2014-10-11

Por el Dr. Mercola

El movimiento del etiquetado de los alimentos transgénicos ha ganado un gran impulso en los últimos años, siendo aprobado en tres estados. La conciencia que están tomando las personas en Estados Unidos con respecto a los riesgos de los alimentos transgénicos (GM) y organismos genéticamente modificados (OGM) para su salud y medio ambiente sigue creciendo.

The Future of Food no es un documental nuevo, pero es un excelente trabajo en el que se cubren los problemas contemporáneos que siguen amenazando su salud, tales como la ingeniería genética, patentes genéticas y corporatización del suministro alimentario.

El documental ha recibido múltiples premios, incluyendo Mejor Documental en el Festival de Cine deadCENTER en el 2014, así como una nominación al Oscar en la misma categoría.1 De especial importancia para mí, fue el documental que catalizó mi interés en el problema de los transgénicos y después de verlo, me comprometí a hacer todo lo que esté en mis manos para detener este peligro.

Recientemente, cuando estaba dando una conferencia en Santa Rosa, California en el Heirloom Seed Conference, tuve la oportunidad de entrevistar a Deborah Garcia sobre su nuevo documental llamado Symphony of the Soil.

Los Estados Unidos no tiene leyes que obliguen el etiquetado de los alimentos transgénicos, a pesar de esto, las encuestas demuestran constantemente que la gran mayoría de las personas en Estados Unidos- más del 90 por ciento en la mayoría de las encuestas- creen que estos alimentos deberían ser etiquetados. Sesenta y cuatro países ya obligan el etiquetado de los alimentos transgénicos, incluyendo a estados de la Unión Europea, Japón y China.2

Más del 80 por ciento de todos los alimentos procesados vendidos en los Estados Unidos contienen ingredientes transgénicos. Con las elecciones a la vuelta de la esquina y las iniciativas de etiquetado en la boleta electoral en dos estados, es importante conocer lo que está en juego.

A Medida que Aumentan las Iniciativas del Etiquetado Transgénico, Se Intensifica la Guerra de la Industria en Contra del Etiquetado

Las leyes de etiquetado de los alimentos transgénicos ya han sido aprobadas en Vermont, Connecticut y Maine, además de que más de 20 estados las están considerando. En California y Washington, no fueron aprobadas por muy poco en el 2012 y 2013, por un tres por ciento y uno por ciento, respectivamente.3

Las votaciones para las iniciativas de etiquetado transgénico se llevaran a cabo en noviembre de este año en Oregón y Colorado. Sólo es cuestión de tiempo antes de que las escalas comiencen a ponerse a nuestro favor. Pero algo es seguro, la industria no se rendirá sin antes dar una buena batalla.

La Grocery Manufacturers Association of America (GMA), que recientemente fue nombrada como “la corporación más malvada del planeta,” está demandando a Vermont en un intento de revocar la ley de etiquetado que fue aprobada recientemente.

GMA también está impulsando un proyecto de ley llamado “Safe and Accurate Food Labeling Act” también conocida como ley “DARK” (Negarle a los Estadounidenses el Derecho a Saber), que prohibiría a los estados aprobar las leyes de etiquetado transgénico por completo.

La táctica más reciente de la industria es lanzar un ataque coordinado en contra de Vandana Shiva, uno de los ambientalistas y activista anti-transgénico más respetado y conocido.

Los ciudadanos de Oregón están más determinados que nunca, ya que este es el segundo intento para aprobar esta ley de etiquetado- la primera vez fue en el 2002. La medida 27 falló (20 por ciento a 80 por ciento).

Esto debido a la presión de una campaña de desprestigio masiva promulgada por grupos de la industria como DuPont, General Mills y por supuesto, GMA. Si pensamos en estos últimos diez años, hemos perdido por 80 por ciento, hace 12 años perdimos por tan sólo un uno por ciento- así que está claro que las estadísticas están cambiando.

Sin embargo, la industria continuará su guerra contra el etiquetado a toda costa- parece no haber límite para las mentiras que el dinero no pueda comprar. Entre el 2012 y mediados del 2014, Monsanto y GMA bloquearon exitosamente una legislación sobre el etiquetado transgénico en más de 30 estados, esto les costó más de $100 millones de dólares.

