2015-07-23

Por el Dr. Mercola

No recomiendo guardar los alimentos en contenedores de plástico ni cocinarlos en el microondas, pero si es necesario, al menos no lo haga en conjunto. Calentar los alimentos en microondas en un recipiente de plástico prácticamente garantiza que éstos se contaminarán con los químicos se filtran hacia los alimentos durante el proceso de calentamiento.

No hay duda de que el plástico es conveniente, económico y prácticamente irrompible, lo que lo hace una forma tentadora para almacenar los alimentos, especialmente cuando se está fuera de casa. Sin embargo, a pesar de que parecería ser perfectamente seguro, el plástico está hecho con un verdadero guisado de químicos.

¿Qué Acecha en los Recipientes de Plástico?

Para empezar, dependiendo del producto que utilice, el plástico podría contener ftalatos. Los ftalatos son un grupo de químicos que "distorsionan los géneros", los cuales ocasionan que los machos de muchas especies se vuelvan más femeninas.

Estos químicos han interrumpido los sistemas endócrinos de la vida silvestre y han ocasionado cáncer testicular, deformaciones genitales, bajo conteo de espermas e infertilidad en varias especies, como osos polares, venados, ballenas y nutrias, por nombrar unos cuantos.
En los seres humanos, los ftalatos se han relacionado al parto prematuro y a problemas del comportamiento neuronal en los niños, después de ser expuestos a ellos en el útero.1 También se ha encontrado que incrementan los niveles de presión arterial2 y, los niveles urinarios altos están relacionados a la resistencia a la insulina, la cual puede ocasionar diabetes.3

Los recipientes de plástico también contienen bisfenol-A (BPA) o cualquiera de los químicos similares que se utilizan como su "reemplazo", como el BPS (también hay bisfenol B, C, E, F, G, M, P, PH, TCM y Z). Mientras que los químicos de reemplazo no han sido muy estudiados, el BPA es un disruptor endócrino conocido que ha sido relacionado a una variedad de problemas de salud, especialmente en las mujeres embarazadas, fetos y niños pequeños, pero también en los adultos, entre los cuales encontramos:

Cambio estructural del cerebro

Cambios en la conducta específica de género y comportamiento sexual anormal

Hiperactividad, aumento de la agresividad y disminución del aprendizaje

Pubertad temprana, estimulación del desarrollo de las glándulas mamarias, ciclos reproductivos interrumpidos, disfunción de los ovarios e infertilidad

Aumento en la formación de la grasa y riesgo a la obesidad

Estimulación de las células del cáncer de próstata

Función inmune alterada

Aumento del tamaño de la próstata y disminución de la producción de esperma

¿Qué más podría estar en el plástico? El plástico comercial para envolver alimentos (que puede ser usado para envolver queso u otros fiambres) puede estar hecho con policloruro de vinilo (PVC), que es conocido por causar cáncer. La fabricación del PVC también ocasiona la formación de dioxina, otro cancerígeno.

Las charolas de comida, cartones de huevo y recipientes para llevar de poliestireno y los cubiertos de plástico opaco podrían contener otro químico llamado estireno, el cual ha sido clasificado como un posible cancerígeno humano por la International Agency for Research on Cancer (IARC).

El Calor Acelera el Ritmo de la Transferencia de Químicos a los Alimentos

En un estudio realizado con productos plásticos comunes, el 70 por ciento de éstos resultaron positivos en actividad estrogénica, lo que significa que son capaces de interrumpir los niveles hormonales.4 Sin embargo, esto fue antes de que los investigadores los sometieran a las condiciones bajo las cuales son utilizados.

En condiciones del mundo real, como en el uso del lavavajillas o al ser calentados en microondas, el 95 por ciento resultó positivo en actividad estrogénica perturbada de las hormonas.

Mientras que se ha encontrado que el uso regular, como pasar por el lavavajillas o mano, incrementa el índice de filtrado de químicos, el calor parece ser el peor infractor de todos, pues incrementa hasta 55 veces el ritmo de la transferencia química. Como se dijo en la revista Toxicology Letters:5

"En un ensayo inmunoabsorbente sensible y cuantitativamente competitivo relacionado a las enzimas, se encontró que el BPA migra de las botellas de agua de policarbonato a un índice de entre 0.20 ng/h y 0.79 ng/h.

A temperatura ambiente la migración del BPA no dependía de que la botella hubiera sido utilizada previamente. La exposición de ésta al agua hirviendo (100 grados C) incrementó hasta 55 veces el índice de migración del BPA".

En Estados Unidos, el National Institute of Environmental Health Science (Instituto Nacional De Ciencia de Salud Ambiental) recomienda a los consumidores evitar calentar los alimentos en microondas, ya que el calor incrementa la probabilidad del filtrado de químicos.6

Los Recipientes "Para Microondas" Incrementan el Riesgo a la Presión Arterial Alta

La Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) recomienda que los recipientes que utilice en el microondas estén etiquetados para tal uso.7 Pero estos recipientes podrían no ser más seguros que los plásticos estándar.

