ser usado para simular las emisiones por cultivo a futuro, bajo supuestos de cambios del uso actual. Este modelo se pretende usar a escalas regionales en aquellas zonas priorizadas, y ver que oportunidades de conversión de uso de la tierra son convenientes para la reducción de emisiones de carbono.

Akiko, investigadora del IFPRI, complementó a de Pinto indicando que “Un punto importante en la reunión fué la comparación de los cambios de información desde la última reunión”. Tener en cuenta las recomendaciones de los participantes en el primer taller realizado en el marco de LEDS, esto posibilitó la mejora debido a que proporcionó mejor calidad de los resultados usando información geográfica y estadística a escala desagregada.

Planeación y discusión de potenciales escenarios

Luego de la presentación y discusión de resultados finales de la primera etapa del proyecto LEDS, se formaron grupos de trabajo bajo tres temáticas con el fin de definir políticas de base interinstitucional, generando así un espacio para discusiones y escenarios posibles:

Reducción de la tasa de deforestación;

Disminución de área de pastura e intensificación ganadera;

Cambio de cultivos intensivos en Colombia;

En la segunda sección, luego de haber conformados los grupos,  se inició una dinámica participativa para la definición de políticas con potencial y viabilidad tomando los siguientes parámetros establecidos:

1.            Definir política o escenario y la forma de alcanzar esta meta;

2.            Factibilidad de impacto ó viabilidad (política, social, económica, cultural etc.);

3.            Escenarios propuestos en caso que no sea 100% factible (grado de confianza);

4.            En que departamentos o regiones de Colombia se aplicarían las políticas;

5.            Principales factores que hacen factible el impacto y cuáles son los obstáculos.

Esta dinámica consistió en 3 fases: la primera, generación de políticas ajustadas a los parámetros establecidos anteriormente; posteriormente, rotación de la mesa de discusión con los participantes de los 2  grupos para fortalecer las políticas planteadas con el fin de incluir propuestas que permitan mejorar las estrategias dentro del ámbito forestal y ganadero; finalmente, exposición de cada una de las alternativas, generando así nuevas preguntas y sugerencias a tener en cuenta bajo los diferentes escenarios establecidos. Como resultado de estas mesas de discusión se concluyó:

 Sector forestal

Dentro de la estrategia de desarrollo bajo en carbono en el ámbito forestal se ha propuesto desde el gobierno la estrategia de cero deforestación en el amazonas y una disminución para las restantes regiones del país. Basado en estudios por parte del IDEAM, se han identificado 8 focos de deforestación donde se puede priorizar bajo tres escenarios: mejor, se alcanza la deforestación 0 en el amazonas y reducción en el resto del país; medio, se mantienen la tasa actual del periodo 2005-2010 (236.000 ha perdidas por año); y pesimista, incrementa pero levemente en comparación a la cifra histórica de deforestación.

Con el objetivo de alcanzar el mejor escenario, es requerido un fortalecimiento institucional, promoción de la investigación y monitoreo, desarrollo e implementación de procesos productivos sostenibles, mejoramiento en las condiciones de las comunidades, pagos por resultados, ordenación y zonificación, apoyo a las iniciativas y proyectos locales que son exitosos. A su vez, dicha estrategia posee puntos favorables tales como adopción de prácticas sostenibles de producción, plantaciones forestales, iniciativas de restauración, agroforestería, monitoreo y seguimiento mediante sistemas de alertas tempranas y planes de contingencia. Caso contrario, se tienen puntos desfavorables como: vulnerabilidad climática, incremento de actividades de desarrollo económico como (infraestructura, minería, ganadería y agricultura -exceptuando la de subsistencia y de seguridad alimentaria-), biocombustibles y prácticas de cultivos ilícitos). En este orden de ideas se consideró el aporte de ciertos participantes claves:



