mellamannoviembre:
¿Y qué es lo que se pretende cuando se pasa durante todo el cuatrimestre de mirar ni siquiera un folio? La culpa no es siempre y únicamente del sistema, ¿eh? ni de los profesores frustrados, ni de los contenidos que te exigen para pasar de curso… A veces (pero solo a veces, no vaya a asustarse nadie) la culpa es de uno mismo. Hay mucha gente que piensa que estudiar no debe suponer un esfuerzo y aspira a que se lo den todo mascadito, que como estudias lo que te gusta todo tiene que entrarte suavecito y como la miel y al mínimo esfuerzo nos volvemos locos (o es que el profesor es basura); pues malas noticias, estudiar es tan duro o más como cualquier trabajo e implica un gran esfuerzo. Que te guste implica que ese esfuerzo no solo compensa, sino que es increíblemente gratificante.
Es curioso que siempre que sale el tema, se tiende a despreciar la memoria cuando es algo importantísimo (a pesar de no ser lo fundamental). También típico de nuestros días escuchar que un profesor es un hijo de la grandísima puta porque pone exámenes difíciles, pero a veces ocurre que es consecuente y no solo da los contenidos en relación con lo que exige, sino que ayuda a quien lo solicite y hace todo lo posible por que ese examen no sea una traba, sino una meta. Lo he visto muchas veces, y eso nadie lo valora.
Yo lo que creo es que la mayoría de la gente de mi generación es la del máximo confort, que está acostumbrada a la comodidad extrema y a todos los lujos y cuando tiene que hacer algo que conlleve esfuerzo, se asusta. Mucho se recurre a “es que el sistema está mal”, que parece el nuevo “es que el profe me tiene manía”, y en realidad es que no han dado un palo al agua en su vida y su concepción del estudio está tremendamente deformada. Me encanta, porque hay mucha gente que acude a la Universidad buscando la meca de las fiestas, las folladas y las pastillas y se olvida de que su única responsabilidad es la de estudiar, que ahora es una excusa para perder 4 años de su vida (mínimos) eludiendo los esfuerzos y yendo a lo mínimo para luego darse cuenta de que las cosas no son así. Ni todo es irse de farra, ni todo es clavar codos, por supuesto, y da tiempo a hacer todo (y con resultados más que buenos). Mucho influye que la Universidad esté llena de gente que entra por inercia, porque por algún motivo está la creencia difundida de que “se debe ir a la Universidad”, cuando no todo el mundo vale (o simplemente no quiere) para estudiar. En fin, mucho mamoneo, como siempre.