“El Experimento Biológico Más Largo Jamás Visto por la Humanidad”

En la ingeniería genética, para lograr que un gen sea insertado en una célula, se necesita algo bueno para la invasión celular, razón por la que utilizan bacterias y virus para lograr “invadir” el ADN de un organismo en otro… un proceso complicado e impredecible.

¿Qué podría salir mal? Bueno, muchas cosas- tomemos los genes suicidas como ejemplo. Los “genes suicidas” son insertados en el ADN de las plantas transgénicas con el fin de evitar que sus semillas sean viables para su uso futuro. Esto obliga a los agricultores a comprar semillas de compañías de semillas cada temporada.

Imagínese las ramificaciones en nuestro suministro de alimentos si estos genes suicidas se transfirieran a otras semillas en todo el mundo, los agricultores no podrían recolectar sus semillas para los cultivos del próximo año o cultivar variedades extrañas.

Otro problema es la inserción de genes marcadores de antibióticos, que es algo preocupante debido a su potencial para empeorar el actual problema grave de la resistencia a los antibióticos.

Y también está el problema del ADN viral, que aparece en los lugares más inesperados. Las Autoridades Europeas de la Seguridad Alimentaria descubrieron un gen viral oculto en 54 de 84 cultivos transgénicos comercialmente aprobados.

Los fitopatólogos hablaron sobre los peligros potenciales de este fragmento del gen viral, señalando que podría representar un “importante potencial de daño,” por lo que pidieron que retiraran todos los cultivos afectados.

Las plantas que expresan estos fragmentos del gen viral exhiben anormalidades en su expresión genética, lo que indica que la proteína producida por las funciones de los genes es una toxina. Los objetivos conocidos de su actividad también se encuentran en las células humanas, por lo que existe el potencial de que esta toxina de origen vegetal produzca efectos tóxicos en los seres humanos.

Estas son tan sólo tres posibles consecuencias de la manipulación genética de nuestro suministro alimentario- sin embargo hay muchos más escenarios que son preocupantes. Un solo gen se puede expresar o influir en una variedad de rasgos. De acuerdo con el Dr. Ignacio Chapela, Ecologista Microbiano de la Universidad de Berkeley, California:

“A medida que avanzamos en la revolución biotecnológica y producimos más y más manipulaciones transgénicas, comenzamos a ver piezas de ADN interactuando las unas con las otras en formas que son completamente impredecibles. Este probablemente sea el experimento biológico al que haya sido sometida la humanidad.”

El Sistema de Alimentos Actual Mata a las Abejas, Daña el Suelo y Acaba con la Diversidad

La ingeniería genética ha creado un sistema de alimentos basado en el monocultivo y el uso excesivo de agroquímico, es decir fertilizantes sintéticos, pesticidas y herbicidas. Se ha registrado el uso de diez mil productos químicos. Más de 1.1 billones de libras de pesticidas tóxicos, incluyendo el glifosato y atrazina, son utilizadas cada año, con un costo de $25 billones.

Mientras que casi un billón de libras de glifosato son fumigadas tanto en cultivos convencionales como transgénicos a nivel mundial cada año, los cultivos transgénicos reciben las mayores cantidades. La mayor parte de esta sustancia química termina en nuestro suelo y agua, destruyendo los organismos benéficos del suelo mientras que al mismo tiempo permite que los patógenos florezcan. Estas sustancias químicas agrícolas tóxicas también están matando a nuestras abejas y mariposas.

Además de dañar los suelos, la agricultura industrializada desperdicia energía, agua y otros de los preciados recursos naturales y atrapa a los agricultores en un círculo vicioso del uso de más y más sustancias químicas.

Por ejemplo, los agricultores de maíz Bt de Monsanto incurren en graves daños a causa del gusano de maíz resistente a los pesticidas, por lo que se ven forzados a aplicar más y más cantidades de pesticidas para tratar de rescatar sus cultivos. Además, los cultivos transgénicos y el monocultivo causan “erosión de la diversidad.”

