Bruselas.-La Comisión Europea (CE) advirtió hoy de la necesidad de tomar más medidas para detener el declive de la industria europea, y en concreto instó a España a completar sus reformas estructurales para que tengan un efecto positivo en el sector.
La industria está en una “situación de luz y sombra”, destacó el vicepresidente de la CE y responsable de Industria, Antonio Tajani, en la presentación de dos informes sobre el estado del sector en los Veintiocho.
Tajani apuntó que mientras se están dando ciertos signos de mejoría, la base industrial en Europa continúa erosionándose.
“Hay que hacer más”, dijo Tajani, quien consideró que “debemos cuestionar la efectividad de los instrumentos que tenemos” y abogó por mantener el ritmo de las reformas.
Respecto a España, el Ejecutivo europeo insta en sus informes al país a completar las reformas estructurales para que tengan un impacto efectivo en el crecimiento y la competitividad.
“El Gobierno ha adoptado diversas medidas para mejorar la situación actual, pero el progreso ha sido lento y algunas reformas emblemáticas aún no están aprobadas, como la ley para apoyar a los emprendedores y su internacionalización”, destaca la CE.
La Comisión Europea afirma que España “está todavía experimentando un ajuste estructural profundo para corregir los desequilibrios acumulados durante los auges del sector inmobiliario y del crédito”.
Precisamente, la falta de crédito para las empresas y, en concreto, las pymes es uno de los principales problemas que la CE considera que España debe tratar, así como las cargas administrativas a las que hacen frente.
“El Gobierno ha adoptado una serie de medidas para facilitar el acceso al crédito, en particular, garantías de préstamos, así como promover instrumentos financieros alternativos. Pero por ahora no hay señales de una mejora sustancial”, afirma el documento.
“El marco legal y regulatorio para las empresas sigue siendo muy oneroso”, destaca también el Ejecutivo comunitario.
Tajani explicó que España está en el grupo de países donde la industria presenta una competitividad “alta-media”, junto a otros como Holanda, Bélgica, Irlanda, Finlandia y Reino Unido, que mantienen un rendimiento bueno pero que tienen que reforzar el proceso industrial.
España presenta un buen rendimiento en cuestiones como la formación de los trabajadores de la industria o las exportaciones, pero el porcentaje de la contribución de su industria en su Producto Interior Bruto (PIB) ha caído un 25 % en los últimos doce años, según los informes de la CE.
El comisario europeo explicó que la productividad de la industria española sobrepasa a países como Italia, gracias a la “productividad de su trabajo”, una “señal de que España está ejecutando sus reformas y ha reaccionado positivamente a la crisis”.
España “ha hecho muchas reformas, muchas cosas positivas, aunque se han cerrado muchas empresas” y la tasa de desempleo es “preocupante”, añadió Tajani.
En cuanto a la situación de la industria en el conjunto de la Unión Europea, la CE observa con preocupación la caída de su productividad respecto a socios como Japón y Estados Unidos, y el impacto de la crisis económica sobre el sector.
Bruselas señala que se han dado algunos progresos, pero constata que es necesario dar un nuevo impulso al sector.
“Los Estados miembros han avanzado en la mejora del entorno empresarial, las exportaciones y la sostenibilidad. Sin embargo, muchos problemas persisten”, afirma la Comisión Europea.
El Ejecutivo comunitario apunta al estancamiento de la innovación en el sector, el aumento del precio de la energía y las dificultades las que se enfrentan las empresas para acceder a financiación, especialmente las pymes, como las principales causas que están contribuyendo a la desindustrialización de Europa.
La caída de la inversión en la industria y las restricciones en la concesión de créditos es una de las cuestiones que preocupa en Bruselas, que constata que las políticas puestas en marcha para paliar estos problemas no terminan de dar sus frutos.
Otro “gran obstáculo” para la industria son las cargas burocráticas, con un sistema fiscal “punitivo”, en palabras de Tajani, un apartado en el que Bruselas pide que se los procesos administrativos se hagan “lo más sencillos posible”.