Por el Dr. Mercola
El Dr. Robert Lustig, profesor de Pediatría en la División de Endocrinología de la Universidad de California, ha sido pionero en descifrar el metabolismo del azúcar.
En los últimos años se ha hecho famoso por afirmar que las cantidades excesivas de azúcar en su alimentación tienen efectos tóxicos. También ha señalado que la fructosa procesada es mucho peor, que el azúcar refinada, desde el punto de vista metabólico.
Ahora, una nueva investigación1, 2 de la Universidad de Utah confirma la postura del Dr. Lustig, que muestra que el jarabe de maíz es más tóxico para las ratas que el azúcar de mesa. El jarabe de maíz no solo afecta negativamente a la tasa de reproducción de los animales, también causó la muerte prematura.
Desde un punto de vista químico, el jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF) es similar al azúcar de mesa, pero contiene niveles más altos de fructosa.
Los fabricantes han afirmado durante mucho tiempo que el JMAF contiene hasta un 55 por ciento de fructosa (y el 45 por ciento de glucosa). Esto es casi muy similar al azúcar blanca, que contiene aproximadamente 50 por ciento fructosa (y 50 por ciento de glucosa).
Dicho esto, las pruebas han revelado que el nivel de fructosa en el JMAF puede llegar a estar hasta en 65 por ciento. Este nivel de fructosa elevado es una pieza clave que explica la razón por qué el JMAF es mucho peor para usted que el azúcar refinada.
Jarabe de Maíz Resultó Ser Más Tóxico que el Azúcar de Mesa
De acuerdo con el autor principal Wayne Potts,3 "este es el estudio más robusto que muestra que existe una diferencia entre el jarabe de maíz de alta fructosa y el azúcar de mesa en dosis relevantes en los humanos." Según lo informado por Reuters:4
"El estudio mostró que las ratas alimentadas con una alimentación que contenía 25 por ciento de calorías provenientes de carbohidratos de fructosa y glucosa conocidos como monosacáridos que se encuentran en el jarabe de maíz, murieron a una tasa de 1.87 veces más rápido que las ratas con una alimentación en la que el 25 por ciento de las calorías provenían de la sacarosa.
Los ratones con una alimentación de fructosa-glucosa produjeron 26.4 por ciento menos crías que sus contrapartes que llevaban una alimentación que contiene azúcar de mesa agregada.
El estudio sugiere los seres humanos, particularmente las mujeres, podrían enfrentar los efectos adversos a la salud vinculados con el consumo excesivo del jarabe de maíz, que se encuentra en muchos alimentos procesados...
Se estima que el 13 y el 25 por ciento de las personas en Estados Unidos llevan una alimentación que consiste en 25 por ciento o más calorías de azúcares agregados, según el reporte."
Según los autores de este reporte, el 42 por ciento del azúcar que se encuentra en la alimentación de las personas en Estados Unidos proviene de jarabe de maíz; el 44 por ciento proviene de sacarosa. El 14 por ciento restante de los azúcares añadidos en forma de endulzantes naturales como la miel, melaza y fruta.
Sin embargo, en todo el mundo, el jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF) representa sólo el ocho por ciento del consumo de azúcar añadido, por lo que las personas en Estados Unidos son mucho más propensas a consumir cantidades excesivas de JMAF que muchos otros países y también nuestras estadísticas de enfermedades tienden a reflejar eso.
El alto consumo de fructosa es de hecho el principal contribuyente de la mayoría de las enfermedades crónicas, comenzando con la resistencia a la insulina, que posteriormente puede progresar en enfermedades relacionadas como la diabetes, enfermedades cardiacas, cáncer y más.
Los Pacientes con Insuficiencia Cardiaca con Niveles Elevados de Azúcar en la Sangre Tienen Mayor Riesgo de Muerte Prematura
En noticias relacionadas,5 los investigadores afirman que las pruebas para identificar los niveles de azúcar en la sangre de los pacientes que sufren insuficiencia cardíaca pueden ayudar a identificar a las personas con mayor riesgo de muerte. De acuerdo con el autor principal del estudio, el Dr. Douglas Lee:6
"Nuestros hallazgos sugieren que al medir los niveles de azúcar en la sangre en todos los pacientes que llegan a la sala de urgencias con insuficiencia cardíaca aguda podría proporcionarles a los médicos información útil de sus pronósticos y podría ayudar a mejorar los resultados en estos pacientes.
Entre los pacientes sin diabetes preexistente, la mayoría (51 por ciento) cuando llegaron al hospital tenían niveles de glucosa en la sangre que estaban dentro de los límites "normales," pero superiores a los 6.1 mili-moles por litro (mmol/L) [110 miligramos por decilitro (mg / dL )]."