Cuando se inserta un solo genotipo que pasa preferencialmente sus genes a la descendencia, provoca una multitud de diversidad genética y a largo plazo esto presenta una amenaza seria al suministro alimentario. La uniformidad genética aumenta la vulnerabilidad a los pesticidas y4 Por esta razón es que docenas de países han prohibido los cultivos transgénicos. El noventa y siete por ciento de las variedades de vegetales cultivadas a principios del siglo 20 ahora ya no existen.

El Glifosato Está Relacionado con Defectos de Nacimiento y Tipos de Cáncer Hormonales

Los residuos de glifosato, el ingrediente activo en el popular herbicida Roundup de Monsanto, se encuentran en los alimentos más comunes de la alimentación occidental, cortesía del azúcar, maíz y soya transgénicos, así como en el trigo cultivado de forma convencional. La atrazina y los nitratos forman una combinación mortal, ya que el nitrato desactiva las defensas de su cuerpo que combaten estas sustancias químicas. Las investigaciones sugieren que el glifosato podría “aumentar los efectos dañinos de otros residuos químicos y toxinas transmitidas por los alimentos en el medio ambiente para alterar las funciones normales del cuerpo (incluyendo la flora intestinal) y promover enfermedades.” El glifosato también parece estimular los tipos de cáncer hormonales incluso en concentraciones extremadamente bajas.

Los estudios muestran que incluso una exposición muy leve a las sustancias químicas agrícolas comunes puede inducir abortos o que los fetos las absorban de la madre. De hecho, parece ser que los efectos más graves se producen de las dosis más bajas. Una exposición leve puede alterar las trayectorias de desarrollo, dando como resultado defectos de nacimiento, irregularidades en los genitales y problemas de aprendizaje. Los bebés concebidos durante los meses en los que se utilizan más pesticidas tienen un mayor riesgo de estos defectos y anormalidades en el desarrollo. Cuando los niños tienen una exposición excesiva al glifosato, especialmente mediante el consumo de los alimentos transgénicos, sus probabilidades de desarrollar reacciones adversas a las vacunas también aumentan.

Monsanto Ataca a los Agricultores por Violación de Patentes

Durante 200 años, se prohibió la concesión de patentes de seres vivientes, especialmente con respecto a los alimentos. Pero todo eso cambió en 1978 con la primera patente de un organismo vivo, un microbio que consume aceite, lo que abrió las puertas proverbiales. Las patentes de seres vivientes jamás habían sido aprobadas por el Congreso o el público de Estados Unidos. Pero según la industria transgénica, ellos son dueños de un gen, donde quiera que termine. De acuerdo con OCA, en agosto del 2013, Mosanto se adueñó de 1,676 patentes de semillas y plantas.5

A diferencia de los medicamentos transgénicos que son producidos bajo condiciones controladas en laboratorios seguros, las plantas transgénicas son dejadas en el medio ambiente y no pueden ser controladas. La propagación descontrolada de semillas transgénicas es algo sumamente común. Esto únicamente beneficia al dueño de la patente- lo que nos hace preguntar, ¿sería este su plan desde el principio?

Monsanto ha estado demandando a los agricultores por violación de patentes al encontrar plantas transgénicas en sus campos, sin importar como hayan llegado hasta allí. Algunas veces, las semillas de canola o el polen son llevadas por el aire hasta los campos. Monsanto afirma que es dueño de cada planta que tenga genes patentados, lo que está devastando a los pequeños agricultores. No ayuda que existan miles de sitios de prueba secretos de cultivos transgénicos en todo el país…usted podría estar viviendo justo al lado de uno y ni siquiera saberlo.6 Monsanto ha presentado más de 140 demandas en contra de los agricultores por plantar intencionalmente sus semillas sin pagar regalías y está intentando establecer otros 700 casos. La mayoría de los agricultores llega al acuerdo de pagar una multa con tal de evitar una demanda costosa.

En el 2014, la Suprema Corte de los Estados Unidos anuló un caso que habría protegido a los agricultores si sus campos se contaminaban inadvertidamente con semillas patentadas, dándole a Monsanto los derechos legales para continuar demandando agric ultores por violar una patente.7, 8 Culpar a los agricultores por los genes de Monsanto es como tener un vecino que lo acusa de levantar una cerca para que SU perro no entre a su jardín. Desafortunadamente, no existe una cerca lo suficientemente alta como para mantener las semillas transgénicas del campo vecino alejado del suyo.

