2016-05-05

Por la Dra. Becker

¿Cepillas o peinas el pelo de tu gato regularmente? Mucha gente no lo hace, debido a que cree que su fastidioso felino, que seguido se acicala sólo, no necesita ayuda en eso.

Pero la verdad es que, existen muchos beneficios de cepillar a tu gato ya sea diario o varias veces a la semana-- sin olvidar que pasarás tiempo con un miembro peludo de la familia que de lo contrario no recibiría mucha atención.

Además, cepillar el pelaje de un gatito no solamente lo mantiene saludable, también es una manera muy buena para que revises si tiene pulgas o suciedad de pulgas (desechos de las pulgas), garrapatas, protuberancias y bultos, así como llagas en la piel o heridas. El cepillado también es útil para reducir o eliminar las bolas de pelo, especialmente en los gatos con pelaje largo.

¿Con Qué Frecuencia Necesito Cepillar a Mi Gato?

La frecuencia con la que se cepilla el pelaje de tu gatito depende de la textura y del tipo de pelo, así como de la edad de tu mascota, estilo de vida y estado de salud. Por ejemplo:

En algunos pelajes ni se hacen nudos, mientras que otros pelajes se apelmazan en la noche. Generalmente, entre más suave y sedoso sea el pelaje, más mantenimiento se requiere.

Los gatos más viejos podrían perder interés en acicalarse, especialmente si manifiestan un declive cognitivo relacionado con la edad (demencia de gatitos).

Los gatitos con sobrepeso a menudo tienen dificultad para acicalar la mitad de su espalda, así como el área justo bajo la cola donde quedan atrapados pedazos de excremento y basura.

Los gatos con rostros “hundidos”, conocidos como razas braquiocefálicas (por ejemplo los Persa e Himalaya), con frecuencia necesitan que les limpien el área alrededor de los ojos para prevenir manchas de lágrimas e infecciones en las capas de piel.

Especialmente si tu gato es de pelo largo, es buena idea hacer tiempo para ayudarlo a acicalarse. El pelaje de tu gatito podría solamente necesitar que lo cepilles una vez al mes--o que lo cepilles diario para que se vea y se sienta bien.

Afortunadamente, muchos gatitos les encanta que los peinen o cepillen, y muchos que al principio vacilan también pueden aprender a disfrutar del proceso.

5 Consejos Para Lograr Sesiones de Cepillado Positivas con Tu Gato

Como todas las cosas relacionadas con felinos, hay una manera correcta y una incorrecta de cepillar a un gato. Afortunadamente, el Dr. Jane Brunt, que escribe para dmv360, armó y creó una herramienta excelente para convertir las sesiones de cepillado de los gatitos en divertidas y constructivas.1

1. Escoge la ubicación adecuada

Es muy importante cepillar a tu gato en lugar donde se sienta seguro y cómodo, y en una superficie que sea estable. Lógicamente la superficie más estable es el piso (y u gatito de todas maneras se la pasa ahí la mayor parte del tiempo).

Si no puedes sentarte o arrodillarte, la mejor opción que le sigue podría ser una cama o un sillón, la cual probablemente debas tapar con una sábana vieja o una toalla antes de empezar.

2. Escoge las herramientas adecuadas

Sugerencias:

Un cepillo con cerdas de metal para animales

Un cepillo suave de cerdas naturales

Un aerosol facial de feromonas para felinos (por ejemplo, Feliway)

Peine para pulgas

Un cepillo de cerdas de metal generalmente es la mejor herramienta para atravesar el pelaje, pero podría ser que tu gato prefiera la sensación de otro tipo de cepillo (por ejemplo, uno de cerdas suaves o plásticas) o incluso un peine. Algunas personas usan el cepillo de cerdas metálicas y luego usan un segundo cepillo o peine, alternando entre cada uno.

Generalmente, tu gato se retirará un poco cuando sienta que ya tuvo suficiente de un cepillo, el cual indica que es un buen momento para cambiar al segundo cepillo.