Entre las personas que no tenían diabetes, el riesgo de muerte dentro de un mes de su insuficiencia cardíaca fue del 26 por ciento entre las personas con niveles de azúcar en la sangre ligeramente elevados, en comparación con los pacientes cuyos niveles de azúcar en la sangre estaban en el rango bajo-normal.
Las personas con niveles de azúcar en la sangre que se aproximaban a los parámetros para la diabetes tenían un riesgo del 50 por ciento más elevado de morir dentro del mes siguiente de haber tenido insuficiencia cardíaca. Los niveles elevados de azúcar en la sangre también se relacionaron con un mayor riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular.
Las Políticas Agrícolas de Estados Unidos Promueven las Tasas de las Enfermedades
Hay una creencia común de que los alimentos saludables son inherentemente más caros y que solamente los ricos los pueden costearlos. Pero los alimentos saludables fácilmente pueden ser más accesibles para todo el mundo, si no fuera por los directores generales de los agro-negocios, cabilderos o grupos de presión y los políticos.
Ambos cultivos de remolacha azucarera y maíz son fuertemente subsidiados en los Estados Unidos. La razón por la que comprar un paquete de pan blanco procesado es más barato que comprar una libra de brócoli está directamente relacionado con los subsidios agrícolas, que favorecen a todos los ingredientes que componen una alimentación de comida chatarra.
Como lo menciono Business Insider,7 el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) gasta anualmente cerca de $1.3 millones de dólares en subsidios para nuestros ingredientes de comida chatarra más comúnmente utilizados, incluyendo maíz, trigo, soya y remolacha azucarera.
El azúcar solía ser un condimento; ahora es un elemento básico de la alimentación. Según SugarScience.org, los azúcares agregados se esconden en el 74 por ciento de los alimentos procesados bajo más de 60 nombres diferentes.8
Si los subsidios estuvieran enfocados en el valor nutricional, entonces ni la remolacha azucarera ni el maíz estuvieran presentes... En la actualidad, los subsidios agrícolas se utilizan para cultivar ingredientes que son la base de una alimentación de comida chatarra.
La Industria Azucarera Disfruta de un Trato Particularmente Favorable...
Curiosamente, los alimentos procesados incluso podrían ser más baratos de su precio actual. Esto no quiere decir que sea una cosa positiva, pero destaca el hecho de que los alimentos chatarra procesados son un mercado verdaderamente lucrativo, tanto para la industria alimentaria como para nuestros políticos.
De acuerdo con el economista de la Universidad de Michigan-Flint Mark J. Perry,9 las políticas estadounidenses, como las garantías de precios mínimos para la producción nacional de azúcar, junto con altos costo de los aranceles para el azúcar importado, termina costándole a los consumidores en Estados Unidos cerca de $3 mil millones por año por los precios inflados de los alimentos procesados. Como se señala en un reciente artículo de la revista Reason:10
"Quitarle a un niño su dulce es algo sencillo. Arrebatarle el azúcar a un senador, no tanto... No sólo las 3,913 explotaciones de remolacha azucarera y los 666 productores de caña son los que anhelan ingresos por los programas de azúcar artificial.
El programa también persiste, ya que ofrece una fuente constante de incentivos a los funcionarios electos.
En un informe en junio 2014, Bryan Riley, un analista experto en políticas de Heritage Foundation, señaló que mientras que el azúcar representa sólo el dos por ciento del valor total de la producción agrícola de Estados Unidos, los productores de azúcar del país representan el 35 por ciento de las contribuciones a las campañas de la industria de los cultivos y el 40 por ciento de sus gastos por cabildeo.
Con los años, las principales compañías de azúcar, tales como American Crystal Sugar y Florida Crystals han donado millones de dólares a los candidatos y comités de acción política. Según OpenSecrets.org, la industria en general ha donado $41.7 millones desde 1990."
Los alimentos procesados se han convertido en los principales centros de beneficio, los fabricantes de alimentos no tienen absolutamente ningún incentivo para cambiar a la venta de alimentos enteros, sin adulterar. Creo que nuestro sistema alimentario se puede cambiar, pero sólo si hay suficiente gente que entienda las verdades simples de la alimentación saludable y se nieguen a comprar alimentos procesados cargados de azúcar.
