2015-05-25



Tigre de Sumatra, cuyo número en el mundo se reduce hoy a solo 500 individuos. Imagen cortesía de Kieran Palmer (www.kpword.net), bajo licencia CC BY-SA 2.0 Generic.

Los bosques de Riau estaban en excelente estado cuando Andjar Rafiastanto visitó la provincia de Sumatra Central por primera vez en 1998. El eco de los cantos de los gibones de pelaje negro se colaban a través de los árboles, junto con el parloteo de los calaos, los faisanes pavos de Sumatra y otras docenas de especies de aves.

Pero el establecimiento generalizado de plantaciones de palma aceitera ha precipitado cambios dramáticos en los últimos 17 años.

“Ahora todo es muy diferente. Con suerte, quizás uno logre escuchar el canto de una o dos especies de aves. Todavía existen algunos parches de bosque entre las plantaciones que pueden sostener a los gibones pero sus cantos se escuchan muy distantes”, dice Rafiastanto, administrador en Indonesia de la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL por sus siglas en inglés), ubicada en Bogor, Java Occidental.

“Los gibones son omnívoros y comen diferentes tipo de frutas, hojas, cortezas y otros alimentos que solo pueden encontrarse en los bosques. Este es el caso de muchos otros animales. Cuando se concentra el uso de la tierra en una sola especie de planta, ya sea la palma aceitera o el caucho, entonces muchos animales pierden su fuente de alimentación y pueden llegar a extinguirse a nivel local”, dice Rafiastanto.

Como resultado de la agricultura, la tala o actividades de desarrollo, la pérdida de bosques ha llevado inevitablemente a una pérdida de biodiversidad”

Aunque este país alberga aproximadamente 515 especies de mamíferos —más que cualquier otro país— también tiene el número más alto de mamíferos en peligro de extinción del mundo: 184 especies, incluyendo orangutanes, elefantes, tigres y  los rinocerontes de Sumatra.

Gran parte de esta amenaza se debe a la rápida tasa de desmonte y conversión de bosques en Indonesia.

Pero esta tendencia no es aislada. Como resultado de la agricultura, la tala o actividades de desarrollo, la pérdida de bosques ha llevado inevitablemente a una pérdida de biodiversidad, como sucede también en varios bosques ecuatoriales en el mundo, hogar del 80% de la biodiversidad terrestre.

SALVAR LA BIODIVERSIDAD Y OTRAS METAS

Debido a estas tendencias y otras similares, en el 2002, la Convención sobre Diversidad Biológica (CBD por sus siglas en inglés) estableció una meta para alcanzar una “reducción significativa en la tasa de pérdida de biodiversidad” para el año 2010, una promesa que fue incorporada dentro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Pero la deforestación continuó durante la década del 2000 y, como resultado, esta meta no fue alcanzada. La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró entonces 2001-2010 como la “Década de la Biodiversidad” y los gobiernos acordaron los Objetivos de Aichi.

El problema de la biodiversidad también está presente en el borrador de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, que los líderes mundiales y sus representantes finalizarán en Nueva York el próximo septiembre.

En el documento actual, los 17 ODS defienden varias causas además de detener la pérdida de la biodiversidad, incluyendo mejoras en la seguridad alimentaria, nutrición, salud, la provisión de oportunidades económicas y acceso a energía para todos, al tiempo de combatir el cambio climático y manejar los bosques sosteniblemente. Pero lograr un equilibrio entre estos intereses, con frecuencia encontrados, no será fácil.

“Los intereses de la sostenibilidad y el desarrollo no son necesariamente los mismos. Por ejemplo, la principal causa de pérdida de biodiversidad es la agricultura”, dice Terry Sunderland, científico principal del Centro para la Investigación Forestal Internacional (CIFOR).

“Este es el problema fundamental: primero, lograr que los diferentes actores se sienten en una misma mesa a conversar, dada la naturaleza sectorial de estas agendas y, segundo, una vez logrado esto, reconocer las ventajas y desventajas que esta negociación conjunta acarrea.

“El enfoque sectorial, según el cual “somos” conservacionistas y por ello no trabajamos con nadie más, no tiene necesariamente buenos resultados para el medio ambiente”, agrega Sunderland.