Participación activa de los asistentes del segundo taller

Como comentarios de la mesas de otros grupos, se propuso ideas para fortalecer la estrategia como la  evaluación de la viabilidad por la extracción selectiva sostenible, liderada por CATIE, como buena práctica para combatir la deforestación. Asimismo, no se debe dejar de lado el ecoturismo, que a la vez que educa al ciudadano puede generar beneficios económicos. Otros comentarios fueron dirigidos a considerarse estrategias productivas de acuerdo al contexto del país y de la unidad productiva. Así, es posible generar opciones que permitan dinámicas de producción agricultura y no deforestación.  Lo anterior, debe considerar también como  garantizar la sostenibilidad de prácticas, considerando limitaciones de infraestructura y mercado.

Sector ganadero

En la mesa de trabajo de ganadería se propuso seguir los lineamientos de la propuesta de  FEDEGAN (Plan Estratégico de la Ganadería 2019 ó conocido como PEGA). De esta manera, e plantea una disminución del área en pastos en 10 millones (M) y aumento del hato ganadero de 23 M a 46 M de cabezas al 2019 con una carga animal de 0.6 UGG a más de 1 UGG.

Esta estrategia, basada del mapa de conflicto de la tierra de subutilización y sobre utilización para zonificar zonas, planea implementar pagos por servicios ambientales (PSA) para 120 mil hectáreas hasta el 2017, con la idea de reducir a 13 M de hectáreas en pasturas. Esta propuesta presenta ventajas como: reducida diferencia entre escenarios propuestos para la reducción de área de pastura entre el Ministerio de Agricultura y Fedegan; voluntad del gremio y gobierno; y factibilidad de implementarse. Por otro lado, las barreras de esta política son: arraigo cultural ganadero; barreras económicas debido a la sostenibilidad de los pagos por servicios ambientales a largo plazo; y recolonización de zonas reconvertidas.

Algunos comentarios adicionales a las propuestas fueron: reconversión de pasturas en otras coberturas puede dejar la tierra improductiva; baja sostenibilidad del PSA dado a las condiciones actuales; el PSA puede ser usado para implementar sistemas agrícolas; es relevante tener en cuenta la vocación de uso de suelo para ver qué tan factible es convertir pastos a agricultura o forestales; se debe promover la búsqueda de mecanismos para mantener la compensación de PSA en el tiempo tales como cultivos para autoconsumo y pago de bonos de carbono.

Sector agrícola

En este sector bajo la PEGA, que plantea la liberación de cerca de 10 millones de hectáreas a la naturaleza, se plantearon los escenarios: medio, convertir de 5 millones para el 2030; optimista, convertir 7 millones; y pesimista, seguir con un crecimiento de acuerdo a la línea base.

Los potenciales cultivos considerados para la conversión fueron: palma, caña de azúcar, frutas, soya, maíz, forestales comerciales y otros cultivos. Los lugares para la siembra estarán en función de la vocación de uso de suelo (principalmente en aquellas zonas denominadas  de “subutilización y sobreutilización”),  del conflicto de uso del suelo, del ordenamiento territorial, y  de la transferencia tecnológica participativa, continua y con seguimiento para la apropiación por parte de los productores. Adicionalmente, se considera la viabilidad de implementar sistemas de incentivación a ganaderos para la siembra de maíz como prácticas de ensilaje para ganado o cambio de uso de suelo.

Las barreras para la implementación de esta política serian: desarrollo de la infraestructura, ley tierras, conflictos sociales, precios mercados, entre otros

Alcances y perspectivas

Se concluyó exitosamente la reunión cumpliendo con los objetivos planteados inicialmente. Una vez más se contó con la participación activa de representantes de las entidades gubernamentales con el fin de promover un análisis participativo que ajuste y calibre tanto el modelo como su esquema metodológico. Lo anterior permitirá liberar un análisis más detallado que apunta a la implementación de estrategias bajas en emisiones para las regiones de Colombia.

 Autores: Brayan Valencia, Alejandro Coca

Coordinador del proyecto: Bernardo Creamer  b.creamer@cgiar.org

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