Hace cuatro años, el doctor David Ludwig, un pediatra afiliado a Harvard, escribió un comentario en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA),11 que ofrece sugerencias concretas para eliminar esta tendencia de alimentación que causa enfermedades de todo tipo, como por ejemplo:
Reestructuración de los subsidios
Regular la comercialización de alimentos a los niños
Financiar adecuadamente los programas de alimentos en las escuelas o school lunch
Utilizar tecnologías existentes y futuras para permitir que la industria de alimentos retenga ganancias, mientras producen productos más saludables
Todas estas son buenas sugerencias, pero mientras los políticos debaten y buscan sus confines morales, yo le sugiero hacer su propia tarea y cambiar su alimentación.
¿Sabe Cuanta Azúcar Consume Todos los Días?
Desde hace tiempo hemos sabido que la alimentación occidental está relacionada con mayores tasas de obesidad, diabetes, enfermedades cardiacas, hipertensión y cáncer. Sin embargo, el paradigma convencional es extremadamente necio en aceptar que es el contenido de azúcar de esta alimentación el principal culpable. Tanto los médicos como los funcionarios de salud todavía están tratando de convencerlo de que puede comprar un pastel y comérselo, siempre y cuando sea "con moderación."
El punto crucial del problema es que si usted lleva una alimentación que consiste principalmente de alimentos procesados, la moderación prácticamente queda eliminada, porque todos los alimentos procesados contienen prácticamente alguna forma de azúcar añadido. A menudo, UN sólo alimento puede contener la cantidad permitida de azúcar de un día.
Las bebidas azucaradas pueden ser uno de los peores culpables. Vitamin Water por ejemplo. Una botella de 20oz contiene alrededor de 30 gramos de azúcar,12 lo que equivale a TRES donas glaseadas Krispy Kreme. Esa misma botella también contiene el doble de la cantidad de fructosa recomendada para las personas con resistencia a la insulina y tiene cinco gramos más del límite para las personas que no tienen resistencia a la insulina. En promedio, el azúcar representa el 15 por ciento del total de calorías que se consumen en los Estados Unidos (unos 19.5 cucharaditas por día), y su hígado, que procesa el azúcar, simplemente no puede procesar toda esta carga.
Cuando sobrecarga el hígado de esta manera, termina inevitablemente con la enfermedad metabólica crónica. Según los datos disponibles, el umbral de seguridad para el azúcar parece ser alrededor de seis a nueve cucharaditas (25-38 gramos) de azúcar por día. Una cantidad adicional a esa podría estarlo reparando para la resistencia a la insulina. Y de nuevo, la fructosa procesada tiende a causar disfunción metabólica más severa que el azúcar regular, en parte porque se metaboliza más fácilmente en grasa que cualquier otro azúcar.
Los ácidos grasos creados durante el metabolismo de la fructosa se acumulan en gotas de grasa en el hígado y los tejidos del músculo esquelético, causando así resistencia a la insulina y enfermedad de hígado graso no alcohólico (NAFLD por sus siglas en ingles). La resistencia a la insulina a su vez progresa con el síndrome metabólico y la diabetes tipo 2. El metabolismo de la fructosa por el hígado también crea un número de productos de desecho y toxinas, incluyendo una cantidad enorme de ácido úrico, lo que aumenta la presión arterial y provoca la enfermedad de la gota.
Para Evitar las Enfermedades Crónicas, Tenga Cuidad con el Consumo Fructosa
La creciente evidencia muestra claramente que el azúcar refinada y la fructosa procesada son los principales factores que causan la obesidad y las enfermedades crónicas, incluyendo la enfermedad cardiaca y cardiovascular. Un reporte por Yang y colaboradores, publicado en JAMA of Internal Medicine, el año pasado identifico el consumo de azúcar añadido por dos décadas, como porcentaje total de calorías, concluyendo que contribuyó significativamente a las muertes cardiovasculares. Las personas que consumieron el 30 por ciento de sus calorías diarias en forma de azúcar añadido (que prevalece en los adolescentes) tenían un riesgo de cuatro veces más de morir por enfermedades del corazón.
La evidencia es bastante clara: Si desea normalizar su peso, y reducir drásticamente el riesgo de enfermedades como la enfermedad cardiaca, cáncer, diabetes y la enfermedad Alzheimer, es necesario tener cuidado con el consumo de alimentos procesados. El azúcar refinado, fructosa procesada, granos y otros carbohidratos almidonados que se forman en azúcar son en gran parte responsables de las reacciones adversas de la insulina y leptina, que subyacen en estas y otras enfermedades crónicas.