“La forma en que hemos empezado a pensar sobre estas cosas es más desde la perspectiva de un modelo integrado de paisajes, de manera que uno tiene en cuenta los usos conflictivos de tierra y negocia y planifica considerando esa situación”.

MIRANDO LOS PAISAJES

El modelo del paisaje integrado se trata básicamente de la incorporación de diferentes usos de tierra en un solo proceso de gestión de suelo. Como resultado de su trabajo con una serie de instituciones y gobiernos, Sunderland ha contribuido a la formulación de diez principios que han permitido definir lo que se conoce como “el enfoque de paisajes”.

La biodiversidad también sustenta gran parte de la agricultura moderna”

Los temas clave incluyen una mayor participación de los actores, mayor confianza y transparencia entre ellos, así como mayor participación del sector privado y reconocimiento del valor económico de los servicios ecosistémicos de los que dependen poblaciones no solo a nivel local sino también a nivel global.

Para la Sociedad Zoológica de Londres, el enfoque de paisajes ha tenido cierto éxito asegurando corredores de vida silvestre dentro y fuera de la Reserva de Vida Silvestre Dangku, en el sur de Sumatra, indica Rafiastanto.

Dangku es un mosaico de palma aceitera, forestería, extracción petrolera y de gas, mezclada con asentamientos humanos. Pero a lo largo de este paisaje, los parches remanentes de hábitats con alto valor de conservación son esenciales para la supervivencia del tigre de Sumatra, cuyo número ha caído a menos de 500 en estado silvestre.

Para combatir la tala ilegal y los asentamientos, la Sociedad Zoológica de Londres ha establecido patrullas que monitorean el movimiento de los tigres e impiden la invasión humana en tierras protegidas. Los corredores entre las áreas forestales proporcionan una conectividad vital entre las áreas protegidas, permitiendo el desplazamiento de los tigres en el paisaje y reduciendo los conflictos entre tigres y humanos.

“Usamos el santuario de vida silvestre como un ancla,  pero los tigres no reconocen los linderos y se mueven sin saber que se trata de un parque nacional o un área de plantación.  Por eso, debemos entrar en contacto con diferentes actores, ya sea colonos locales o productores de palma aceitera, que pueden entrar en contacto con estos animales”, dice Rafiastanto.

BIODIVERSIDAD PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE

Si bien salvar tigres y otras especies populares tiende a captar la mayor parte de la atención cuando se trata de conservación de la biodiversidad, la importancia de la misma va más allá, ya que contribuye al bienestar de humanos y del planeta en su conjunto.

Existen muchos ejemplos en los campos de la seguridad alimentaria, la nutrición y la salud: los recursos silvestres sustentan industrias farmacéuticas multimillonarias, los alimentos del bosque proporcionan dietas diversas y nutrientes a cientos de millones de personas en el mundo y la biodiversidad nos protege contra pestes y enfermedades. La biodiversidad también sustenta gran parte de la agricultura moderna.

A pesar de esta conexión clara, el borrador de los ODS mantiene a la biodiversidad  —y a los bosques— en el objetivo del ambiente”

“La investigación ha demostrado que las plantaciones funcionan mejor cuando están junto a los bosques y pueden beneficiarse de los servicios ecosistémicos que proporcionan, como servicios de protección de cuencas, fertilidad del suelo, polinización, dispersión de semillas y reciclaje de nutrientes.

En algunos casos, la investigación ha encontrado reducciones en campos que pueden ocurrir cuanto más nos alejamos de los bosques naturales”, dice Sunderland.

A pesar de esta conexión clara, el borrador de los ODS mantiene a la biodiversidad  —y a los bosques— en el objetivo del ambiente (objetivo número 15), estando la erradicación del hambre y la promoción de la salud cubiertos en los objetivos 2 y 3 respectivamente. Los proponentes del enfoque de paisajes desean ver mayor énfasis en la interdependencia entre estos diversos intereses.

“Tal vez es implícito que están vinculados en todos los 17 ODS, pero en realidad podría ser más explícito, dice Sunderland.

“No deberíamos estar hablando solamente de agricultura,  forestería o de salud aisladamente,es fundamental entender la forma en qué están interconectados y se nutren mutuamente.

Para más información del trabajo de CIFOR sobre biodiversidad, paisajes y seguridad alimentaria, por favor contacte a Terry Sunderlan en t.sunderland@cgiar.org

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