La Relación Entre el Gobierno y la Industria

La ingeniería genética de nuestro sistema de alimentos está procediendo de forma libre, a pesar del hecho de que tres agencias federales son responsables de la seguridad de los alimentos transgénicos.

El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) es responsable de evaluar el impacto ambiental de los cultivos transgénicos, así como de regular las pruebas en los cultivos transgénicos. Sin embargo, en un estudio de más de 8,000 campos de prueba, la USADA no requirió ninguna evaluación ambiental. De hecho, las nuevas normas de la USDA en realidad redujo el tiempo que le toma a los fabricantes de semillas transgénicas pasar por una revisión regulatoria por mitad.

La Agencia de Protección Ambiental (EPA) regula los insecticidas. El insecticida Bt es colocado en cada célula de los cultivos Bt. La EPA aprobó una exención para los niveles de tolerancia de residuos de la toxina Bt en los alimentos de soya transgénicos y alimento para animales, así que Monsanto y otros fabricantes de pesticidas pueden añadir la cantidad que deseen. Recientemente, la agencia también aumentó los niveles permitidos de glifosato en los alimentos en cantidades significativas.9, 10 Los niveles permitidos en los cultivos de semillas oleaginosas como la soya se duplicaron, de 20 ppm a 40 ppm el verano pasado. También aumentó los niveles permitidos de contaminación por glifosato en otros alimentos- muchos de los cuales fueron elevados de 15 a 25 veces en comparación con los niveles anteriores.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) es responsable de la seguridad de los alimentos. Cada sustancia nueva en los alimentos debe ser sometida a pruebas. Sin embargo, los alimentos transgénicos (como la lecitina de soya y el jarabe de maíz) fueron considerados como “estado GRAS” (considerado como seguro) utilizando el argumento de “sustancialmente equivalente”- lo que los exenta de pruebas o etiquetas. Esto se logró gracias al ex vicepresidente de Monsanto, Michael Taylor, quien fue comisionado auxiliar de la FDA a principios de la década de 1990. A pesar de los muchos estudios realizados en los últimos 20 años que desacreditan esta equivalencia, la FDA no ha cambiado su decisión.

¿Cómo puede salirse con la suya el gobierno? Es bastante simple. Gracias a su relación con las otras corporaciones- hay una puerta giratoria para las personas con vínculos con la industria, como Michael Tylor, Linda Fisher, Donald Rumsfeld, entre otros. Monsanto ha desarrollado un profundo vínculo con personas en Washington, DC. El ex fiscal general, John Ashcroft, recibió la mayor contribución por parte de Monsanto para su campaña política en las elecciones del 2000, para su re-elección como senador. Los intereses corporativos explican por qué el gobierno sigue haciendo de la vista gorda.

El Subsidio a la Industria de la Comida Chatarra

Mientras que la industria agroquímica tiene ganancias record con las semillas transgénicas, los agricultores pierden dinero cultivándolas y no pueden mantenerse en el negocio sin los subsidios gubernamentales. Cuando se realizó este documental (2004), el costo para cultivar un bushel de maíz o soya era de $3.20 y sus ganancias eran de unos $2.20. Obviamente, los agricultores no eran capaces de mantenerse en el negocio con este tipo de margen, así que se crearon los subsidios agrícolas. Cuando los países ricos subsidian cultivos, hay repercusiones globales- los mercados de los países desarrollados se reducen, haciendo que estos subsidios sean prácticamente imposibles de obtener.

Los subsidios apoyan únicamente a los cultivos más industrializados- maíz, trigo y soya-por lo tanto, van directamente para la industria de los alimentos procesados. Lejos de brindarnos nutrición, los subsidios agrícolas estadounidenses contribuyen con el deterioro de la salud de sus ciudadanos e impulsan la epidemia de la obesidad. Una completa idiotez… la comida chatarra está subsidiada en un departamento, mientras que otro departamento financia una campaña anti-obesidad.