No olvides limpiar con frecuencia el pelo de los cepillos durante cada sesión de cepillado—si no quieres pasarle restos o desechos a tu gato.

A muchos gatos les parece relajante el aerosol facial de feromonas para felinos, así que deberías considerar rociarlo en los cepillos de tu gatito por alrededor de 30 minutos antes de cada sesión de cepillado.

Si las pulgas son el problema, cepilla a tu gato con un peine para pulgas una vez al día, cada día durante la temporada de plagas. Cepíllalo en una toalla blanca o en algún trapo de color claro para que puedas ver lo que sale del pelaje y piel de tu gatito mientras lo cepillas.

La suciedad de las pulgas (en realidad excremento de pulgas) se ve como tierra de verdad, pero si se colocan en un poco de alcohol o agua, se disuelve y libera un color rojo (sangre) lo que te permite distinguir entre tierra de verdad y suciedad de pulgas. Tira los restos que quedan en el cepillo en un tazón o en un contenedor de agua jabonosa y viértelos en el inodoro cuando la sesión haya terminado.

3. Ten listos los premios

Para muchos gatitos, los premios son tan (a veces más) importantes que el cepillo adecuado. Si tu gato es uno de ellos, asegúrate de tener los premios listos al lado de tus herramientas para cepillarlo antes de empezar.

4. Empieza despacio y cepíllalo con suavidad

Si cepillas o peinas el pelo de tu gato por primera vez, planifica sesiones de cepillado por alrededor de la misma hora cada día, y si el gatito huye del cepillo, sólo ofrécele premios durante los primeros días sin intentar cepillarlo.

La meta es enseñarle a relacionar la ubicación, las herramientas, y el cepillado con sentimientos positivos y con premios deliciosos.

Después de unos cuantos días de premios y caricias en el lugar de cepillado, sostén el cepillo cerca de tu gatito cuando se acerque, recompénsalo con un premio. Gradualmente aumenta el tipo de interacción hasta que tu gato te deje cepillar ligeramente la parte superior de su cabeza.

Si tu gato está nervioso, empieza con los movimientos de cepillado con el lado del cepillo que no tiene cerdas (a esto le llamo el "cepillado ineficaz", pero muchas veces es necesario para desensibilizar a los gatitos nerviosos con piel sensible). Al voltear el cepillo, reafirmas que este nuevo ritual no es doloroso y viene con premios.

Después de unas cuantas sesiones de cepillado muy suave, intenta pasar el cepillo ligeramente bajo su cuello y otras áreas del cuerpo. Asegúrate de mantener el cepillo en contacto firme y constante para ayudarlo a sentirse seguro cuando lo cepilles.

Si tu gato tiene pelaje enredado es mejor cortarlo antes de intentar cepillarlo regularmente, ya que jalar su pelaje podría provocar que no coopere y disminuya la probabilidad de cooperación en el futuro.

Si tu gato tiene demasiado pelo enredado, recomiendo que un profesional elimine los nudos, luego trabaja en la desensibilización del cepillo a medida que el cabello crece. Evitar que se formen nudos es mucho más fácil que tratar de desenredarlos.

5. Disminuye poco a poco los premios

Una vez que tu gato esté cómodo con sus sesiones de cepillado diarias, y tal vez incluso las disfrute, puedes empezar a disminuir la cantidad de premios de alimento que le das. Idealmente, llegaras al punto en el que puedas esperar a que la sesión termine para darle su premio.

Sin embargo, si sigue necesitando que lo convenzas para acercarse al cepillo o para permitirte que lo toques con él, debes seguir con los premios indefinidamente. Asegúrate de ofrecerle sólo pedazos pequeños de premios saludables, y considéralos dentro de las calorías diarias que consume para evitar que aumente de peso.

Muchos gatos aprenden a cooperar con las sesiones de cepillado regular al saber que al final de una sesión exitosa obtendrán un premio.

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