Los recipientes "para microondas" podrían estar hechos con químicos supuestamente más "seguros". Por ejemplo, el di-isononil ftalato (DINP) y el di-isodecil ftalato (DIDP), se han utilizado para reemplazar el di-2-etilhexilftlatato (DEHP), un ftalato disruptor endócrino conocido por ocasionar toxicidad reproductiva.

El DEHP es altamente lipofílico (soluble en grasa) y cuando se utiliza en los plásticos PVC está unido químicamente al plástico de forma muy ligera. Fácilmente se filtra a la sangre (por ejemplo, cuando se utiliza en los tubos intravenosos) o en otras soluciones que contienen lípidos que estén en contacto con el plástico.

El DINP y el DIDP han sido promocionados como alternativas más seguras, sin embargo, éstos también han sido relacionados a problemas de salud, como la presión arterial alta.8 En particular, debería evitarse calentar los alimentos en microondas en un plástico policarbonato #7, incluso si está etiquetado como seguro para el uso en microondas. De acuerdo con el National Resources Defense Council (NRDC):9

"Lo que básicamente significa el término "seguro para su uso en microondas" es que la cantidad de químicos que se filtran del recipiente a los alimentos es mucho menor que el nivel que ha mostrado tener efectos en la salud.

Sin embargo, hay razones para sospechar de esta afirmación. En particular, no se debería utilizar el plástico policarbonato #7 en el microondas, incluso si está etiquetado como "seguro para su uso", ya que filtra el disruptor hormonal bisfenol A(BPA), especialmente al calentarse".

Yo ampliaría esto para decir que en realidad no existe el plástico "seguro para su uso en microondas". Hay muchos químicos que podrían potencialmente filtrarse a los alimentos y, es confuso saber cuáles han sido analizados y qué niveles se consideran "seguros" para el consumo.

Por ejemplo, el Nutrition Action Newsletter reportó la filtración de varios químicos tóxicos provenientes de los empaques de los alimentos comunes para microondas, como pizza y palomitas de maíz. Algunos de los químicos eran: terftalato de polietileno (PET), benceno, tolueno y xileno.

Calentar alimentos grasosos en recipientes plásticos también ocasiona que se liberen dioxinas y otras toxinas hacia los alimentos.10,11 Es mucho mejor calentar los alimentos en recipientes de vidrio o plástico – y, no hacerlo en el microondas.

Por Qué Debería Reconsiderar Calentar los Alimentos en Microondas

Lo menos que se puede hacer es eliminar para siempre todos los productos plásticos (recipientes, envolturas de plástico, envolturas de alimentos, etc.) del interior de un microondas. Incluso mejor, deje de utilizar completamente el microondas.

Los microondas calientan los alimentos al ocasionar que las moléculas de agua en ellos resuenen a frecuencias muy elevadas y que eventualmente se evaporen, lo cual calienta los alimentos. Mientras que esto puede calentarlos rápidamente, también ocasiona cambios en su estructura química. Lo primero que quizá haya notado cuando comenzó a calentar los alimentos en microondas es que el calor es desigual.

Las "partes calientes" de los alimentos calentados en microondas podrían causar quemaduras – o una "explosión de vapor". Esto ha ocasionado advertencias a las mamás primerizas acerca de NO utilizar el microondas para calentar los biberones, ya que algunos bebés han sido quemados por la fórmula excesivamente caliente que pasó desapercibida (sin mencionar el problema con las toxinas del plástico que se filtran a la leche).

El microondas distorsiona y deforma las moléculas de cualquier alimento o sustancia que se le ponga dentro. Un ejemplo de esto son los productos sanguíneos. Generalmente se calienta un poco la sangre antes de una transfusión. Ahora sabemos que calentar en microondas los productos sanguíneos daña sus componentes. De hecho, una mujer falleció después de recibir una transfusión de sangre calentada en microondas en 1991, lo que ocasionó una demanda muy bien publicitada.

Además, cuando calienta los alimentos en microondas, lo nutritivo en ellos se desvanece. Se ha reunido excelente información científica acerca de los efectos dañinos del microondas en los nutrientes:

Un estudio publicado en la edición de noviembre del 2003 de The Journal of the Science of Food and Agriculture encontró que el brócoli cocinado en microondas con un poco de agua perdió hasta el 97 por ciento de sus antioxidantes benéficos.

En comparación, el brócoli cocinado al vapor perdió el 11 por ciento o menos de sus antioxidantes. También hubo disminución de sus compuestos fenólicos y glucosinolatos, pero sus niveles de minerales permanecieron intactos.12

En un estudio acerca del ajo, tan sólo 60 segundos de calor del microondas fue suficiente para desactivar su alinasa, el principal ingrediente activo del ajo que combate el cáncer.13

Un estudio japonés mostró que tan sólo 6 minutos de calor del microondas ocasionó que entre el 30 y el 40 por ciento de vitamina B12 en la leche se volviera inerte (muerta).14

Un estudio australiano mostró que los microondas ocasionan un mayor grado de "desdoblamiento de las proteínas" en comparación con los métodos convencionales de calentamiento de alimentos.15

Los microondas pueden destruir las sustancias esenciales para combatir las enfermedades que la leche materna le ofrece como protección al bebé. En un estudio, la leche materna calentada en microondas perdió la actividad enzimática de la lisozima, anticuerpos y promovió el crecimiento de bacterias potencialmente patogénicas.16

19 Consejos Más para Reducir Su Exposición Química en Casa

En Estados Unidos, los químicos son considerados seguros hasta que se pruebe lo contrario. No debería arriesgar su salud al exponerse a estas toxinas de forma innecesaria, especialmente en sus alimentos, pero también en sus productos de cuidado personal y en los objetos de su hogar.