Durante los últimos 15 años, los contribuyentes han pagado a los agricultores de maíz más de $77 billones en subsidios y más del 75 por ciento de los fundos son para un 10 por ciento de agricultores estadounidenses. Los subsidios agrícolas ya no son dados de acuerdo a la necesidad. Las mega-granjas reciben un pago anual en base a su superficie, lo necesiten o no. Las grandes granjas industriales reciben la mayor parte de los subsidios agrícolas, mientras que las granjas pequeñas reciben muy poco o nada. Usted subsidia a la industria de la comida chatarra con sus impuestos, ya sea que consuma sus productos o no. Ya que los subsidios agrícolas ya forman parte del presupuesto federal, debería reasignarse un mejor enfoque para brindar incentivos a agricultores que cultivan productos saludables con métodos de cultivo sustentables.

Un Plan de Auto-Ayuda en Tres Pasos para Evitar los Alimentos Transgénicos

Hablando de las cosas positivas, cada vez se ha creado más y más conciencia en el consumidor estadounidense, acerca del sistema alimentario industrial. Consideremos el hecho de que los estadounidenses consumen cada vez más productos orgánicos:11, 12

En 1990, las personas en los Estados Unidos gastaron un billón de dólares en alimentos orgánicos

En el 2003, gastaron $ 13 billones

En el 2009, gastaron $ 24.8 billones

En el 2013, gastaron $ 35.1 billones

Un reporte reciente demostró que el 65 por ciento de los consumidores prefiere los alimentos con ingredientes orgánicos

En una entrevista reciente, la Dra. Elaine Ingham científico investigadora y experta en sostenibilidad internacionalmente reconocida, sugirió el siguiente plan de tres pasos para ayudarse a evitar los alimentos transgénicos:

Elija alimentos orgánicos y locales. Esto es algo obligatorio si quiere dejar de apoyar lo que hace Monsanto con su dinero. Las semillas y materiales transgénicos no están permitidos en la agricultura orgánica y producción de alimentos, así que hoy en día es la única forma de asegurarse de no comprar accidentalmente algo con ingredientes transgénicos. Tenga cuidado con los términos “natural” o “cien por ciento natural” en la etiqueta, ya que muchas veces NO tienen absolutamente ningún significado cuando se trata de ingredientes transgénicos- la etiqueta “natural” no sustituye a la etiqueta de certificación orgánica.

Prepare bien el suelo de su jardín para cultivar sus propios vegetales. Esta es mi nueva pasión. Por favor échele un vistazo a mi artículo sobre como cultivar sus propios alimentos en espacios pequeños.

Apoye las campañas para el etiquetado de los OGMs. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, es justo el momento de pasar la voz a nuestros amigos y familiares acerca de la importancia de que se aprueben las leyes de etiquetado. Envíe este artículo a todas las personas que pueda para aumentar la conciencia sobre este importante problema.

Recientemente nombré a la GMA "la corporación más malvada en el planeta," teniendo en cuenta el hecho de que esta principalmente formada por productores de plaguicidas y fabricantes de comida chatarra que están dispuestos a violar algunos de sus derechos más básicos, sólo para garantizar que sus alimentos chatarra subsidiados, transgénicos y dependientes de químicos, mantengan su status quo.

La locura se ha ido demasiado lejos. Es hora de unirse y luchar de nuevo, por esa razón lo invito a boicotear cada producto propiedad de los miembros de la GMA, incluyendo marcas naturales y orgánicas. Para conocer más sobre este boicot y las marcas traidoras que se incluyen, por favor visite TheBoycottList.org. También lo invito a donar al Organic Consumers Fund. Su donación ayudará a luchar contra la demanda de GMA en Vermont, y también ayudara a ganar la iniciativa de ley del etiquetado de organismos transgénicos en Oregón en noviembre.

Vote con su bolsillo, cada comida que compre hace una diferencia enorme. Al boicotear las marcas traidoras que son parte de GMA, puede ayudar a nivelar el campo de juego, y ayudar a recuperar el control de nuestro suministro alimenticio. Y como siempre, continúe educándose sobre los alimentos transgénicos y comparta sus conocimientos con su familia y amigos.

Prepare alimentos nutritivos y deliciosos y reúna a su familia a la hora de comer. No hay nada mejor que compartir una deliciosa comida en familia. Aquí le doy algunas ideas, descargue gratis mi libro electrónico Recetas Saludables:

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