Si es resistente a la insulina/leptina, tiene diabetes, presión arterial alta, enfermedades cardiacas, o tiene sobrepeso, sería prudente limitar su consumo total de azúcar/fructosa a 15 gramos por día hasta que su resistencia a la insulina/leptina se haya solucionado. Esto aplica por lo menos a la mitad de la población en Estados Unidos.
Para todas las demás personas, les recomiendo limitar su consumo de fructosa al día a 25 gramos o menos, para mantener una salud óptima. La forma más sencilla de lograr esto es al reemplazar los alimentos procesados por alimentos enteros, de preferencia orgánicos. Esto significa cocinar desde cero con ingredientes frescos. Mi Plan de Nutrición ofrece una guía detallada para alimentar adecuadamente a su familia.
Resumen para un Alimentación Saludable
Recuerde, los alimentos procesados son la fuente principal de todos los factores que promueve las enfermedades, incluyendo el jarabe de maíz de alta fructosa y otros azúcares, granos procesados, grasas trans, endulzantes artificiales y otros aditivos sintéticos que pueden agravar la disfunción metabólica. Puesto que está eliminando una gran cantidad de energía (carbohidratos) de su alimentación cuando reduce los azúcares y los granos, es necesario sustituirlos por algo. El sustituto ideal es una combinación de:
Grasa Saludable de Alta Calidad (incluyendo grasa saturada13 y monosaturada) Las personas con resistencia a la insulina se beneficiaran por consumir de 50 a 85 por ciento de calorías diarias en forma de grasas saludables. Las fuentes excelentes de grasas saludables incluyen el coco y el aceite de coco, los aguacates, la mantequilla, los frutos secos y las grasas animales. (Recuerde, las grasas tienen un alto contenido de calorías a pesar de consumir una pequeña porción. Así que su plato debe tener más vegetales que cualquier otra cosa).
Cantidad indiscriminada de vegetales
Cantidad baja-moderada de proteínas de alta calidad. Las cantidades importantes de proteínas se pueden encontrar en la carne, pescado, huevos, productos lácteos, legumbres y frutos secos. Al seleccionar proteínas de origen animal, asegúrese elegir carnes, huevos y productos lácteos de animales criados orgánicamente o con pastura, con el fin de evitar complicaciones potenciales en la salud causados por la alimentación animal transgénica y pesticidas.
La mayoría de las personas que viven en los Estados Unidos consumen demasiadas proteínas, así que tenga cuidado con la cantidad. Creo que es rara la persona que realmente necesita más de medio gramo de proteína por kilo de masa corporal magra. Las personas que hacen ejercicio agresivamente o que están en competencias y las mujeres embarazadas deben consumir un 25 por ciento más, pero la mayoría de la gente rara vez necesita más de 40 a 70 gramos de proteína al día.
Para determinar la masa corporal magra, averigüe su porcentaje de grasa corporal y résteselo a 100. Esto significa que si usted tiene 20 por ciento de grasa corporal, tiene 80 por ciento de masa corporal magra. Sólo se multiplica por su peso actual para obtener su masa corporal magra en libras o kilos. Para determinar si está recibiendo demasiada proteína, sólo tiene que calcular su masa corporal magra, como se describe anteriormente, después escriba todo lo que está comiendo por unos días, y calcule la cantidad de proteínas diarias de todas las fuentes.
Una vez más, su objetivo es únicamente medio gramo de proteína por kilo de masa corporal magra, lo que sitúa a la mayoría de las personas en el rango de 40 a 70 gramos de proteína por día. Si en la actualidad está comiendo un promedio mucho más elevado, ajuste adecuadamente la cantidad. Usted podría utilizar la tabla de abajo o simplemente buscar en Google el alimento que desee investigar y encontrará rápidamente los gramos de proteína en el alimento.
Carne roja, carne de cerdo, aves y mariscos un promedio 6.9 gramos de proteína por onza.
Una cantidad ideal para la mayoría de las personas sería una porción de 3 onzas de carne o mariscos (no 9 o 12 onzas de filete), Que le proporcionará aproximadamente de 18 a 27 gramos de proteína
Huevos que contengan alrededor de 6-8 gramos de proteína por huevo. Así que un omelet hecho de dos huevos equivale a unos 12 a 16 gramos de proteína.
Si agrega queso, también es necesario calcular esa proteína (revise la etiqueta de su queso)
Las semillas y frutos secos contienen un promedio de 4-8 gramos de proteína por cada cuarto de taza
Los frijoles cocidos tienen un promedio de 7.8 gramos por cada media taza
Los granos cocinados tienen un promedio de 5-7 gramos por taza
La mayoría de los vegetales contienen alrededor de 1-2 gramos de proteína por onza