Implementar las siguientes medidas le ayudará a evitar a los peores culpables que dañan el sistema endocrino, así como otros químicos de una amplia variedad de fuentes. En resumen, intente consumir alimentos enteros y utilizar productos naturales en su hogar.

Mientras menos ingredientes haya en un producto, mejor. También intente asegurarse de que todo lo que pone en su cuerpo – o utiliza en su hogar – tan sólo contenga sustancias familiares. Si no puede pronunciarlo, probablemente no querrá que esté cerca de su familia.

Compre y consuma productos orgánicos y de pastoreo lo más que pueda para reducir su exposición a las hormonas, pesticidas y fertilizantes. Evite también la leche y otros productos lácteos que contengan hormonas recombinantes de crecimiento bovino (BGH o BST, por sus siglas en inglés).

En vez de consumir pescado convencional o de piscicultora, el cual a menudo está altamente contaminado con PCB y mercurio, tome suplementos con aceite de kril purificado de alta calidad, o consuma peces más pequeños o pescados salvajes y que estén probados en el laboratorio. Por esta razón, el salmón silvestre de Alaska es casi el único pescado que consumo.

Compre productos que vengan en botellas o frascos de vidrio en vez de envases plásticos o latas, ya que los químicos se filtran de los plásticos hacia su contenido.

Almacene sus alimentos y bebidas en vidrio en vez de plástico y evite utilizar envolturas de plástico.

Use biberones de vidrio y evite los vasitos de plástico para sus niños.

Consuma mayormente alimentos crudos y frescos. Los alimentos procesados y preempacados (de todo tipo) son una fuente común de químicos como BPA y ftalatos.

Reemplace sus ollas y sartenes antiadherentes con utensilios de cerámica o vidrio.

Filtre su agua - tanto para beber como para bañarse. Si sólo puede permitirse uno de los dos, podría ser más importante filtrar el agua para bañarse, ya que la piel absorbe contaminantes. Para eliminar el herbicida disruptor endócrino Atrazine, asegúrese de que su filtro tenga las certificaciones para eliminarlo. De acuerdo con el Environmental Working Group (EWG), el perclorato puede eliminarse a través de un filtro de ósmosis inversa.

Busque productos fabricados por compañías respetuosas con el medio ambiente, que no experimenten con animales, sean ecológicas, atóxicas o 100% orgánicas. Esto aplica a todo, desde alimentos y productos de cuidado personal hasta materiales de construcción, alfombras, pintura, artículos de bebé, tapizado y más.

Utilice una aspiradora con filtro HEPA para eliminar el polvo de su hogar, el cual a menudo está contaminado con rastros de químicos.

Cuando compre productos nuevos, como muebles, colchones o relleno de alfombra, pregunte por el tipo de químico retardantes de llama que contiene. Evite o esté al tanto de los artículos que contienen PBDE, antimonio, formaldehido, ácido bórico y otros químicos bromados. Al reemplazar estos artículos tóxicos de su hogar, seleccione aquellos que naturalmente contienen menos materiales inflamables, como cuero, lana y algodón.

Evite la ropa, muebles y alfombras resistentes al agua y a las manchas, para evitar los químicos perfluorados (PFC).

Minimice su uso de juguetes de plástico para bebés y niños, opte por aquellos de madera natural o tela.

Sólo utilice productos de limpieza naturales en su hogar o haga sus propios. Evite productos que contengan 2-butoxyetanol (EGBE) y metoxidiglicol (DEGME) – dos éters de glicol tóxicos que pueden perjudicar la fertilidad y ocasionar daños fetales.17

Utilice marcas orgánicas de productos para el baño, como shampoo, pasta dental, antitranspirantes y cosméticos. Por ejemplo, puede reemplazar muchos productos diferentes con aceite de coco y bicarbonato.

El EWG tiene una muy buena base de datos18 para ayudarle a encontrar productos de cuidado personal sin ftalatos y otros químicos potencialmente peligrosos. Yo también le ofrezco una línea orgánica de alta calidad de productos para la piel, shampoo y acondicionador, y cremas corporales completamente naturales y seguras.

Reemplace sus productos de higiene femenina, como tampones y toallas sanitarias por alternativas más seguras.

Evite los aromatizantes ambientales, toallitas para secadora, suavizantes de telas y otras fragancias sintéticas.

Busque productos sin fragancia. Una fragancia artificial podría contener cientos - incluso miles—de químicos potencialmente tóxicos.

Reemplace su cortina de baño de vinil con una de tela.

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